Eugenio Pino, el recientemente jubilado Director Adjunto Operativo de la Policía Nacional, declaró ante el juez José de la Mata el pasado 16 de febrero y su testimonio desconcertó a los presentes en la Sala por las contradicciones y la vaguedad de sus respuestas.
El que fue número tres del Ministerio del Interior durante la primera legislatura de Rajoy, alegó desconocer el origen de la información del pendrive sobre los Pujol, según los audios de la comparecencia que desvela este jueves la Cadena SER,
Pino incurrió en contradicciones y no fue capaz de aclarar si el pendrive provenía de la agencia de detectives Método 3, ni siquiera decir la fecha exacta en la que le fue entregado el dispositivo electrónico de almacenamiento. Ante las preguntas del juez, Eugenio Pino aseguró que confiaba en su "poderosa imaginación como policía" para establecer sus conclusiones.
Aunque en un escrito Eugenio Pino aseguró que el expresidente catalán Jordi Pujol había abonado 700.000 euros a Método 3 por la información del pendrive, finalmente reconoció ante el juez que se trataba solo de un rumor. Tampoco pudo asegurar que se siguió de manera efectiva la cadena de custodia.
El juez sospecha que esta documentación no fue obtenida por medios lícitos, por lo que podría acabar anulando gran parte la causa. El también jefe de la conocida como 'policía patriótica', se dedicaba a escribir informes para erosionar la reputación de cargos políticos soberanistas o para debilitar a Podemos con el informe PISA.
Ante la vaguedad en las respuestas del jefe de la Policía jubilado, el fiscal Anticorrupción, Fernando Bermejo, mostró su enfado elevando incluso el tono de voz, según se aprecia en los audios de la declaración. Por su parte, el abogado del Estado Edmundo Bal también le dijo a Pino que para qué había acudido al juzgado si no pensaba aportar nada con su declaración. Pero el que fue número dos de la Policía respondió que fue "por la añoranza de un jubilado".
Asimismo, Pino no negó de manera taxativa el empleo de fondos reservados para conseguir la información de los Pujol y pasó la patata caliente a su subordinado, el ex responsable de Asuntos Internos y comisario Marcelino Martín Blas. Si que reconoció, sin embargo, haber dado la orden al agente Bonifacio Díaz de que pusiese en marcha la investigación en Andorra a la familia Pujol.