Es un dicho habitual aquello de "no pasan más cosas porque Dios no quiere" y parece haberse cumplido a rajatabla en el caso de las infecciones de ébola en España. El país cree haber controlado la crisis sanitaria después de que la auxiliar Teresa Romero supere definitivamente la infección. Sin embargo, viendo la cadena de errores de la que ya se lleva hablando todo el mes de octubre, parece increíble que sólo se haya producido un contagio en territorio nacional por el momento. Siempre teniendo en cuenta que se trata de una versión parcial de la realidad, pues sólo recoge las opiniones de los profesionales de la enfermería a través del Consejo General de la Enfermería, que presentó su informe, hecho a toda prisa, sobre los errores cometidos por la administración en la crisis del ébola y en el que detectaba tres posible infracciones legales: laboral, penal y civil patrimonial.
Algunos de los errores que han denunciado los profesionales de la enfermería, en testimonios recogidos por este informe, son realmente sorprendentes, aunque no todos son achacables a la administración. Desde luego, sí evidencian una cosa: la crisis del ébola ha pillado con la guardia bajada a la sanidad española, tanto a sus políticos como a sus profesionales, que se ha visto obligada a improvisar.
Aquí van algunos de los errores más sorprendentes:
- El horario de atención del servicio de medicina preventiva para los profesionales que han estado en contacto con el virus del ébola se estableció de 8 a 15 horas de lunes a viernes. Fuera de ese horario, tenían que remitirse al 112 y no contaban con un servicio específico. Parece que en un caso de incertidumbre como el que se vivió se podía haber doblado el turno.
- En un principio, se comenzó a usar un producto de desinfección llamado 'big spray' que se tenía que aplicar directamente sobre las superficies, sin limpieza previa de las mismas, para transcurridos varios días, suspenderse de forma inmediata la aplicación del mismo por la posibilidad de que generase porosidades en los EPI, provocando que los mismos pudieran perder su función aislante. Es decir, el spray se 'comía' el traje especial.
- Las botas no eran impermeables. Hasta el día 9 de octubre, según los sanitarios, se estuvieron utilizando en el hospital Carlos III piernas (botas) no impermeables, según fueron detectadas por los profesionales de la unidad de amenaza bacteriológica (NBQ) del Samur. Días después de esta detección, las piernas del equipo de protección, se cambiaron por unas piernas impermeables.
- Las gafas protocolarias no tenían antivaho. Este es uno de los puntos que más destacó el estudio de los enfermeros, un estudio realizado tan a toda prisa que aún contenía muchas erratas por no haber sido repasado correctamente. La normativa obligaba a que las gafas fueran antivaho, ya que dentro del traje entre 45 y 50 grados centígrados, lo cual produce una gran sudoración y un aumento de la temperatura corporal que provoca que se empañen las gafas. Cuando éstas están cubiertas de vaho, y al tener que manipular un cuerpo de enfermo con ébola o un cadáver, se provocaban situaciones "muy peligrosas" para los sanitarios que tenían que trabajar en esas condiciones.
A pesar de todos los fallos que se denuncian, en España sólo ha habido un contagio por ébola mientras en Estados Unidos ya llevan dos
- Para terminar con todos los errores relacionados con el EPI (Equipo de Protección Individual), que así se denomina al traje especial, los enfermeros denuncian que los guantes no cumplían con las normas de seguridad. Los fallos achacables a la protección de las manos dependieron del centro hospitalario, en algunos sitios se denuncia que eran de vinilo en lugar de nitrilo, en otros se denuncia que no cubrían la muñeca como está estipulado, y por último se denuncia que el par de guantes que se pone por fuera (al igual que en el resto, se ponen dos capas) era del mismo tamaño que los interiores, cuando deberían ser más largos para proteger mejor la zona expuesta al virus.
- La empresa funeraria fue la encargada de explicar los pasos a seguir a los sanitarios una vez que se produjeron las muertes de los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo, a cuya habitación entró dos veces la auxiliar de enfermería, una vez en vida del paciente y la siguiente tras haber fallecido. Según el informe, había "falta de información y de formación sobre el manejo post-mortem de los casos".
- Dos celadores que estuvieron en el proceso de preparación del cadáver fueron llamados según el informe "precipitadamente para ayudar en el traslado". Aseguran los enfermeros que nunca habían estado en dicha unidad, no habían recibido formación previa en este sentido, ni habían tenido la oportunidad de ponerse y retirarse el traje anteriormente. En ese momento, dicen, sería la primera vez que se colocaran el traje, siguiendo las pautas de otros compañeros "con un poco más de experiencia".
El consejo de enfermeros pondrá en conocimiento de la Fiscalía este informe con los, a su juicio, fallos más clamorosos de la administración por si esta considera que debe tomar acciones legales. Por el momento, no van a personarse como acusación aunque sí apoyarán los casos individuales de personal sanitario que decida acudir a los juzgados, "tanto de enfermeros como de auxiliares de enfermería". Lo que sí es evidente es que, a pesar de todos estos fallos que denuncian, hasta ahora sólo ha habido un contagio, mientras en Estados Unidos llevan dos, y además no puede saberse exactamente a qué se ha debido.
Guerra de videos
Por otra parte, mientras los enfermeros presentaban un video en el que mostraban cómo se habían concatenado los fallos a la hora de ponerse y quitarse el traje especial, debidos "a la propia preparación de los profesionales, porque una charla de 15 minutos no es una preparación adecuada", el hospital Carlos III de Madrid, centro de referencia para el tratamiento del ébola y dependiente de la Comunidad de Madrid, enviaba otro video en el que mostraba cómo ya en agosto había habido pruebas para ponerse los trajes especiales que habían concluido favorablemente.
Este es el video que compartió el Consejo General de Enfermería, en el cual se hacía notar como "incluso un profesional bien preparado tenía problemas sobre todo a la hora de quitarse el traje y contando con un espacio suficiente":
https://youtube.com/watch?v=zdAybjaN8p0
Poco después, el citado hospital madrileño enviaba otro video, en el que se mostraba como en agosto se hacían pruebas con el traje especial. Para ponérselo no hay mayor problema, el mayor problema viene al quitárselo después de haber estado con el enfermo, ya que entonces el traje sí está impregnado con el virus, muy contagioso. En ese momento es clave tocarlo sólo por dentro, nunca por fuera.
https://youtube.com/watch?v=pqC__71BcKM
Una batalla la de los trajes, en cualquier caso, baldía. Según el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González: "Nunca sabremos cómo se produjo el contagio". González, por cierto, pidió la dimisión del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, por haber "insultado" a la paciente Teresa asegurando que mentía.
Aclaración de la empresa STS Protección
La compañía distribuidora de los EPIS, aclara desde su experiencia de casi 30 años en el ámbito de la protección los siguientes puntos:
1.- El vestuario de protección no es posible que se descomponga por la aplicación de un producto químico de descontaminación y menos para los productos descontaminantes y la concentración que la OMS indica en su protocolo para el virus ébola, sobre todo, porque ANTES DE SER UN VESTUARIO BIOLÓGICO ES UN VESTUARIO QUíMICO.
2.-Las botas no son impermeables, efectivamente son HIDROREPELENTES, no es lo mismo, esto es, tienen una resistencia al lÍquido de una columna de agua de 300 mms/cm2, porque se supone que se emplean en suelos húmedos pero no inundados, si en un momento ha habido paso de líquidos es porque el fenomeno ha sido de inundación.
3.- Las gafas no son antivaho, efectivamente, Prevención de Riesgos Laborales, quiso que las gafas fueran totalmente ESTANCAS, sin POSIBILIDAD DE CONTAMINACIÓN DE LA MUCOSA DEL OJO.
4.- La temperatura del traje 40/5grados C, en problemas de cat III debemos prever todas las circunstancias por lo que prevalece la protección sobre el confort. El stress termico y la medida cardiorespiratoria está certificada con tiempos de uso certificados.
Por otro lado, el resto de los productos no son de nuestra responsabilidad y no tenemos opinión al respecto.