La irrupción de la pandemia del coronavirus o la crisis derivada del volcán de Cumbre Vieja (La Palma) ha puesto de manifiesto que hay una serie de amenazas -diferentes a las tradicionales o convencionales- que comprometen la seguridad nacional. La protección ante riesgos nucleares, radiológicos, biológicos o químicos (NRBQ) ocupa un puesto destacado en el esquema de las Fuerzas Armadas, en las que operan diversas unidades específicamente preparadas para hacer frente a estas situaciones. Y ahora, a partir de una licitación pública que aún está por resolver, el Ministerio de Defensa contará con un nuevo sistema para detectar algunas de estas amenazas.
Se trata de un dron con unas características muy particulares, de acuerdo a la descripción incluida en el proceso de licitación consultado por Vozpópuli en la Plataforma de Contratación. En concreto, el sistema tendrá por objetivo detectar restos químicos y radiológicos. El órgano que gestiona la compra es la Unidad Militar de Emergencias (UME), que desarrolla el grueso de su actividad en territorio nacional.
Las especificaciones del dron están detalladas en el pliego de prescripciones técnicas, donde se determina que el sistema RPAS (Aeronave Pilotada Remotamente, por sus siglas en inglés) será ligero, con un peso inferior a los 15 kilos. La propulsión se basará en un sistema de cuatro hélices que permita una maniobra de despegue vertical: la UME pide que el dron tenga un techo operativo superior a los 4.500 metros de altitud y que aguante temperaturas extremas, entre los -20 y los 50 grados centígrados.
Los sensores de detección
Además se solicita que la autonomía de vuelo del dron sea superior a los 40 minutos, y que se incluyan las correspondientes baterías y un sistema de control remoto compuesto por una consola y un dispositivo con pantalla táctil, similar a una tablet. Por supuesto, la aeronave no tripulada tendrá que transmitir imágenes a tiempo real; información especialmente valiosa ante un caso de emergencia de estas características.
Deberá proporcionar la monitorización continua en tiempo real de peligros radiológicos
Porque la principal singularidad del dron no está en sus características de vuelo o en el sistema de control remoto, sino en el equipo de sensores que debe incorporar, con capacidad para detectar un amplio espectro de gases y elementos químicos o radiológicos. Entre otros, las "radiaciones neutrónicas y gamma emitidas por sucesos naturales en el medio ambiente, material nuclear, industrial o médico". También "deberá proporcionar la monitorización continua en tiempo real de peligros radiológicos".
Para la compra del dron se ha reservado una partida de 170.000 euros. El procedimiento es abierto, por lo que cualquier empresa interesada en suministrar el dron con los sensores químicos y radiológicos a la UME tendrá de plazo hasta el próximo 9 de enero para aportar la información requerida.
El volcán de Cumbre Vieja
Uno de los escenarios donde los efectivos de la UME han desempeñado sus funciones en la medición de elementos nocivos fue precisamente en La Palma, a partir de la erupción del volcán de Cumbre Vieja. La UME ya detalló de que el Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA) se encargaba junto al personal del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) de "la detección de gases como el dióxido de azufre y dióxido de carbono". Para ello contaban con un vehículo ligero de reconocimiento NRBQ (Nuclear, radiológico, bacteriológico y químico) VELIRE "cuyos sensores permiten detectar, identificar y tomar muestras ambientales de posibles agentes químicos que emanen de la lava, como pueden ser el dióxido de carbono o el dióxido de azufre".
Ahora, con la adquisición de un dron con sensores para detectar elementos químicos o radiológicos, los efectivos de la UME dispondrán de una nueva capacidad para acercarse a este tipo de amenazas y hacer las mediciones en un escenario de crisis.
Alexander
Con un sólo dron no se puede cubrir todo el territorio de España. Supongo que si en otros paises también se utilizan drones para supervisar desde el aire las consecuencias tóxicas o radiológicas de algunos accidentes tendrán varios drones ubicados, de forma previamente estudiada, a lo largo y a lo ancho de sus territorios.