Las cintas con las imágenes del encuentro entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas permanecerán bajo custodia judicial mientras el archivo del caso dictado por el juez de Madrid no sea definitivo, informan a Vozpópuli fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Hasta que haya una decisión al respecto, todavía transcurrirán unos meses, según las mismas fuentes.
El dirigente socialista se desplazó la noche del 20 de enero hasta la pista de vuelos privados del aeródromo madrileño para reunirse en secreto con la mandataria bolivariana que hizo escala en España con motivo de un viaje a Turquía. La cita fue desvelada por Vozpópuli pese a que el ministro lo negó inicialmente y tampoco informó de ella en su agenda. Las imágenes podrían esclarecer el tiempo que Ábalos permaneció en el avión privado de Rodríguez o el equipaje que llevaba ella junto a su séquito de acompañantes.
Delcy Rodríguez tiene prohibida la entrada en territorio de la Unión Europea por la vulneración de Derechos de Humanos que ejerce en su país el Gobierno que encabeza Nicolás Maduro. Por ello la reunión provocó una crisis en el Gobierno de Pedro Sánchez y la presentación de varias querellas en el Supremo contra el ministro por su condición de aforado y contra los funcionarios policiales ante los juzgados de instrucción de Madrid.
Medida cautelar
El Partido Popular pidió como medida cautelar que se preservaran las cintas ante el Juzgado de Instrucción número 7, que se encontraba en funciones de guardia. Sin analizar el fondo de la cuestión, este juzgado ordenó en febrero a AENA -responsable del aeropuerto y dependiente del Ministerio que dirige Ábalos -que custodiase las imágenes el tiempo que durase la investigación. Por la Ley de Protección de Datos, todas estas grabaciones deben ser destruidas en un plazo de tiempo. Esa medida cautelar se incorporó al procedimiento en el Juzgado de instrucción número 31, que estudió finalmente los hechos.
Ahora el futuro de las grabaciones depende de ese Juzgado número 31 que dirige el juez Antonio Serrano-Artal. Este magistrado dictó hace unas semanas el archivo del caso dirigido contra los policías del aeropuerto. Lo hizo sin pedir el visionado de las cintas. Alega el juez que Rodríguez no incumplió ninguna norma internacional ya que no llegó a pisar suelo español. Zanjó que estuvo en todo momento en zona de tránsito. Según la información de este periódico, bajó del avión tras verse con Ábalos, pasó buena parte de la noche en una sala Vip y a la mañana siguiente tomó un vuelo con destino a Doha.
Vox ha recurrido este archivo, según confirman fuentes de la formación. Se quejan de que no han tenido acceso a todas las pruebas. La última palabra la tendrá la Audiencia Provincial de Madrid, que deberá decidir si confirma el archivo u ordena la reapertura del caso. Esta última opción es poco probable dado que el Tribunal Supremo también optó por rechazar la querella contra Ábalos por los mismos hechos al no ver delito. Aunque el alto tribunal sí considera que la vicepresidenta venezolana pisó suelo español, cree que eso merece un reproche político y no penal.
Para que la Audiencia Provincial decida, antes hay que asignar el recurso a una de sus 15 Secciones. Las fuentes jurídicas consultadas informan de que la resolución de un recurso de estas características -el archivo de una causa sin preso- tarda entre cinco y diez meses en resolverse de media. Ese es el tiempo mínimo que le queda a las cintas de Ábalos con Delcy Rodríguez. En caso de que esa instancia superior confirme el sobreseimiento del caso, se procederá a la Ejecución de la sentencia, según las mismas fuentes.
Eso incluye decidir qué hacer con las grabaciones. Lo más probable, atendiendo a los precedentes, es informar a AENA para comunicarle el final de la custodia judicial y por tanto proceder con ellas como consideren conveniente. Cuando en febrero el juez prohibió la destrucción de las cintas, Ábalos dijo no tener nada que esconder: “Me parece muy bien, no hay ningún interés en que dejen de estar. Si las quiere conservar se conservan, no pasa nada (...) Si siguen ahí es porque no hay ningún interés (en ocultarlas). Es más, me vendría muy bien (que se difundieran) porque se aclararían muchas cosas. Se vería absolutamente todo bien".