El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ha declarado este jueves como testigo ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para dar cuenta del dispositivo policial del 1-O. Según fuentes presentes en su comparecencia, el mando al que se le encargó coordinar a las distintas fuerzas de seguridad aquel día ha dicho que los Mossos d’Esquadra actuaron para facilitar la celebración de la consulta ilegal.
De los Cobos ha recordado que los Mossos, dirigidos entonces por el investigado Josep Lluís Trapero, actuaron como foco de información sobre cómo eludir las órdenes judiciales, que habían anulado la consulta. Su plan, según este testigo, iba encaminado a que el 1-O se celebrase en lugar de impedirlo, tal y como había establecido la Justicia. El coronel ha acusado al cuerpo autonómico de dar pautas en los colegios sobre cómo actuar.
En ese sentido ha recordado que el despliegue de los Mossos fue insuficiente limitándose a dos agentes por colegio y sin vehículo. Aquella jornada estuvo marcada por las cargas policiales de la Policía Nacional y la Guardia Civil y la pasividad de la policía catalana.
Ha reiterado un dato usado varias veces por el Ministerio del Interior: el 1-O se desplegaron 7.000 Mossos y en las elecciones del 21-D había 11.000. El mando ha denunciado también que el día de la consulta se mantuvieron los permisos y días libres. Ha llegado a decir que el dispositivo estaba diseñado para no ser operativo.
Sobre los días previos a la consulta, De los Cobos ha descrito una "tensa" reunión en la que estaba presente el exconseller de Interior Joaquim Forn, actualmente en prisión. En ese encuentro, Forn le instó a que la Policía y la Guardia Civil se supeditasen a los Mossos. Lo que respondieron, según este mando, es que la manera de evitar desórdenes públicos era desconvocar la consulta. De los Cobos comenzó a declarar a las 10 horas y cuatro horas después, seguía dando explicaciones al juez.