En su particular cruzada contra los excrementos caninos, el Ayuntamiento de Madrid lanzará próximamemente unas nuevas vacantes: las de los 'tutores vigilantes'. Se trata de una suerte de educadores -término elegido por el equipo de Limpieza de Manuela Carmena para nombrar los ocupantes de estos novedosos puestos- que contactarán con los infractores que hayan ensuciado la ciudad para coordinar la sustitución de las sanciones económicas por labores de limpieza, en caso de que los madrileños incívicos así lo consientan.
Así, según el Programa piloto de Sustitución de Sanciones Económicas por Limpieza, quienes quieran cambiar las multas por trabajos en beneficio de la comunidad serán contactados por alguno de estos trabajadores del Consistorio que, concretamente, dependerán de la Dirección General de Limpieza y el Tutor. Entre las partes fijarán la fecha de la primera entrevista en las Oficinas de Limpieza de la calle de Bustamante, en el distrito de Arganzuela, y establecer una serie de condiciones teniendo en cuenta que, a mayor importe y gravedad de la infracción, más días deberán dedicar a la higienización de la ciudad.
El tutor explicará fijará el inicio del trabajo de limpieza y la entrega de guantes, chaleco y botas
Tras esa primera toma de contacto, se dará paso a la cita presencial en la que el tutor explicará el programa al ciudadano expedientado para, una vez que este último firme su consentimiento, se fijará "el inicio del trabajo de limpieza, la entrega de guantes, chaleco y botas", además de informar del punto de recogida del carro, escoba, recogedor y bolsas, entre otros utensilios.
Después de llevar a cabo las labores indicadas en la correspondiente zona por un periodo determinado, el tutor vuelve a requerir al infractor para completar una encuesta de evaluación. Finalmente, el educador dictará un informe favorable o desfavorable, el cual derivará en la suspensión de la sanción o bien, en la ejecución de la multa.
Mapa de excrementos
Cabe recordar que estos trabajos sustitutorios de la sanción solo serán aplicables a las infracciones tipificadas como leves en el artículo 86 de la ordenanza de limpieza de los espacios públicos y gestión de residuos y las tipificadas como graves en los artículos 87.1 A, sobre la realización de las necesidades fisiológicas en vías o espacios públicos, y 87.1, que hace referencia al incumplimiento de la obligación de recogida y limpieza inmediata de las deyecciones de perros u otros animales.
Mapa de excrementos caninos del Ayuntamiento de Madrid.
El equipo de gobierno dirigido por Carmena dice estar "empeñado en mejorar la limpieza de las calles" y por ello ha incluido esta figura dentro de su plan de choque piloto, además de un nuevo mapa general de la ciudad, y otros 21 relativos a cada uno de los distritos, en los que se señalan los puntos en los que suele haber excrementos caninos, lo que les ha permitido localizar las zonas donde se registra una mayor concentración de prácticas incorrectas de los dueños de animales de compañía que no recogen los excrementos, haciendo recaer esta carga en los empleados de limpieza.
Según el Ayuntamiento, pese a las reiteradas campañas de información y los siete millones de bolsas que el Ayuntamiento pone gratuitamente a disposición de los dueños de mascotas, los excrementos siguen reinando en las calles, en los parques y en otros espacios. "Es un hecho grave por el riesgo que conlleva para la salud pública, motivo por el que la Ordenanza de Limpieza de Espacios Públicos y Gestión de Residuos lo tipifica como infracción muy grave, sancionable con multas de entre 751 y 1.500 euros", advierten desde el Consistorio.