Isabel Díaz Ayuso es consciente de las especulaciones sobre su futuro político, su posible salto a la política nacional y una hipotética remodelación de su gobierno antes de las municipales y autonómicas para convertir a algunos de sus consejeros en candidatos a alcaldes. Pese a ello, prefiere hablar de presente y no de futuro, aunque deja abierta la posibilidad de continuar al frente del gobierno regional más de ocho años.

Los meses que hay desde septiembre a los comicios de mayo son, en todo caso, su prioridad. Alerta, también de los problemas de seguridad que empiezan a existir en Madrid y pide al Gobierno central más efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil. Dentro de sus competencias, destaca, ha puesto en marcha un plan contra la ocupación ilegal y un sistema de videovigilancia para facilitar la identificación de sospechosos.

En el debate sobre el estado de la región que tendrá lugar la semana que viene en la Comunidad, reivindicará estas medidas, su gestión en la sanidad y la educación, y su apuesta por seguir bajando impuestos. Confirma a Vox como socio preferente, aunque asegura que "intentará" acuerdos con el PSOE. Lo ve más complicado con Mónica García: "Que te vayan dando siempre lecciones… no me termina de gustar".

Pregunta: ¿Cuáles son los grandes objetivos de su gobierno de aquí al final de la legislatura?

R: Siempre he defendido unos servicios públicos de la máxima calidad. Para mí son fundamentales la educación y la sanidad públicas o la seguridad -de la que ahora quiero hablar porque tenemos una serie de problemas que se están viendo-, pero también defender un modo de ver la vida, porque creo que esto va más allá de una simple gestión de servicios, aunque todo está aparejado: se gobierna de una manera, porque también se ve la vida así. Yo creo que nosotros lo que hemos defendido siempre en Madrid es un gobierno en torno a la libertad, el respeto a unos valores determinados que han dado a las democracias liberales las mayores cuotas de progreso, de prosperidad, de convivencia. Vemos la vida de una forma alegre, donde concitamos la unidad en torno a esa bravura, a la pujanza, a la pluralidad, el mestizaje y la forma de vida que nos hemos dado en Madrid. Con eso, con ese respeto a las diferencias, a la familia y a la vida, a la empresa, a la propiedad, a una baja fiscalidad y en torno a la cultura del esfuerzo.

P: Ha mencionado que existen problemas de seguridad. ¿Se refiere a España en general o también a Madrid?

R: La inseguridad ciudadana es un problema que se está viendo en toda España, también en Madrid. No me gusta hablar mucho de ello porque sería trasladar una imagen de la Comunidad que no es cierta. Y quiero que cada vez más ciudadanos vengan a vivir entre nosotros o a conocernos como turistas. Pero el Gobierno no puede mirar para otro lado: nos faltan efectivos.Ha habido un incremento de Guardia Civil y Policía Nacional muy pequeño y correspondiente a cada año, pero sin tener en cuenta que hemos crecido en los últimos diez años en centenares de miles de habitantes, por lo tanto es escaso.

La inseguridad ciudadana es un problema que se está viendo en toda España, también en Madrid. El Gobierno no puede mirar para otro lado: nos faltan efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil"

También echamos en falta más medios materiales y más legislación. Nosotros no tenemos, por ejemplo, competencias para luchar contra la ocupación. Hemos puesto en marcha una oficina a través del 112, que ha recibido 568 llamadas en apenas dos meses y es una herramienta para que las policías locales ayuden a las personas que han sufrido este delito para poder recuperar sus viviendas en las primeras 48 horas, que es cuando hay un margen de acción.

Además, consideramos a aquellos propietarios a los que han ocupado sus viviendas como víctimas de delitos y por ello reciben asesoramiento jurídico y psicológico de la Oficina de Atención a Víctimas de Delitos (OAVD); hacemos cursos de formación sobre ocupación a policías locales de la Comunidad y hemos creado un protocolo común de actuación para estos policías.

Es decir: dentro de lo que podemos hacer sin tener la competencia, ponemos todo, pero el Gobierno mira para otro lado siempre. No actúa ni con los problemas de los delitos contra el medio ambiente, ni con los temas de abusos sexuales, ni con este tipo de delitos como la ocupación y no digamos el comercio ilegal en la propia calle. No se hace nunca nada, no se actúa de manera contundente y hay que tomar medidas. El Gobierno no hace absolutamente nada. Lo estamos viendo cada vez más con problemas de reyertas de bandas juveniles. No se ataja el problema de ninguna manera, ni se dota a las comunidades autónomas, que no tenemos competencias ni medios y, cuando nosotros los ponemos, no ayuda. Respecto a la ocupación, afortunadamente el Partido Popular llevará al Congreso de los Diputados una nueva ley para actuar en menos de 48 horas.

Estamos preparando muchas medidas, y vamos a seguir haciendo otras en contra de las drogas, otro gran debate y un gran problema que está soterrado, pero que sí que volverá porque les gusta mucho a algunos políticos frivolizar con ello.

P: ¿Qué necesitaría del Estado el gobierno de la Comunidad de Madrid para acabar con esa inseguridad?

R: Necesitaríamos más efectivos, para empezar, de Policía Nacional y Guardia Civil, porque esa es nuestra policía autonómica. Nosotros hacemos esfuerzos extraordinarios para dotar de más medios a las policías locales, pero necesitamos una ayuda más. De momento, nosotros vamos a desplegar un sistema de videovigilancia en puntos estratégicos de los municipios de la Comunidad de Madrid que facilitará la identificación de sospechosos y la investigación de delitos, así como otras tareas en el ámbito de la protección civil, como la vigilancia de incendios forestales o el rastreo de personas desaparecidas.

P: Ha citado también el problema de las drogas y ha advertido de debates frívolos, en referencia a la legalización del cannabis que planteó hace unos meses la oposición…

R: Lo que ha pasado en otros países como Estados Unidos es que, en el momento en el que el cannabis se considera como el tabaco, no sólo se ha multiplicado el consumo, es que también el narcotráfico lo ha hecho. Porque, una vez que se da por superado el cannabis, la siguiente droga es la que es ilegal y es sobre la que se genera el negocio negro. Y por lo tanto, si una persona consume cannabis durante 24 horas todos los días y quiere ir a algo más, empieza con las siguientes drogas. Hay una que se llama fentanilo, por ejemplo, que ha causado más de 6.000 muertos el año pasado en Estados Unidos y tiene las calles de las principales ciudades llenas de gente con esquizofrenias, gente que va doblada literalmente y gente jovencísima que ha arruinado sus vidas. Contra esto, lo primero es hacer una política sensata contra la droga y dejar de frivolizar y tomarlo como algo divertido que no tiene apenas consecuencias. Y, después, hay que poner los mejores medios para evitar que las drogas entren en los institutos.

P: La semana que viene hay debate sobre el estado de la región. ¿Va a anunciar alguna medida para paliar estos problemas que ha citado?

R: Dentro de mis competencias, está el seguir fomentando y apostando por la mejor sanidad pública para los ciudadanos y hacer campañas para concienciar a los ciudadanos acerca de las drogas y de las adicciones. Hay otras adicciones que están causando mucho dolor también dentro de las redes sociales. Por ejemplo, entre chicas que son muy exigentes, con buenas notas, y muy responsables, que están cayendo en problemas de hábitos alimenticios por culpa de las redes sociales, que las tienen completamente esclavizadas y las hacen pensar en edades muy tempranas que tienen que estar hiper sexualizadas y que necesitan de la aprobación de un extraño para poder tener seguridad en sí mismas.

Además, con el exceso de las redes sociales, nosotros por ejemplo, hemos prohibido los móviles dentro de los colegios, pero como a los jóvenes ya no se les habla de nada, no se les explica también que hoy estamos en una era digitalizada y no tienen límites a la hora de estar en las redes sociales… Yo creo que se les ha cortado la infancia mucho antes. Empiezan a tener relaciones, a consumir porno, a ver mucha más violencia y lo hacen a edades más tempranas. Seguimos haciendo muchas campañas de concienciación y nuestras medidas van a ir en ese sentido, pero lo que tenemos que hacer es combatir el discurso de la izquierda cuando frivoliza con estos problemas.

P: Ha citado a la sanidad y la educación públicas como sus prioridades. ¿Cómo responde a los partidos de la izquierda que le acusan de desmantelar la sanidad y apoyar la educación privada?

R: Aquí da igual, aunque construyas hospitales, aunque sigas abriendo centros de salud, aunque inviertas el 50% de tus gastos en sanidad… A pesar de todo esto, siempre parece que la sanidad pública les pertenece y que está mal hagas lo que hagas, aunque tengas la segunda lista de espera, junto al País Vasco, más baja, no importa. Pasa lo mismo con la educación. Hemos realizado un desembolso como nunca en educación pública para la contratación extraordinaria de profesores, para becas con unos porcentajes como nunca, y ahora tenemos el mayor número de alumnos escolarizados en Formación Profesional -hemos superado los 150.000-, y siempre les parecerá poco. Es lo de siempre, porque la izquierda pretende adueñarse de lo público para sus intereses electoralistas.

P: El Zendal, ahora, está prácticamente vacío por la situación de la pandemia, lo que también se ha convertido en motivo de crítica… ¿Cuál va a ser el futuro del hospital?

R: Bueno, de lo que haga el Zendal siempre hay crítica, porque si haces un gran desembolso en sanidad pública, porque lo haces; y si no lo haces, porque no lo haces. Una infraestructura que ha salvado la vida a más de 5.000 personas, ha dado una muestra de cómo la sanidad pública, cuando está organizada y dirigida, como lo hacemos en Madrid, obra milagros. Pero es que, además de tener unos laboratorios únicos en Madrid, donde se siguen haciendo grandes avances e investigaciones, ahora tiene una unidad de rehabilitación para pacientes y va a servir, entre otras cosas, para agilizar obras en otros hospitales públicos, derivando pacientes para que las obras en los otros centros puedan ir más rápido sin tener que molestarles. Es decir: es un hospital que está al servicio de la sanidad madrileña para evitar que los demás hospitales vuelvan a colapsar.

P: En este inicio de curso, ¿ha podido garantizar la Comunidad un currículo propio frente a la Ley Celaá? ¿Hay, además, un plan de ayudas en un año tan complicado a nivel económico para las familias?

R: Lo que hicimos fue revisar todos los currículos dentro del porcentaje que nos dejaba el Gobierno. Lo revisamos a conciencia. Estuve muchas noches con el consejero de Educación, el vicepresidente, repasando todo para recuperar hasta los números romanos que habían desaparecido de esos contenidos básicos. Y luego, por otro lado, para eliminar los excesivas referencias a contenidos puramente ideológicos, desde las matemáticas con perspectiva de género, a las relaciones socio afectivas a partir de no sé qué edades muy tempranas, de manera reiterada una y otra vez, e intentamos que fuera un equilibrio y volver a recuperar conocimientos básicos que han de contener los libros de texto.

Sobre las ayudas en la vuelta al curso académico, ha habido una oferta histórica de becas en todos los tramos. Tenemos también un servicio de préstamo de libros. Más del 70% de los alumnos de la Comunidad de Madrid no han de desembolsar un solo euro para tener libros de texto. Y, además de las becas, estamos con las ayudas a comedor, con las ayudas al transporte… Hemos preparado una vuelta al cole que va a ayudar mucho a las familias.

Tenemos una serie de deducciones fiscales pendientes que queremos volver a traer a la Asamblea: para ayudar a la conciliación, contratación de personal en el hogar, personas con familiares dependientes o acceso a hipotecas para jóvenes"

P: ¿Se pueden rebajar aún más los impuestos en la Comunidad de Madrid?

R: Ahora estamos con el debate de cuándo aplicaremos la deflactación del IRPF y después vamos a llevar a trámite parlamentario la bonificación del impuesto de sucesiones entre tíos y sobrinos, que lo vamos a ampliar. Y teníamos una serie de deducciones fiscales pendientes que queremos volver a traer a la Asamblea para ayudar sobre todo a la conciliación, a la contratación de personal en el hogar, para ayudar a personas con familiares dependientes, o para el acceso a hipotecas por parte de los jóvenes. Aún quedan deducciones fiscales que hay que traer.

P: De aquí a mayo también se va a hablar mucho de una posible crisis de gobierno antes de esas elecciones. En algunas encuestas electorales, de hecho, se citan como candidatos a alcalde a varios consejeros: en Pozuelo, a Enrique Ruiz-Escudero y Enrique López…

R: Tengo el gobierno más estable de este país. Yo creo que ha sido muy beneficioso para los ciudadanos, porque todos mis consejeros saben de dónde viene cada problema, qué soluciones hay que tener y creo que a estas alturas poco puede cambiar.

P: Entonces, ¿no piensa en ninguno de sus consejeros para alguna alcaldía? Además de Escudero y López para Pozuelo, también suena David Pérez para Alcorcón…

R: Ahora mismo en estos municipios estamos gobernando y esos candidatos hasta el año que viene no los voy ni siquiera empezar a plantear. Pero soy amiga de hacer pocos experimentos con el Consejo de Gobierno o quitarme de un plumazo a la gente como ha hecho Sánchez. No me gusta desestabilizar gobiernos. Me gusta la renovación y que vayan entrando equipos nuevos, pero no hacer experimentos con el Consejo de Gobierno. Separo totalmente el partido del gobierno.

P: Está prevista una reunión de los consejeros de Hacienda del Partido Popular para intentar llegar a un acuerdo sobre la financiación autonómica y evitar que María Jesús Montero use la falta de consenso para mantener el actual modelo. ¿Van a llegar los gobiernos del PP a un acuerdo?

R: A ver, es cierto que es un debate muy complicado porque cada comunidad autónoma es distinta, tiene sus peculiaridades y sus necesidades. Está, por ejemplo, el criterio de población envejecida o de las distancias de una comunidad como Castilla y León, o las necesidades del campo… Y luego están las de Madrid, donde su densidad de población es altísima. Son diferentes. Nosotros somos una comunidad que, económicamente, y bajo un criterio liberal que está cosechando los mejores datos de su historia, somos conscientes de que tenemos una responsabilidad moral y política con el resto de España y por eso sufragamos más del 70% de la caja común para los servicios públicos del país. Y eso no va a cambiar. Pero sí que es cierto que hay ya casi 1 millón de habitantes en Madrid que no se cuentan en estos fondos. Tenemos muchas necesidades: aunque nuestra economía en general vaya bien, no significa que todo el mundo en Madrid sea rico como nos intentan vender. Necesitamos también sufragar una serie de servicios públicos y unas inversiones que nunca están aquí, que me descuadran las cuentas, y por eso lo que pediremos será, con todo el cariño y el consenso, que busquemos un modelo que a todos nos ofrezca una aportación en positivo.

P: ¿Cómo es su relación con Vox?

R: Tengo un gobierno del Partido Popular en el que estamos gobernando, sobre todo, preocupados por la situación económica, donde estamos tomando decisiones difíciles, pero yo creo que sensatas. De la relación con el resto de los grupos, evidentemente la mejor es con Vox, porque además es socio de investidura, pero cada partido tiene su voz, su proyecto.

P: ¿Es posible llegar a un acuerdo con el PSOE de Madrid? ¿Es diferente al PSOE de Sánchez?

R: Eso lo tendrán que decir ellos, pero yo creo que es lo mismo. Cada vez que habla el Gobierno de descapitalizar Madrid no dicen nada; cuando hay una falta de inversiones, no dicen nada; cuando el Gobierno hace un anuncio para Madrid, pero sin respetar ni la autonomía ni las propias competencias, no dicen nada; y cuando han amenazado con subir impuestos, tampoco. No es que sea difícil o no, es que no son coherentes. Y yo creo que como no entienden Madrid, pues su política y la nuestra están muy diferenciadas. Y además, como han elevado el tono a los insultos constantes, se hace complicado entenderse con ellos. Lo intentaremos. Evidentemente, hay políticos, alcaldes, que son excepcionales gestionando y con ellos siempre hay entendimiento.

P: Y las relaciones con Mónica García, ¿son tan tensas como parecen?

R: Es que hace una política muy complicada. Está todo el verano extendiendo bulos de los que luego rectificaba. Creo que es todo precipitado en ella. Son políticas reactivas y no son, en muchos casos, a mi juicio, buenas o beneficiosas. No tenemos mucho que ver. La verdad es que vemos la vida de una manera a veces muy diferente. Y, además, a mí, que me traten con altanería, como si fuéramos de clases distintas, y que te vayan dando siempre lecciones de perfeccionismo y de sabiduría… no me termina de gustar. Por eso no tenemos mucho que ver. El otro día recibí a todos los grupos parlamentarios, como hago siempre en el inicio de cada período de sesiones, y mantuvimos una relación cordial. Espero que esto siga, pero creo que se irá precipitando todo de manera negativa en las elecciones, porque a la izquierda en Madrid la veo cada vez más nerviosa y cada vez con un rumbo más incierto.

¿Salto a la política nacional? Estoy muy ocupada en el presente. Ahora, es verdad que me encanta, cuando viajo por España, que tantos ciudadanos me muestren tanto cariño, porque Madrid es de todos"

P: Usted llegó al Gobierno de la Comunidad de Madrid en mayo de 2019. Si ahora revalida el mandato, acabará la siguiente legislatura con ocho años como presidenta regional. ¿Mantiene su compromiso de limitar a ocho años su mandato en la Comunidad?

R: No estoy pensando en el futuro. Sería insensato, después de lo que estamos viviendo y con la responsabilidad que tengo. Y eso también conlleva saber que mis decisiones afectan a otros muchos ciudadanos. Más de una vez me han regañado algunos ciudadanos al hablar de los mandatos, porque dicen que una vez que te han dado su confianza, tus decisiones también les afectan a ellos y por tanto ellos han de decidir por ti las cosas. Así que hablo del presente, que además tiene mucha enjundia. Pero siempre he tenido claro que hay que saber marcharse en los momentos oportunos, porque detrás de nuestras decisiones están miles de ciudadanos. Y desde luego creo que lo que sí que tengo claro es que creo saber hacer las cosas cuando tocan y como toca.

P: Después de la presidencia de la Comunidad de Madrid, sean ocho años o no, ¿llegará el salto a la política nacional?

R: Si yo estuviera pensando un solo instante en mí, en el futuro, tendríamos unos problemas añadidos en Madrid. Estoy muy ocupada en el presente. Ahora, es verdad que me encanta, cuando viajo por España, que tantos ciudadanos me muestren tanto cariño, porque Madrid es de todos. Han intentado en los últimos años trasladar una imagen negativa de Madrid por una cuestión únicamente política, y me gusta ver que no cala en la gente. En Ceuta, en Cádiz, en Vigo… allá donde voy, por todo el territorio nacional, incluido Barcelona, en Cataluña, igual me he sentido en casa, y la gente adora a Madrid y lo he podido comprobar del mismo modo, este verano, cuando en agosto, en las fiestas de La Paloma había catalanes, cordobeses o colombianos enamorados de Madrid. Eso es verdad.

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