España

Denuncia por insultar a su exmujer en la nómina siendo su jefe: "Mes de octubre, zumbada"

Tamara comenzó a trabajar en la empresa en 2019 y no tardó en enamorarse de su jefe. La relación avanzó rápidamente: quedó embarazada, se casaron y tuvieron un hijo

  • Una patrulla de la Guardia Civil

Tamara A.G., de 35 años, empleada en una empresa de administración de fincas en Barakaldo, tal y como explica el medio El Correo, ha decidido llevar su caso a los tribunales. Denuncia a su jefe, que además es su exmarido, por haber incluido un insulto en la nómina de los meses de septiembre y octubre del año pasado. En la casilla de beneficiario del salario se podía leer la palabra "zumbada". Este acto ha sido la gota que colmó el vaso en una relación laboral y personal cada vez más conflictiva.

Tamara comenzó a trabajar en la empresa en 2019 y no tardó en enamorarse de su jefe. La relación avanzó rápidamente: quedó embarazada, se casaron y tuvieron un hijo. "Pensaba que era el hombre más maravilloso del mundo", recuerda Tamara en declaraciones para El Correo. Sin embargo, la luna de miel no duró mucho. Los problemas llegaron pronto y la pareja decidió separarse. El divorcio ha resultado ser un proceso muy conflictivo y mantienen una disputa por la custodia del niño, que actualmente vive con Tamara.

La situación laboral de Tamara se complicó aún más cuando, al descargarse las nóminas para aportarlas en el juicio de familia celebrado el pasado mes de abril, descubrió el insulto en el concepto de beneficiario de los salarios. «De inmediato llamé a mi abogada y se lo conté», explica. Asesorada por su letrada, decidió interponer una denuncia por insultos contra su exmarido en la comisaría de la Ertzaintza en Sestao. Este caso aún está pendiente de juicio.

Influencia de otros casos mediáticos

La decisión de Tamara de hacer público su caso se vio influenciada por un incidente similar que apareció en los medios de comunicación. Un panadero de Málaga había denunciado a su jefe por incluir un insulto homófobo en su nómina. «Nada de lo que nos pase a nivel personal justifica que me ingrese una nómina a nombre de zumbada. Sobrepasa todas las líneas. Soy su empleada», protesta Tamara.

La empresa, convertida en sociedad limitada en 2021, cuenta con dos socios y solo en la oficina de Barakaldo emplea a catorce personas. A pesar de que una de las alegaciones del denunciado ha sido que se debía incluir también al otro dueño de la firma en la denuncia, Tamara aclara que no tiene ningún problema con él. La relación con su jefe y exmarido, sin embargo, se ha deteriorado significativamente.

Baja médica por ansiedad

Tamara, que en el pasado había recibido «cartas de felicitación» por su labor con las comunidades de vecinos, está de baja médica desde el pasado mes de enero. La causa: problemas de ansiedad y un trastorno adaptativo. No es el único enfrentamiento laboral que han tenido. Tamara también ha reclamado por retrasos en el abono del salario y por pagos incorrectos. «Yo no soy la mala aquí. No soy la que hace mal las cosas», sostiene para El Correo con convicción.

Intentando solucionar la situación, Tamara trató de hablar con su jefe. Sin embargo, él ha cortado toda comunicación. «Ahora sé que me equivoqué hasta el fondo con él. Actuando de esta forma busca solo hacerme daño. Lo que quiere es que me vaya de la empresa», subraya. El caso de Tamara pone en evidencia la delgada línea entre lo personal y lo profesional cuando ambas esferas se mezclan de manera tan conflictiva.

Este caso también abre una reflexión sobre el acoso laboral y la utilización de la posición de poder para ejercer presión sobre los empleados. Tamara no solo enfrenta insultos directos, sino también un ambiente de trabajo hostil que ha afectado su salud mental. La empresa tiene la responsabilidad de garantizar un entorno de trabajo respetuoso y libre de abusos, independientemente de las relaciones personales entre sus miembros.

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