La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dado eco otro año de las sillas infantiles que más problemas pueden llegar a causar en caso de que no se adecuen al coche en el que son instaladas. Este es uno de los elementos de vital importancia cuando los más pequeños de la familia montan en un vehículo. Además del carro, la cuna o la bolsa del hospital, entre demás utensilios, la sillita de los niños nunca puede faltar en un viaje, a dónde quiera que sea, en coche. Y por si a alguien alguna vez se le olvida, ahí está la DGT para recordarlo.
La DGT es la responsable de velar por la seguridad vial. Esto implica que todas las personas que se pongan al volante en un coche, deben cumplir las reglas establecidas, por su bien y por el bien del resto de acompañantes. Esta es la única manera para evitar, o al menos prevenir, los casos de siniestros y pérdidas al volante, influyendo también directamente el tener un buen comportamiento y ser responsable cuando estamos circulando.
Poco se puede hacer cuando ciertos conductores no respetan la carta magna de la DGT. Es por ello que, con el paso de los años, los agentes de la entidad han ido endureciendo tanto las multas, como las infracciones. Esto ha hecho que cada vez existan más restricciones y sanciones que muy pocos conocen. Desde multas por conducir un coche manual con el carnet del automático, hasta posibles avisos por no llevar un sistema de retención infantil acomodado al tipo de coche. Para intentar prevenir estas últimas, la DGT ha expresado cuáles son, en carácter de estos últimos años, las sillas infantiles con las que más cuidado hay que tener, sobre todo por su homologación.
DGT: las cinco sillas infantiles más problemáticas
En primer lugar, el informe aportado por el organismo resalta que los resultados concluyentes han sido muy positivos este año. El motivo: once de las veinte sillas analizadas han alcanzado una calificación de 4 estrellas (buena). Además, solamente una de todas las analizadas ha suspendido.
En dicho informe se analizan y valoran la seguridad, el uso (su facilidad para ser instalada, instrucciones de uso, peso), la ergonomía (espacio para el niño y espacio requerido para su instalación) y el contenido de sustancias tóxicas de veinte nuevos modelos de diferentes tamaños. Es precisamente en este último apartado donde se ha encontrado el único suspenso del estudio. En la silla Besafe iZi Twist M se ha detectado que el material de la funda de la silla está contaminado con naftalina, sustancia sospechosa. Por ello ha sido calificada con una única estrella (no cumple los criterios sobre sustancias nocivas).
Esta silla, empleable en niños de hasta 10 años, lidera el ranking de las más problemáticas, con otros ocho sistemas de retención infantil empatados a 3 estrellas. De todas ellas, destacan cuatro con menor puntuación: los casos de Besafre Stretch B y Avionaut Sky 2.0 (ambas homologables hasta 7 años), la silla Jané Concord iKonic R (hasta 4 años) y Recaro Salia 125 Kid (empleable en niños entre 1 y 7 años). Todas ellas tienen, al menos, tres estrellas de puntuación en dos de los aspectos mencionados anteriormente, estando en su mayoría involucrados tanto el uso de la silla como su ergonomía.
Todos estos casos fueron expuestos tras el análisis propio del consorcio europeo, donde también participa el Real Automóvil Club de España (RACE). En su objetivo de proteger a las familias, el RACE participa año tras año en el Informe Europeo sobre la Seguridad en los Sistemas de Retención Infantil (SRI). De este modo, si se quieren, por ejemplo, analizar o comparar varios dispositivos diferentes, el propio club español pone en servicio un comparador de sillas infantiles abierto a todo usuario de su portal.
Las claves para elegir una silla infantil
Así mismo, la Fundación RACE convoca en su página web, al igual que también lo hace la DGT, las cinco claves a tener en cuenta a la hora de elegir una silla infantil para el coche. De forma enumerada se mencionan:
- Llevar el coche a la tienda para probar la adecuación de la silla al vehículo. Se trata de algo marcado como fundamental: debe generarse una simbiosis entre coche y silla. En la tienda se comprobará, por lo tanto, si la silla puede instalarse de una forma más estable y segura.
- Hay que asegurar que los cinturones estén lo más rectos posible y que no se doblen. Solo así se podrá garantizar la sujeción óptima de la silla infantil.
- Si se opta por un elevador con respaldo, puede ser que el cinturón de hombro se atasque en la silla infantil y no se retraiga de forma natural cuando el niño se incline hacia adelante. En este caso, la RACE y la DGT recomiendan buscar una silla en la que la guía superior se adapte mejor al asiento y al cinturón.
- En caso de tener que instalar y desinstalar con frecuencia la silla, siempre será mejor optar por las de dos piezas (compuestas por la estructura de la silla y una base). Este tipo de sillas son adecuadas para los vehículos con dos puertas, en parte porque no pueden girarse lateralmente.
- Las sillas para niños menores suelen ser más pesadas que los modelos indicados a niños de entre 4 y 12 años. Si se cambia de coche con frecuencia, cambiando con él la silla también, una opción más ligera supone una ventaja.
Además, según explica la DGT, desde el mes de septiembre ningún fabricante europeo puede fabricar sillas infantiles bajo la normativa R44 (vigente hasta 2013, donde se aprobó la R129) ni pueden importarse sillas de este tipo a la Unión Europea, sin llegar a venderse directamente incluso a partir del 1 de septiembre de 2024. El motivo es la actualización de los SRI para aportar una mayor seguridad. Esto no significa que no se pueda circular con una silla R44 desde entonces, pero la DGT recomienda actualizarse a la nueva normativa con la mayor brevedad posible.
