Hay que tener mucha paciencia. Cientos de españoles esperan más de dos horas en las puertas del consulado de España en Londres para solicitar su voto para el próximo 26 de junio elecciones generales en España.
En algunas ocasiones ha habido colas de cinco horas. En otras convocatorias la experiencia ha sido similar y en otras representaciones consulares se repiten las colas y el enfado de los ciudadanos que tienen que cumplimentar unos trámites burocráticos que en muchos casos no sirven para nada porque los votos llegan tarde. España tiene cerca de dos millones de personas que viven en el extranjero.
El plazo para "rogar el voto", que así se llama el procedimiento, iba a terminar el 28 de mayo, pero se ha ampliado hasta el 6 de enero
El plazo para "rogar el voto", que así se llama el procedimiento, iba a terminar el 28 de mayo. La Oficina del Censo Electoral pidió a la Junta Electoral Central que aprobara una prórroga ante las colas que se estaban formando en los consulados. Tras esta petición, la Junta Electoral Central decidió la pasada semana ampliar hasta el próximo 6 de junio el plazo para que los españoles residentes en el extranjero puedan solicitar su derecho.
La junta acordó esta medida “para favorecer el trámite de solicitud de voto de los electores CERA, de forma compatible con el envío de la documentación electoral para el voto en los plazos establecidos”. La reforma de 2011 pactada entre el PSOE y el PP ha sido un auténtico fracaso y ha destrozado los porcentajes de participación que han pasado desde el 31% de los residentes en 2008 al 4,9% en 2011 y un 4,7 en los últimos comicios.
Los partidos políticos son conscientes de que la reforma fue un fracaso y, sin embargo, y a pesar de tener casi cinco meses para aprobar un cambio no han hecho nada. Se calcula que unos 40.000 españoles que habían solicitado el voto en los anteriores comicios no pudieron hacerlo porque les llegaron las papeletas tarde.
Uno de los pocos grupos organizados en el exterior, Marea Granate, envió hace algunos meses una carta a los partidos políticos en la que denunciaba que el sistema de voto aprobado en el año 2011 cercena el derecho al voto. Marea Granate, que toma su nombre del color de los pasaportes, reclama una reforma de la Ley Electoral, así como la implantación de un sistema de inscripción a distancia y de reclamaciones del censo que elimine los problemas de acceso por horarios y distancia a los consulados.
Igualmente piden el establecimiento de una circunscripción exterior que dé a la emigración el peso político que le corresponde, así como la mejora en la información institucional y la adecuación de los recursos humanos y tecnológicos proporcional al volumen de personas emigradas. El mes de noviembre del pasado año Marea Granate, junto a un grupo de juristas, crearon una plataforma llamada DosMillonesDeVotos en la que pidieron 11 medidas urgentes para facilitar el voto. Ninguna se ha puesto en marcha.
UNA MAÑANA PERDIDA
Este es el trámite que dos amigos tuvieron que hacer hace unos días en el consulado español en Londres para solicitar votar en las elecciones del 26 de junio:
“9:00 llegada al consulado y ya hay cola. Íbamos sin cita 9:15 abren puertas Tardamos 45 minutos en entrar. Durante ese rato una funcionaria va preguntando a la gente en la cola para informar de todos los papeles que hacen falta para cada trámite por si a alguien le falta algo. Bastante amable la señora.
Entramos alrededor de las 10:00. Cuando entramos arriba nos dan un número para ir a la sala de espera de abajo. Una vez abajo ves la razón por la que hay una cola tan grande fuera: el sitio es muy pequeño. En la sala hay tres ventanillas, otra de caja y una puerta que pone "Legalizaciones".
En una pantalla se muestran los números correspondientes y la ventanilla que le toca a cada uno. Resulta que como hay tanta gente para el tema de las votaciones no los está haciendo por ventanilla, pero la pantalla sigue mostrando esos números por lo que la gente no sabe muy bien dónde tiene que esperar o hacer cola.
Tras preguntar a gente que está abajo vemos que la gente que esta para solicitar el voto está haciendo cola en la puerta de "legalizaciones". De forma especial han habilitado esa sala para realizar los trámites del voto pero va muy despacio. Cuando entramos hay 35 números por delante nuestro. Cada persona que entra tarda alrededor de 5 minutos y en ese tiempo la funcionaria dedicada al trámite sale de la sala para ir a otro sitio en el que parece que hace una fotocopia.
Viendo que la gente se está eternizando salen más funcionarios a echar una mano y empiezan a tramitar también desde otras ventanillas que en principio estaban dirigidas a otros trámites.
Todo esto se hace con bastante caos de por medio, pero los funcionarios son amables y en general el ambiente es bueno (salvo las caras de aburrimiento por tanto tiempo esperando). A las dos horas salimos con los papeles hechos. La cola fuera es mayor que cuando entramos”.
