Educación

Inspector de educación en Cataluña: "Han impulsado a los alumnos a firmar documentos sin el requisito de que lo hagan sus padres"

Entre las irregularidades cometidas por varias escuelas e institutos, Jesús Rul i Gargallo destaca el posicionamiento de directivos y profesores respecto al hecho secesionista, además de la promoción de huelgas convocadas por sindicatos de estudiantes con apelaciones de ir en contra del franquismo o del artículo 155 sin mediación por parte de los directivos.

  • Estudiantes catalanes en una imagen de archivo.

Que la mayoría de instituciones y funcionarios públicos ajusten bastante su conducta a su deber no significa que haya que minusvalorar la gravedad de las irregularidades que están ocurriendo bajo el techo de algunos centros escolares en Cataluña. Los "casos aislados" a los que se refiere el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, están penalizados incluso por la propia normativa catalana según ha constatado este viernes Jesús Rul i Gargallo, inspector de educación en Cataluña recientemente jubilado que acaba de terminar su estudio Competencias de control público de la educación pública en Cataluña en defensa del derecho de los alumnos y como garantía de legalidad.

"Hay que tener en cuenta que la importancia numérica y porcentual [de casos] es limitada. La mayoría de instituciones y funcionarios públicos ajustan bastante su conducta a lo que debe ser. Tampoco hay que minusvalorar la gravedad de lo que está ocurriendo porque tiene un gran impacto escolar en las instituciones donde ha ocurrido, ya que ha creado alarma en muchas familias y un tratamiento mediático muy significativo", ha aclarado Rul ante las preguntas de Carlos Herrera en Cope esta mañana.

Entre las irregularidades cometidas por varias escuelas e institutos el inspector destaca el posicionamiento de directivos y profesores respecto al hecho secesionista, además de la promoción de huelgas convocadas por sindicatos de estudiantes con apelaciones de ir en contra del franquismo o del artículo 155 sin mediación por parte de los directivos. "Incluso sin el requisito de que los padres firmen unos documentos e impulsando a que los alumnos firmen ellos mismos, cuando legalmente no pueden hacer huelga porque no son trabajadores", ha señalado. También ha hecho referencia al uso de materiales escolares que promueven el secesionismo y la exhibición de carteles y esteladas en instituciones escolares: "Todo esto es muy irregular".

"Aparte de lo que está pasando dentro de las escuelas, como el uso de libros de texto con poca objetividad, existe una parte externa, un entorno socio-educativo que incide en el funcionamiento de los centros. El posicionamiento de asociaciones de padres de alumnos o de algunos sindicatos y partidos políticos, el tratamiento que las televisiones públicas hacen de la cuestión educativa crea un magma, un caldo de cultivo que incide y crea distorsión en el funcionamiento de las instituciones educativas", denuncia el autor del informe que, entre 1983 y 2015, fue inspector de educación en diversos destinos de Barcelona y provincia.

"La educación consiste en formar la conciencia del niño, pero respetando su propio juicio y la legislación catalana sobre principios de los funcionarios públicos y lo que son faltas disciplinarias inciden en estos aspectos. Hay un decreto legislativo del año 1997, que es catalán, y que dice que todos los funcionarios públicos deben respetar los principios del artículo 103 de la Constitución, que hace referencia al sometimiento pleno a al ley y al derecho", ha recordado Rul.

Además, según el inspector, deben actuar con "exquisita imparcialidad" y se considera como faltas: incumplir el deber de fidelidad a la Constitución española en el ejercicio de la función pública; discriminar alumnos por el lugar de nacimiento, circunstancias personales y convicciones; adoptar acuerdos ilegales con daño grave a los ciudadanos; violar la neutralidad o independencia política y el abuso de autoridad en el ejercicio del cargo.

Por último, Rul ha recordado que el 80% de los inspectores educativos en Cataluña ha accedido al cargo a través de un concurso de méritos, pero no pertenecen al cuerpo de inspección, por lo que sus actuaciones siempre están pendientes de que le puedan renovar la comisión de servicio para continuar en el ejercicio de la función inspectora desde la Generalitat. "Esto es irregular, la Generalitat ha reiterado durante muchos años este fraude de ley y ha suspendido el último concurso de mérito que hubo, lo que es una situación grave, lo normal para trabajar con inspectores es pertenecer a un cuerpo específico de inspección y así tener autonomía y capacidad de actuación", ha defendido en el programa radiofónico.

"Desde hace un tiempo se percibe un cambio en las percepciones y el ambiente creciente del nacionalismo ha ido distorsionando cuestiones que antes eran normales", considera Rul, que ha reconocido lo "complicado" que ha sido elaborar el estudio "por la complejidad y reiteración de los hechos y por el impacto que está teniendo en la sociedad en Cataluña y en la vida de algunas escuelas e institutos".

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