Javier es dueño del bar-cafetería 'Mar de las Calmas', en el sur de la isla de El Hierro, justo enfrente del puerto de La Restriga, uno de los puntos 'calientes' de la llegada de inmigrantes. Su rutina lleva siendo la misma desde hace años. Se levanta, desayuna tranquilamente y se dirige a la Avenida Marítima, donde está ubicado su bar. Abre a las diez de la mañana y desde ese momento no para la actividad. Un café allí, una tostada allá. Su especialidad son los pescados y los mariscos, así que el momento más activo es el de la comida.

En su normalidad antes se incluía la llegada de un cayuco a la orilla una vez al mes, "cada quince días, en ocasiones". Sus clientes habituales ya estaban acostumbrados a que ocurriera. El bar está en primera línea de costa y se ve todo el proceso perfectamente. Pero la cotidianidad ha cambiado las últimas semanas. Ya no llega un barco al mes. Ahora llegan tres o cuatro al día solo a su zona. De hecho, los que atienden las llegadas están desbordados. "A veces, no damos abasto", cuenta a nivel personal un miembro de Salvamento Marítimo de El Hierro, que realizan un rescate cada cinco horas.

Dueños de bares y de restaurantes, trabajadores de hoteles y pensiones y vecinos de la zona comparten un sentimiento: la resignación. "No queda otra que aceptar el aluvión; ¿qué hacemos con ellos una vez que llegan?", cuenta el dueño de 'Mar de las Calmas'. Ya se han acostumbrado al 'estrés' que supone las llegadas de estas barcazas varias veces al día, lo han "integrado" en su día. "No nos afectan ya mucho. Llegan, les atienden desde Salvamento Marítimo y la policía y a las horas ya han sido trasladados a Tenerife y otra isla. Somos el punto de llegada, pero casi nunca se quedan aquí", cuenta el dueño de una pequeña tasca, cerca también de la línea de costa.

De vez en cuanto tienen que prestar algún servicio. Dar algo de bebida o de comida a alguno que está peor, llamar a los servicios de urgencias en ocasiones puntuales, u ofrecerles un sitio cerrado mientras esperan a los responsables. "Por ejemplo, a veces damos bocadillos", cuenta una vecina de la zona.

Eva atiende la pensión 'Sur Restinga', la casa más al sur de España y, por lo tanto, de Europa, situada justo a pie de playa. Desde los balcones de su hotel se pueden ver las llegadas de todas las pateras al puerto. En su caso, está harta de la suciedad que genera el desembarco de inmigrantes. "La puerta del hostal está llena de porquería. Eso nos repercute porque a veces espanta a los clientes. ¡Pero no culpamos a los que llegan! Bastante tienen con tener que huir. Simplemente, nos supone un gran problema porque rompe la calma de los clientes, que en ocasiones deciden no volver y nos quita oportunidades de crecimiento. Sólo queremos darle voz".

En una línea muy parecida, la dueña del hostal y sus compañeras se 'quejan' del ruido y el caos que en ocasiones se provoca al llegar 100 personas de golpe. A veces las barcazas se vuelcan, provocando un gran "jaleo" y ensuciando el mar. "Es una lata...", cuenta una de las trabajadoras del hotel en El Hierro.

Ayuda económica para El Hierro y el resto de Canarias

Ante la escalada de este problema, el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, se ha visto en la necesidad de anunciar una partida de 50 millones de euros para la gestión en Canarias de los cerca de 4.000 menores migrantes que tutela el Gobierno autónomo, y ha pedido solidaridad a comunidades como Madrid, "que con una población de ocho millones solo se ha ofrecido a acoger 30".

El Hierro y el resto de las Islas Canarias cuentan con otro punto fuerte, aunque en desde hace semanas se encuentran desbordados: Salvamento Marítimo. El propio organismo explica a Vozpópuli los servicios con los que cuenta en las islas. Dos centros de Coordinación de Salvamento, en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, dos helicópteros AW139 de salvamento, dos buques remolcadores, diez embarcaciones de rescate, tres patrulleras de salvamento y una base de equipos de salvamento y lucha contra la contaminación.

Además, cuentan que "en noviembre de 2020 se incrementaron tanto los medios materiales y humanos de Salvamento Marítimo en Canarias, con objeto de mejorar las condiciones en las que el personal de esta sociedad pública presta sus servicios en la situación de emergencia humanitaria".

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