El Defensor del Pueblo interviene por la incautación a un ciudadano español de dos garrafas de aceite en la frontera con Marruecos

Dos garrafas de aceite con más de seis litros de 'oro líquido'. Estas dos botellas han generado una polémica en Melilla de un caso que está siendo analizado por el Defensor del Pueblo. Un ciudadano español ha denunciado que la Guardia Civil incautó las dos vasijas cuando accedía desde Marruecos a nuestro país sin motivo aparente. En el escrito, al que ha tenido acceso Vozpópuli, solicita explicaciones de la intervención policial para aclarar si los agentes del Instituto Armado tenían razones de peso para aprehender su propiedad.

La intervención se produjo el pasado 7 de julio a las 16 de la tarde en el Puesto Fronterizo de Benienzar en Melilla. El ciudadano español regresaba a nuestro país tras haber estado con sus suegros en Marruecos que elaboran su propio aceite. Iba acompañado por su familia con este producto que era para su uso personal.

La intervención en la frontera con Melilla

No salió de su asombro cuando una agente de la Guardia Civil que se encontraba vigilando el puesto fronterizo le comunicó que está limitada la cantidad de aceite de oliva a cinco litros en la entrada a España. Esta funcionaria le ofreció devolverlo a origen o abandonarlo para su destrucción. El ciudadano español optó por esta segunda opción.

A pesar de ello presentó un escrito el pasado 30 de julio ante el Defensor del Pueblo para aclarar las circunstancias de la incautación de las garrafas de aceite. "Dicha actuación carece de legitimidad o habilitación legal, produciendo una interpretación torticera o desviación de lo que la norma regula, así como que no se ajusta a los límites que figuran en el anexo II de la citada Circular IM/1/2022, omitiendo las reglas para la interpretación de los límites de cantidad", señala el informe al que ha tenido acceso Vozpópuli.

Por esta intervención de la Guardia Civil, el hombre presentó una queja ya que en el puesto fronterizo, "no existe ninguna información de cartelería sobre mercancías que formen parte del equipaje, en ninguna zona visible para los pasajeros procedentes de Marruecos". Un aviso que está establecido por el reglamento de la Comisión Europea.

Una normativa sin actualizar

En su texto, el español también reafirma que la cantidad máxima que se establece es de 10 kg/l por vehículo particular. "Habiendo una contradicción entre la regulación europea de cantidades máximas y la nacional", afirma.

Otro de los aspectos que refiere es que los estados miembros deben revisar al menos una vez al año los mecanismos y las medidas de control específicos de las mercancías que formen parte del equipaje personal de los pasajeros y actualizarlos anualmente tras la temporada alta de desplazamientos. La citada circular no ha sido actualizada en dos años.

En atención al control sanitario de las mercancías destinadas a la alimentación humana en frontera por parte de la Guardia Civil, este individuo destaca que es competencia del Ministerio de Sanidad sin perjuicio de las competencias del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación."La determinación de la seguridad de un producto alimenticio para consumo humano no corresponde a
la Guardia Civil", remarca.

Pide la devolución de las garrafas de aceite

Por ello, este hombre considera que en este caso del aceite de oliva existe una responsabilidad en el ámbito penal y otra de dejación de funciones en el control sanitario por parte de los servicios de inspección de sanidad exterior responsables. Y es que incluso en el reglamento se cita como una de las condiciones que se destinen a su consumo o utilización personal.

Ante esta situación, el propietario de las garrafas solicita la devolución de los seis litros y medio intervenidos de aceite y también que se aclare cuáles son las funciones específicas de la Guardia Civil y de los servicios de inspección de sanidad exterior
"Se quiere hacer constar que si se realiza la devolución del producto intervenido se dejará sin efecto las acciones legales que en su caso se determinen por las infracciones que entendemos que se han producido", añade. Las dos garrafas de aceite siguen esperando en la frontera de Melilla para saber cuál será su destino definitivo.