Dolores de Cospedal se reunió en la tarde del martes de forma urgente en la calle Génova con sus colaboradores y los responsables de comunicación del partido para preparar la declaración de este miércoles ante el juez Pablo Ruz. Según informa ElDiario.es, fue una reunión larga en la que la que la secretaria general del PP estudió cómo encarar su comparecencia en la Audiencia Nacional en calidad de testigo (en teoría no puede mentir) después de que sus antecesores en el cargo, Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas, negaran categóricamente la existencia de pagos en negro y de una contabilidad B en el Partido Popular.
La situación ha dado un giro importante después de que Cristóbal Páez, que fue tesorero en la práctica durante 2009 y 2010, sí reconociera haber recibido 12.000 euros en pagos en dinero negro. Páez, reconocido enemigo de Bárcenas, fue despedido del PP en 2010 después de que Bárcenas pidiera su cabeza. La propia Cospedal se lo comunicó en persona, aunque luego fue Rajoy quien se lo confirmó con una llamada telefónica.