Mariano Rajoy consiguió ayer el aval de las Comunidades autónomas para presentarse ante Europa como una voz única en torno al cumplimiento de los criterios del déficit y control del gasto. La verdad es que luego la interpretacion de letra pequeña de la declaración conjunta que apoyaron de forma unánime todos los presidentes autonómicos no es, en cambio, unívoca, aunque se abre al que era el gran escollo de esta V Confencia de Presidentes: el reparto del deficit entre las distintas administraciones.
El jefe del Ejecutivo hizo posible un pacto con el discurso de que "no hay mas margen de maniobra", según señalaron fuentes de Moncloa. No se trata de elegir, sino de seguir "el único camino posible". Y la mayoría de las Comunidades, incluida la catalana y la andaluza, aceptaron esa máxima a cambio, eso sí, de que se hiciera una concesion, esto es, abrir en el seno del Consejo de Politica Fiscal y Financiera el debate sobre cómo se distribuyen entre las distintas administraciones los objetivos de déficit. En este sentido, la declaración apunta a que "en un marco de corresponsabilidad y cooperación recíprocas, se comprometen (los presentes) a cumplir los objetivos de reducción del déficit estructural y acuerdan que el Consejo de Politica Fiscal y Financiera establezca un procedimiento de cara al año próximo para determinar los criterios de reparto de déficit derivados dela senda de consolidación fiscal fijada en el seno de la UE con la que estamos comprometidos, analizando los conceptos de gastos y servicios sostenidos por cada una de ellas". Éste fue el párrafo más trabajoso de la cita y el que retrasó el acuerdo.
Fuentes gubernamentales explicaron al término de la reunión que se mantiene el 1,5 por ciento de déficit de las Comunidades para este año a pesar de las dificultades que supone para muchas de ellas cumplirlo. La diferente interpretación es sobre el año que viene. Hacienda asegura que no se modificará el porcentaje del 0,7 para 2013 y que, a lo sumo, puede suavizare el del 0,1 para 2014. En cambio, las comunidades más batalladoras, como Andalucía, creen que es posible relajar el cumplimiento de los objetivos de déficit por parte de las autonomías para el año que viene, por lo que el Consejo de Política Fiscal y Financiera volverá a ser el escenario de la batalla.Cabe atribuir a Andalucía y País Vasco las alusiones que incorpora la declaración sobre la puesta en mercha de medidas a favor de la reactivación económica.
El borrador que presentó el Gobierno se reformó para dar cabida a la petición de las Comunidades de que se les flexibilice las exigencias de déficit, aunque no consiguieron modificar la de este año
El catalán Artur Mas también peleó este asunto obviando el órdago soberano que ha puesto sobre la mesa. No habló de independencia, ni de referéndum de autodeterminación, ni siquiera de Pacto Fiscal. "No hemos venido a eso", dijeron fuentes del Gobierno de la Generalitat. Por lo pronto, ayer apoyó el documento antes de abandonar el Senado destino a Barcelona. Lo que tenga que decir lo hará hoy en el Palau de la Generalitat. Por su parte, José Antonio Griñán también se olvidó de propuestas federalistas aunque dice tener un documento bastante avanzado al respecto.
Quien sí aludió a cuestiones territoriales fue el recién estrenado presidente del Ejecutivo madrileño, Ignacio González. Apeló a la unidad nacional y a la necesidad de aparcar "amenazas territoriales" en clara alusión al presidente de la Generalitat, con el objetivo de conseguir de Europa la ayuda que necesita España. En parecidos términos se manifestaron el presidente de la Junta de Extrremadura, José Antonio Monago, y la aragonesa Luisa Fernanda Rudi. También aludió González al cumplimiento del déficit, pero para incorporar un asunto que Moncloa no quería tocar, esto es, la revisión del sistema de financiación, que disgusta a muchas Comunidades gobernadas por el PP. A lo único a lo que se comprometió Moncloa en este capítulo fue a que el comité técnico permanente de evaluación del Consejo de Politica Fiscal y Financiera haga una evaluación del actual sistema, que caduca el año que viene, por lo que más tarde que pronto habrá que sentarse a negociarlo.
"No hemos venido a hablar ni de modelo de Estado, ni de la PAC, ni de Oriente Medio. Aquí hemos venido a hablar de economía", dijo Rajoy al término de la reunión en una multitudinaria rueda de prensa. Subrayó que en la reunión había habido "buen ambiente y necesidad de superar los problemas. No me parece que haya habido ningún reproche ni mal gesto de nadie", agregó en alusión no solo de Mas sino de aquellos presidentes autonómico populares, que como el valenciano Alberto Fabra, el balear José Ramón Bauzá o Rudi, se han quejado de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Moncloa está más que satisfecha, con la sensación de que la apuesta les ha salido bien a pesar de que las dificultades previas no aventuraban que la V Conferencia de Presidentes llegara a buen puerto.
Soraya a Mas: "Es lo que hay"
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, departieron no sin tensión en algunos momentos de la cita. Mas no ha dudado en dejar de manifiesto su incomodidad. Lo hizo con Rajoy cuando se entrevistaron en Moncloa, lo hizo con el Rey cuando este acudió a Barcelona a la entrega de unos premios y volvió a hacerlo ayer tanto a su llegada como a su salida del Senado, del que se fue sin querer hablar con los periodistas.
Ayer, sentado a la izquierda de Santamaría hubo un momento en que le comentó con cierta crudeza "es lo que hay". Mas admitió que hubiera esperado otra cosa. "Es una propuesta de austeridad", le inquiere de nuevo la vicepresidenta según captaron las cámaras de Telecinco, y le ruega a continuación que estudie la propuesta del Gobierno.