Le cuesta respirar. Lleva casi una hora en posición fetal, intentando amoldarse en el compartimiento de unos 130 centímetros de largo, por 40 de ancho y 40 de alto. Su cuerpo ocupa el espacio destinado al depósito de combustible de un Mercedes. Finalmente, el coche se detiene y un hombre le saca por una de las puertas traseras. Le agarra por el torso, le arroja al suelo y le da indicaciones para que se aleje hacia la valla de un cuartel de Melilla. Tras una corta caminata, el hombre -natural de Guinea Konatry- llega al Centro Temporal de Inmigrantes (CETI). Parece el 'asalto' perfecto, pero a escasos kilómetros el conductor de aquel Mercedes es detenido por agentes de la Guardia Civil tras ser grabado por las cámaras de seguridad. El Tribunal Supremo ratifica su condena de cinco años y seis meses de prisión.
El acusado logró pasar el control fronterizo de Farhana a las 16.45 horas de aquel 17 de junio de 2017. El marroquí de 33 años y sin antecedentes penales accedió a Melilla procedente de Marruecos tras un visionado rápido del interior del maletero del coche de su propiedad.
A las 17.35 horas, a su salida por el puesto fronterizo de Beni-Enzar, efectivos del Instituto Armado le detuvieron tras haber sido previamente advertidos: el delito había sido grabado, casi en su totalidad, por las cámaras de seguridad de la base militar.
Todo está grabado
"Según la grabación de la cámara 13 de seguridad de la base militar, a las 16,57 horas, se observa al vehículo, propiedad del acusado, estacionar entre unos arbustos próximos a la pista de carros y colindantes con la alambrada de la base militar de Alfonso XIII, en una zona que discurre delimitada por las vallas que cercan la base militar y la pista del aeropuerto", señala la sentencia.
Acto seguido, la cámara recoge el momento en el que el guineano es sustraído del coche. "Descienden los dos ocupantes del vehículo, para tras abrir las puertas posteriores del mismo, introducirse parcialmente en la parte correspondiente a los asientos traseros y durante unos instantes realizar una tarea que se ignora", añade el documento judicial.
La cámara recoge el momento en el que el guineano es sustraído del coche
En la filmación se ve cómo el copiloto "extrae por la puerta trasera derecha a una persona de raza negra, a quien agarra del torso y de la camiseta blanca que vestía, y le arroja al suelo, al tiempo que lanza hacia ella algo". Aquella operación, según narra la sentencia, "duró escasamente un minuto". La Audiencia Provincial de Málaga consideró al conductor del coche autor criminalmente responsable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. La sentencia fue ratificada por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, y posteriormente respaldada por el Tribunal Supremo.
Rumbo al CETI
Posteriormente, la grabación de vídeo muestra a "una persona de raza negra y de características similares a las que había sido sacada del coche" salir entre unos arbustos cercanos a la valla que "coinciden con el lugar previamente indicado por el copiloto" del vehículo detenido.
Seis minutos después, a las 17.05 horas, otra de las cámaras de seguridad filma al hombre cuando llega a la altura de la intersección de la pista de carros con una carretera asfaltada "que pasa por debajo de la pista del aeropuerto gracias a un puente de color blanco".
Al final de aquella vía, a la derecha de la calzada, se encuentra el CETI.
