La cuarta y última subasta para la enajenación de los terrenos donde se ubicaban las antiguas cocheras de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) en el distrito de Carabanchel ha quedado igual que la tercera: desierta. Pese a que el Ayuntamiento de Madrid pareció rendirse y la propia EMT aseguró que el tercer proceso de subasta sería el último, ha agotado el cuarto intento. Aunque el resultado ha sido el mismo y no ha aparecido ningún interesado en la parcela del Consistorio, a un precio ya de 15,5 millones de euros.
El problema para el Ayuntamiento de Ana Botella sigue siendo el mismo que ya describió Vozpópuli cuando el anterior proyecto de venta de este solar, en aquella ocasión por 18,7 millones de euros, tampoco fructificó. El Gobierno municipal intenta ahora vender unos terrenos que llevan inutilizados siete años, pero a un precio cada vez más bajo, y su original aspiración de hacer caja (llegaron a ofrecer 75 millones por ellos) se ha convertido en un intento casi desesperado por mitigar las pérdidas que en sí supone mantener desiertos los más de 37.400 metros cuadrados de superficie.
Ésta era la última subasta que podía realizarse este año, por lo que la empresa esperará "el momento oportuno" dentro del mercado inmobiliario para poder llevar a cabo la operación. Sin embargo, desde los grupos municipales de la oposición se felicitan por que no se haya malvendido la parcela de Carabanchel. "Era un precio de desesperación para salvar la cara de una gestión nefasta", asevera Ruth Porta, concejala del PSOE de Madrid. A partir de ahora, tanto el PSM como los sindicatos contemplan dos posibilidades: vender los terrenos a un precio razonable o cubrir el déficit de la EMT.
Porta se refiere al 'agujero' que ha dejado a la EMT en estado comatoso. Los más de 9 millones de pérdidas que prevé la empresa municipal en 2013 son consecuencia directa de la mala gestión de la alcaldesa y es "un problema que tiene que solventar ella y nadie más que ella. Es el propietario quien pone en quiebra a la empresa intencionadamente". Además, como presidenta del Consejo de Administración de la EMT anuncia que pedirá responsabilidades societarias a Ana Botella. "Tengo todas las actas", zanja.
Fuentes de la empresa coinciden en apuntar que es el Ayuntamiento quien tendrá que hacerse cargo de estas pérdidas, o en última instancia el Consorcio Regional de Transportes. "Tendrá que modificar la tarifa de equilibrio de las cuentas", comentan desde el Comité de Empresa.