La Sección de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial ha pedido permiso al juzgado que dirige la investigación del triple crimen de Alcàsser (Valencia) para iniciar una campaña divulgativa a nivel europeo que solicite la colaboración ciudadana para localizar al prófugo Antonio Anglés.
En un escrito remitido al Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira (Valencia), el grupo segundo de Fugitivos de la Policía Nacional pide a la instructora que comunique “si existe algún impedimento para el uso del perfil de Anglés de modo público, ya que se tiene previsto llevar a cabo dicha campaña en las próximas semanas” tanto por la Policía española como por Europol.
En el mismo escrito, los agentes exponen que este fugitivo, del que se perdió la pista en 1993, es “una persona de gran interés policial” sobre el que, “tras diversas gestiones, no ha podido establecerse su localización”.
La instructora ha respondido en una providencia -un día después de que la Policía pidiese permiso- que “por parte de este Juzgado no hay inconveniente en la utilización del perfil de Antonio Anglés Martins de modo público" en la referida campaña.
Sobre esta petición de la Policía Nacional, una de las acusaciones personadas en la causa, la Asociación Laxshmi para la Lucha Contra el Crimen y la Prevención, ha presentado al juzgado varias alegaciones y ha informado a la jueza de la inminente presentación de un informe criminológico sobre la fuga de Antonio Anglés.
El texto incluye un análisis de todas las actuaciones practicadas respecto a la fuga de Anglés, desde 1993 hasta la fecha.
En un escrito, el letrado Diego Costa, en representación de Laxshmi, manifiesta la total conformidad con “cualquier iniciativa destinada a averiguar o confirmar el paradero de Anglés”, al tiempo que anuncia la presentación del referido informe.
Fuga de Antonio Anglés
El texto, que se encuentra en fase de redacción, incluye un análisis de todas las actuaciones practicadas respecto a la fuga de Anglés, desde 1993 hasta la fecha, elaborado por el criminólogo Félix Ríos y su equipo, en el que se recomienda el cotejo del ADN de Anglés con muestras no identificadas en los años 90 en la costa oriental irlandesa y la occidental de Inglaterra.
Se incide en la conveniencia, además, de contactar con las autoridades irlandesas a fin de localizar la documentación que se decomisó a un polizón del buque City of Plymouth -en el que se sospecha que Anglés pudo huir de España- y que, según declaraciones de la tripulación, contenía una foto del prófugo.
También se apunta la necesidad de establecer contacto con la prensa portuguesa, a fin de localizar a un supuesto periodista que pudo hablar por radioteléfono con el polizón del City of Plymouth el 24 de marzo de 1993.
Crimen de las niñas de Alcàsser
El secuestro y asesinato en noviembre de 1992 de Miriam, Toñi y Desirée, las tres vecinas de Alcàsser (Valencia) de entre 14 y 15 años violadas y torturadas hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart -en libertad desde 2013, veintiún años después de ingresar en la cárcel tras ser condenado por la Audiencia de Valencia a 170 años de prisión-, mantuvo en vilo a España durante más de dos meses, hasta que aparecieron sus cadáveres.
Las tres niñas fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la vecina Picassent, adonde nunca llegaron.
Las autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo.
Su desaparición dio paso a una intensa búsqueda que concluyó el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados de las adolescentes en un paraje de difícil acceso conocido como La Romana, cerca de la presa de Tous, todo ello en medio de una cobertura mediática tan exhaustiva como polémica.
Las autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo.
Investigaciones posteriores han seguido la pista del posible paradero de Anglés, en caso de seguir vivo, o la confirmación de su muerte, que pudo haberse producido al arrojarse al mar desde el citado barco rumbo a Dublín.
Jordi Ferrer