Los populares ya se han puesto la venda antes de la herida porque desde Moncloa dan por descontado que el malestar ciudadano utilizará las elecciones europeas del año que viene para dar un voto de castigo al Gobierno tanto por la crisis como por el 'caso Bárcenas'. Es cierto que para entonces puede que las cuitas del extesorero del PP no estén copando las primeras páginas de los periódicos o que la mala situación económica se haya atemperado, pero el malestar ciudadano con los partidos y la asumida tardanza en la senda de la recuperación del empleo les hace prever un mal escenario electoral.
Las elecciones europeas son, a pesar de su importancia, una consulta menor para los electores, de modo que o bien la abstención o el voto de castigo, suelen ser frecuentes. La sensación es que resulta "gratis" castigar al partido que gobierna y, de hecho, se hacen votos para que el malestar ciudadano se vuelque ahí y no en otras consultas políticamente más trascendentes en el sentido de que se jueguen gobiernos locales, autonómicos o el de la nación.
Cabe recordar que fueron unas elecciones europeas las que dieron un acta de diputado a José María Ruiz Mateos en 1989 por lo que no es descartable que aparezcan otros 'actores' electorales como, por ejemplo, el exbanquero condenado por el Supremo Mario Conde, que ya lo intentó en las últimas elecciones gallegas sin ningún resultado. Las elecciones al Parlamento Europeo permiten cierto juego a los outsiders, y dada la conflictividad social instalada en la calle se cuenta con la presencia de alguna otra candidatura producto de esas movilizaciones sociales.
Pero el panorama es complicado no sólo para el partido en el Gobierno sino también para el PSOE, que no parece en condiciones de arrastrar a ese voto descontento. Es por ello que, a pesar del castigo que reciban los populares, éstos creen que tampoco les va a ir mucho mejor a los socialistas, de modo que no descartan quedar por delante en la consulta que habrá de celebrarse en junio del año que viene. En cambio, para el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba resulta capital cosechar un buen resultado que pueda "venderse" como senda de recuperación electoral del partido, más habida cuenta de que estas elecciones marcarán la temperatura con la que se celebren las elecciones primarias en el PSOE.
Rajoy todavía no le ha dedicado ni un minuto a pensar en la composición de la candidatura europea a pesar de las escaramuzas y los nervios que hay en torno a la misma
A pesar de los movimientos que hay en torno a la candidatura europea no se encuentra ésta, precisamente, entre las prioridades de Mariano Rajoy, que todavía no le ha dedicado ni un minuto al asunto. Se da por hecho el relevo de Jaime Mayor Oreja y su más que probable sustitución por el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, pero ni uno ni otro han recibido todavía ninguna confirmación o desmentido al respecto. Otra salida, esta sí, prácticamente segura, es la de Alejo Vidal-Quadras, quien no oculta su posición crítica con respecto a la gestión del Gobierno en materias como la catalana o la política anti ETA.
Quizá el gran valor de la lista europea resida en la posibilidad de que Rajoy tire de algún miembro más del Gobierno, lo que le obligaría a una remodelación ministerial. También se ha extendido el rumor de que podría volver a Europa la titular de Sanidad, Ana Mato, una manera de buscarle una salida tras verse salpicada por la rama madrileña de la Gürtel, caso por el que está imputado el exalcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda, del que está separada.