El Servicio Territorial de Sanidad de la Delegación Territorial de la Junta en León ha detectado un brote de triquinosis que, de momento, afecta a dieciséis personas relacionadas con la caza en la zona del Valle Gordo y Tremor, por la presencia de larvas en un embutido de jabalí que, al parecer, podrían haber compartido.
El pasado día 19 de abril la Unidad de Diagnóstico Rápido del Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) detectó a un paciente con síntomas compatibles con triquinosis, que se confirma tras el pertinente análisis serológico.
El paciente indicó que formaba parte de un grupo de cazadores de la comarca de Omaña y que suelen juntarse con otro grupo de cazadores de la zona de Tremor donde comparten comida y elaboran embutidos.
A partir de esta información técnicos del Servicio Territorial de Sanidad de León, de la Sección de Epidemiología y de Protección de la Salud, inician las investigaciones contactando presencialmente con el afectado. Hasta la fecha 26 personas han pasado por la Unidad de Diagnóstico Rápido, ha informado la Delegación Territorial de la Junta en un comunicado remitido a Europa Press.
En estos momentos hay dieciséis personas con sintomatología clínica compatible con triquinosis ya sometidos a tratamiento. De ellos, cuatro tienen ya la confirmación serológica, mientras se está a la espera de los resultados de los otros doce. No se descarta la posibilidad de más casos.
Además, y dado que algunos contactos no residían en Castilla y León, se ha informado a sus comunidades autónomas para el seguimiento de estos. Por el momento, solo uno de los dieciséis afectados ha tenido que ser ingresado en el Caule donde ya le han dado el alta médica.
Recogida de muestras
De manera paralela, los técnicos de la Sección de Protección han procedido a la toma de muestras de la carne de jabalí y de los embutidos consumidos habitualmente por los cazadores. Dichas muestras han sido analizadas por el Laboratorio de Salud Pública de Salamanca (acreditado por ENAC para la determinación de larvas de Triquina) y han confirmado presencia de larvas en un chorizo.
Una vez localizada la presencia de larvas en el embutido de jabalí se remitirán muestras al Laboratorio Nacional de Referencia (Centro Nacional de Alimentación de la AESAN) para determinación de la especie de Triquina. De las siete especies existentes, las principales circulantes en España son T. spiralis y T. britovi, aunque ocasionalmente se ha detectado la circulación de T. pseudospiralis.
Investigación
El Servicio de Sanidad de León continúa con la investigación en torno a este brote. La investigación se centra en establecer la trazabilidad de los embutidos infestados para determinar el animal causante de la enfermedad al objeto de identificar la zona de caza de procedencia.
Una vez que se ha determinado el alimento implicado se está procediendo a la identificación de todos los alimentos o embutidos elaborados con carne sospechosa con el objetivo de su localización para proceder a su inmovilización y posterior destrucción, para evitar nuevos contagios.
LA ENFERMEDAD
Es una enfermedad parasitaria que afecta a los humanos y a numerosas especies hospedadoras, principalmente mamíferos silvestres y domésticos (jabalíes, cerdos domésticos, cerdos asilvestrados o híbridos), producida por diversas especies del género Trichinella (triquina). En España, es una enfermedad de declaración obligatoria y las especies habitualmente identificadas son T. spiralis y T. britovi. Además, se ha detectado T. pseudoespiralis.
La principal fuente de infección para los humanos es la carne y los productos cárnicos crudos o insuficientemente cocinados procedentes de jabalí o cerdo con triquina La manifestación clínica en los humanos es muy variable, dependiendo de la sensibilidad del individuo, de su estado inmunitario y de la cantidad de larvas de triquina ingeridas.
Puede manifestarse como una enfermedad asintomática hasta provocar cuadros severos, con síntomas como dolor de cabeza, párpados hinchados, fiebre, sudoración profusa, dolores musculares, diarrea, cansancio y postración, pudiendo llegar a producir la muerte. La triquinosis no se contagia directamente entre humanos, sólo ante la ingesta de carne infestada.
Prevención
El análisis de la carne mediante el método de detección de referencia para triquina es fundamental en este tipo de especies (cerdos y jabalíes). La salazón, el ahumado y la desecación no son eficaces para su eliminación. Por ello, los jamones, los salchichones y otros productos curados elaborados con carne de jabalí o cerdo sin control veterinario son posibles transmisores de esta enfermedad, si el animal estaba parasitado. La congelación de la carne de jabalíes tampoco es un método seguro. Se recomienda consumir la carne de jabalí bien cocinada.
Desde el Servicio de Sanidad, y ante el conocimiento de la presencia jabalíes infestados por triquina en la provincia, recuerda a las asociaciones y particulares que de forma directa o indirecta exploten los recursos de dichas zonas de caza, deben tener presente el riesgo y la necesidad de analizar mediante técnicas de digestión por cualquier animal sensible que pueda ser objeto de consumo humano o animal.
Asimismo, recuerda a los Veterinarios Colaboradores que los análisis de triquina se lleven a cabo con la máxima precaución mediante técnicas de digestión. Y a los profesionales sanitarios que estén alerta ante síntomas clínicos en personas compatibles con infestaciones por triquina.