Ángel Luis Arias Serrano, director general de Enaire, ocultó al Consejo de Administración del organismo público que gestiona el espacio aéreo español diversos incidentes ‘muy graves’ de seguridad aérea registrados en los dos últimos años. Varios de ellos, de máxima gravedad, pudieron haber acabado en tragedia de no haberse activado in extremis el sistema anticolisión del que van dotadas las aeronaves comerciales, según publica ‘El Español’.
La mayoría de estos incidentes se produjeron en pleno vuelo entre aviones comerciales, -que estuvieron a punto de colisionar en el aire-, pero algunos implican también a aeronaves civiles y militares.
Entre la información que ocultó desde 2018 Arias Serrano al máximo órgano de dirección de Enaire, presidido por Pedro Saura, Secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se encuentran casos como aviones con una separación de 60 o 30 metros en vertical, un F-18 en ejercicio práctico cuya trayectoria confluye con la de un avión rumano lleno de pasajeros y que no colisionan en el último segundo, maniobras de evasión en el último momento entre dos aeronaves para evitar la tragedia o tres aviones a punto de encontrarse en el mismo punto del cielo aéreo.
Separaciones muy inferiores a las de seguridad
Sólo en mayo de 2019 se produjeron diversos incidentes de calificación ‘alfa’, -la máxima gravedad posible en este tipo de sucesos-, que le hicieron ganarse el seudónimo de ‘mes negro’ dentro del control aéreo en España. En uno de ellos, el día 12, un Boeing 737 y un jet privado corrieron riesgo de chocar en el aire sobre la localidad de Reus, a pocos kilómetros de Barcelona. Según el informe, el accidente se pudo evitar por el sistema interno de anticolisión de las aeronaves que se activa ante el fallo humano.
Las aeronaves llegaron a estar a una distancia, en horizontal, de 0,9 millas náuticas (1.666 metros); y de únicamente 100 pies (30 metros) en vertical. Separaciones muy inferiores a las de seguridad, que a una velocidad de 800 o 900 kilómetros por hora resultan verdaderamente peligrosas.
Aunque Arias Navarro reconoció el pasado 5 de junio ante el Comité Interno de Seguridad de ENAIRE los graves episodios que se produjeron en mayo, entre ellos tres ‘alfa’, delante del Consejo de Administración de ENAIRE, -con el que se reunió dos días después-, aseguró que la entidad marchaba “muy bien” en materia de seguridad, señalando expresamente que en todo el año 2019 no se había producido “ningún incidente ‘alfa’”. Unas falsedades que continuaron meses después.