El abastecimiento de productos para generar harina en la islas ha experimentado un incremento de costes de un 30% entre 2019 y 2023. A los escasos márgenes del negocio hay que añadir los problemas aduaneros que se esperan a partir de junio de 2025. Los costes de entrada en Canarias se disparan, "y si comparamos el año 2007 y el 2023 el incremento de estos costes supone para agricultores y ganaderos un 44%, periodo en el que hemos experimentado una merma del número de explotaciones y de superficie agraria del 20%", afirmó este lunes a Vozpópuli Narvay Quintero (CC), consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias.
Por lo general, los procesadores de granos en Canarias compran el trigo al mercado europeo con tres o cuatro meses de anticipación, pero los molineros de Asia, incluida Indonesia, el segundo mayor importador de trigo del mundo, tienen cobertura actualmente para unos dos meses, y en Medio Oriente, la mayoría de los procesadores de granos sólo tienen hasta 45 días de suministros. El suministro limitado que tienen los fabricantes de harina reduce su protección contra cualquier déficit de producción que pudiera desencadenar un repunte de los precios mundiales (ya se proyecta que las reservas globales llegarán a un mínimo de nueve años) y alimentar la inflación de los alimentos.
"Por primera vez hemos consolidado las ayudas REA y la importación entra en vigor el 1 de enero de forma automática, antes era sobre el mes de septiembre", dijo este lunes Quintero a Vozpópuli. Los productores de trigo de varios países exportadores se muestran reacios a vender sus cosechas con precios cercanos a mínimos de cuatro años lo que deja a los fabricantes de harina con suministros menguantes y vulnerables a cualquier posible aumento de los precios. Esto es un drama no declarados para los operadores canarios que no cuentan con respuestas administrativas líquidas, es decir, que se adapten a cada circunstancia del mercado.
Un problema global
Es un mercado global y el consumo canario, cuyo mayor proveedor está en Francia, es una pulga en todo ese escenario pero le afecta en cadena. De nada sirve acaparar aunque los precios mundiales del trigo han caído a su nivel más bajo desde 2020 debido a la sólida producción en Australia y Argentina y a la mejora de las condiciones de cultivo en las principales regiones exportadoras, incluidos Estados Unidos y la región del Mar Negro. Además de la falta de suministro, las altas tasas de interés han disuadido a los molineros de abastecerse de trigo, dejándolos expuestos si los precios suben. Una menor cobertura de la oferta les deja vulnerables, pero con tasas de interés altas no tiene sentido mantener grandes existencias. Cualquier problema con el clima hasta la cosecha en julio puede provocar un repunte en los precios, dada la escasez de inventarios
Es un ligero alivio para los molineros, las tasas de interés han impulsado a los agricultores rusos, que habían estado reteniendo sus cosechas, a cambiar de táctica y vender sus cosechas para poder depositar dinero en los bancos. Pero Rusia, el mayor exportador de trigo, podría estar quedándose sin suministros. La cuota de exportación de granos de Moscú, que estará vigente desde febrero a junio, podría ser casi tres veces menor que los 29 millones de toneladas del año anterior. Para hacer frente a estas tensiones del mercado el Tratado de Funcionamiento de la UE establece en su artículo 349 la necesidad de adoptar medidas específicas para las Regiones Ultraperiféricas como Canarias en el ámbito de la PAC, que se implementan a través del POSEI, con el que la UE se fija como objetivo garantizar el suministro de productos agrícolas esenciales para el consumo humano, atenuando los costes derivados de la situación ultraperiférica y la insularidad de Canarias, sin perjudicar la producción local, así como asegurar el desarrollo de los sectores de la ganadería y la diversificación de cultivos, además de la producción, transformación y venta de productos locales, al tiempo que se mantiene e incrementar su competitividad.
“El presupuesto del POSEI se aprobó en 2006, con lo que no experimenta cambios desde hace casi 20 años, tiempo en el que los costes directos de la actividad agraria en Canarias han aumentado significativamente, especialmente en los últimos años”, explica Quintero. "Sin embargo, la asignación de un presupuesto fijo desde hace casi dos décadas mientras los costes de producción no han dejado de crecer, ha provocado que este instrumento pierda capacidad de acción, poniendo en riesgo la sostenibilidad del sector, y que se requiera un mayor nivel de compromiso financiero por parte de Europa acorde a la situación actual, de forma que los 268,42 millones de euros asignados en 2007 a este plan deberían haberse incrementado hasta los 357,27 millones de euros en 2023".
Quintero se refiere a los sobrecostes derivados del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que han afrontado los ganaderos del archipiélago, que en el caso de los piensos cifró en 34,3 millones de euros en 2022. “A pesar de que el Régimen Específico de Abastecimientos (REA) dedica un 49,22% de su presupuesto a apoyar el abastecimiento de materias primas para alimentación animal, este no ha sido suficiente para mitigar las dificultades que atraviesan los ganaderos, y desde el Gobierno de Canarias hemos tenido que establecer ayudas directas financiadas con fondos propios para compensar esta situación”, destacó.
Peticiones a la UE
Recuerda que esta petición de mejorar la dotación económica del POSEI ya le fue trasladada al comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Janusz Wojciechowski, en el mes de abril, antes de las elecciones europeas, en un encuentro junto al presidente del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo, "en el que conseguimos el apoyo del representante europeo para la mejora financiera del POSEI para el próximo periodo de programación".
Quintero señala que ya se han establecido contactos con Gobiernos y productores de otras RUP, que coinciden en las reivindicaciones de Canarias para reforzar las compensaciones a estos territorios ante el incremento de los precios de los insumos de los últimos años, así como en la necesidad de que las instituciones europeas establezcan medidas que pongan fin a la situación de indefensión de las producciones locales frente a los productos procedentes de terceros países.
“En Bruselas hemos insistido en la importancia de exigir los mismos requisitos sanitarios, sociales y medioambientales a las producciones importadas para combatir la merma en la rentabilidad de los productores de las RUP; el sector primario y la administración canaria venimos reivindicando, y hoy se ha vuelto a poner sobre la mesa, la urgente necesidad de que se implementen cláusulas espejo y el cumplimiento del principio de reciprocidad en los convenios y acuerdos adoptados por la UE en materia de comercialización con los países fuera de la UE, así como mayores controles fronterizos”, apunta el consejero del Gobierno de Canarias.
Por último, el consejero regional de Agricultura destaca “la unidad de todo el sector, de todas las formaciones políticas, de y las instituciones en esta solicitud de actualización e incremento de la ficha financiera del POSEI, eje fundamental del sector primario para los próximos años”.
Miembros del Ejecutivo canario, Parlamento de Canarias y sector coinciden al plantear otras reivindicaciones, ya expuestas por el Gobierno autonómico a las administraciones central y europea, como la simplificación administrativa, la flexibilización de la PAC (en especial en relación a las políticas verdes), el refuerzo de actuaciones dirigidas a potenciar el relevo generacional en el campo, la implementación de medidas frente a la sequía y los efectos de la guerra en Ucrania, y la demanda de mayores recursos del Gobierno de España en los Puntos de Inspección Fronteriza (PIF) de Canarias, entre otros asuntos.
