El Ejército de Tierra perfila el proceso de exhumación de 54 españoles enterrados en los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera, próximos a Marruecos y sobre los que el reino alauí reivindica su soberanía. La gestión correrá a cargo de la empresa Servicios Funerarios Casa Calderón S.L. y el cuerpo militar abonará una cuantía próxima a los 20.000 euros. El traslado de los cadáveres deberá llevarse a cabo en las próximas semanas, siempre antes de que termine el año concurrente.
Se trata de los restos mortales de 54 españoles, civiles y militares, que yacen en los cementerios ubicados en los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, cuya soberanía salvaguarda el Ejército de Tierra con una fuerza permanente en ambos enclaves. Los enterrados son personas que residían en las pequeñas poblaciones en estos puntos; desde una niña de 7 meses fallecida en 1897 a una anciana de 84 años que perdió la vida en 1903.
El Ejército de Tierra anunció en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 9 de julio su intención de exhumar los cadáveres de los 54 españoles, y abría un plazo para que sus familiares y descendientes reclamasen los restos mortales. En caso contrario, se les trasladaría al cementerio de la Purísima Concepción, en Melilla. Como contó Vozpópuli, nadie ejerció su derecho una vez vencido el plazo anunciado.
Las tensiones con Marruecos
Así las cosas, el Ejército lanzó un concurso público para que las empresas presentasen sus ofertas para la exhumación de los cuerpos. De acuerdo a la documentación expuesta en el proceso de contratación sólo se presentó una, Servicios Funerarios Casa Calderón S.L. El precio de la adjudicación es de 19.619 euros, IVA incluido, y los operarios deberán cumplir con su función en las próximas semanas, antes del 30 de diciembre de 2021.
La publicación en el BOE despertó ciertas suspicacias en diferentes foros, incluido el Congreso de los Diputados, después de que algunos diputados remitiesen al Gobierno una batería de preguntas por escrito sobre los motivos por los que se sacaban los restos mortales. La decisión se adoptó en un contexto de plena crisis entre Madrid y Rabat, tras la entrada de alrededor de 10.000 personas a Ceuta por vías irregulares y en un momento en que Moncloa trataba de rebajar las tensiones que marcaban las relaciones bilaterales.
Pero el traslado de los cuerpos no atiende a ningún tipo de criterio político o de negociación entre España y Rabat, sino a motivos estrictamente técnicos. La erosión del mar y del viento provocan daños en los dos cementerios, ubicados en los extremos de sus respectivos peñones, y hay un serio riesgo de desprendimiento de los restos al agua.
Otros movimientos del Ejército
Otra licitación reciente del Ejército de Tierra detallaba los propósitos de reformar las instalaciones en las que residen los militares cuando se les emplaza a Vélez de la Gomera: las humedades y los hongos amenazan seriamente la estructura y por eso se ha destinado una partida próxima a los 170.000 euros para su rehabilitación. El acometimiento de las obras, por tanto, se traduce en la continuidad de los efectivos españoles en ambos enclaves.
Asimismo, el cuerpo militar ha instalado varias antenas de comunicaciones en los enclaves españoles ubicados cerca de Marruecos. “Una mala comunicación en esta zona supone poner en peligro la soberanía de dichos territorios”, detallaba el informe militar desvelado por este diario, redactado en el apogeo de las tensiones diplomáticas entre Madrid y Rabat.
Con el traslado de los restos mortales, la rehabilitación de las instalaciones y el emplazamiento de nuevas antenas de comunicaciones, el Ejército blinda su actividad en una región que considera estratégica para la soberanía de España.