España

Las policías se rebelan contra el chaleco antibalas de Cosidó por 'machista': "Duele el pecho"

Los tres sindicatos mayoritarios exigen por escrito al Ministerio que compre prendas de protección adaptadas a la fisonomía femenina. Interior ha adquirido una partida de 20.000 unidades 'unisex' criticadas por las agentes por incómodas e ineficaces para ellas.

  • Ignacio Cosidó, en un acto con agentes del Cuerpo Nacional de Policía.

Nueva polémica en Interior, esta vez a cuenta de los chalecos antibalas adquiridos para proteger a los integrantes del Cuerpo Nacional de Policía. Los tres sindicatos mayoritarios han entregado un escrito al director general de la Policía, Ignacio Cosidó, en el que critican duramente la decisión de comprar un modelo masculino de esta prenda. Los representantes de los agentes aseguran que el mismo no se adapta a la fisonomía femenina lo que "dificulta su uso" y reduce su eficacia. "Provoca una fuerte presión y dolor en el pecho", aseguran en el escrito al que ha tenido acceso Vozpópuli.

El escrito, firmado por los tres sindicatos mayoritarios, asegura que el modelo comprado es "únicamente" masculino y no "unisex" como pretende hacer creer Interior

La misiva, fechada el pasado 2 de febrero, esta firmada por las responsables del Área de la Mujer del Sindicato Unificado de Policía (SUP), el Sindicato Profesional de Policía (SPP) y la Confederación Española de Policía (CEP). En ella, las representantes de las tres organizaciones recuerdan que "incidentes ocurridos en diversos puntos de la geografía nacional", en referencia al reciente fallecimiento de una policía en Vigo tiroteada durante un atraco y el de otro agente apuñalado mortalmente en Málaga unos meses antes, han hecho "patente la necesidad de dotar a los policías de chaleco antibalas individualizado como recurso imprescindible para mitigar el riesgo físico". Una prenda que, recalcan, deben ser "de calidad y adecuada al tallaje y anatomía de su usuario/a".

En este sentido, los sindicatos critican que en un primer momento Interior propusiera la "precaria solución" de asignar "chalecos de uso comunitario", y que el posterior "plan de choque" anunciado por Cosidó de adquirir 19.991 chalecos antibalas no ha solucionado del todo el problema. El motivo: se ha adquirido "únicamente el modelo masculino", aunque los responsables del Ministerio lo califiquen de "unisex". "La utilización de un modelo masculino en un cuerpo de mujer queda holgado, grande y con deficiente protección traumática en su pecho y, al no adaptarse, no cumpliría la función básica para la que ha sido creado y, por tanto, reduciría su efectividad", recalcan.

Un modelo adaptado que no convence

Los sindicatos denuncian que la situación se ha intentado parchear entregando a las mujeres policías un chaleco "con una banda para que se ajuste la zona de pecho, pero sin que corresponda con un modelo adaptado a la anatomía de la mujer, ni en altura ni en la superficie ni en la forma, por lo que no se acomodan correctamente a la cintura". En este sentido, aseguran que este modelo adaptado "al ser ajustado para que el chaleco quede pegado al cuerpo en su totalidad provoca una fuerte presión y dolor en la zona del pecho, que se agudiza en los casos de mujeres con tallas grandes".

Las policías también rechazan "el modelo adaptado". Consideran que tiene "problemas y deficiencias" que dificultan su uso por las agentes

En opinión de las representantes de las agentes, que se haya optado por este chaleco adaptado pese a "los problemas y las deficiencias" que presenta es fruto de las erróneas pruebas a las que, en su opinión, se le sometió con caracter previo. Según destacan, dichas pruebas no se correspondían "a situaciones reales que contemplan su uso con la uniformidad reglamentaria ni en las posturas habituales en las usuarias". Por ello, recalcan que la Dirección General de la Policía no detectó que "el dolor y presión que provoca en el pecho dificultan la finalidad de su uso y condicionan la operatividad" de quienes lo visten.

Lo que también descartan las policías es que se adquiera una partida de chalecos "con 'copa' en la zona del pecho", un modelo que se repartió hace dos años y que, en su opinión, ya entonces se comprobó que "no cumplía con las características de seguridad necesarias". Por todo ello, los tres sindicatos recuerdan la necesidad de que "todas las mujeres policías que estén realizando labores de seguridad ciudadana o labores de 'riesgo', deben disponer inexcusablemente de este elemento fundamental de proteción, pero siempre que garantice su seguridad física y se adapte a las condiciones anatómicas de un modelo femenino". Por ello, exigen al Ministerio que imparta "instrucciones a la empresa que elabora los chalecos antibalas para que se fabriquen chalecos de ambas modalidades, hombre y mujer, conforme a la morfología física de ambos sexos".

DE USO OBLIGATORIO ANTE "EL MÍNIMO RIESGO" 

El director adjunto operativo de la Policía, el comisario Eugenio Pino, 'número 2' de Ignacio Cosidó, distribuyó a finales de diciembre por todas las comisarías una circular interna en la que fijaba cuándo debían usar los agentes el chaleco antibalas. El escrito, elaborado tras la reciente muerte de una policía que no lo portaba tiroteada por un atracador en Vigo y el posterior anuncio de la adquisición de una elevada partida de estos equipos, detallaba en seis puntos aquellas circunstancias en las que su uso sería obligatorio. Entre ellas, para todos los agentes que patrullen uniformados por las calles así como para los que intervengan "en aquellas actuaciones, en las que por su complejidad o por los antecedentes de hecho, se prevea que pueda existir el mínimo riesgo". El alto mando policial prohíbía también que los chalecos antibalas quedasen almacenados, como ocurría hasta ahora, o que los responsables de la comisaría restrinjan su uso.

La circular, distribuida el pasado 23 de diciembre por "todas las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía" y a la que ha tenido acceso Vozpopuli, se dictaba sólo unos días después de que Interior hiciera pública una nota de prensa en la que, tras las protestas de los sindicatos policiales ante la carencia de chalecos policiales, anunciaba la distribución urgente de miles de unidades de esta prenda antes de finalizar el primer semestre de 2015. Esta compra vino acompañada de la promesa a los representantes de los agentes de elaborar una directriz interna para definir en qué situaciones es obligatorio el uso de dicha medida de protección. La circular del comisario Pino pretendía, precisamente, aclarar cuándo se debía usar la misma y bajo qué circunstancias. Eso sí, la misma se aprovechaba para culpar de modo implícito de la falta de estos equipos de protección al anterior gobierno socialista ya que recalcaba que"desde 2011 [....] se ha iniciado el proceso de asignación y dotación individual" de los mismos a los agentes.

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