España

Fenómenos extremos: ¿más cambio climático o solo más alarma?

Varios expertos explican a Vozpópuli si las lluvias de los últimos días deben o no preocupar a la sociedad

  • Un ciclista pasa junto al río Manzanares -

Las lluvias que desde hace semanas azotan España preocupan. Pero… ¿Estas precipitaciones sin fin son causadas por el cambio climático? 

A pesar de reconocer que no son un fenómeno común, Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) afirma que “es difícil establecer una relación clara con el cambio climático”, pero reconoce que “No son un fenómeno común porque no es algo que suceda todos los días. Y de hecho, este mes de marzo, cuando hagamos el balance, veremos que va a ser, sin duda, uno de los más lluviosos de toda la serie histórica en España”, explica del Campo. 

Aun así, aclara que hay estudios que indican que las situaciones que provocan tiempo persistente durante más tiempo están aumentando. “Puede haber cierta conexión entre el calentamiento del Ártico, el calentamiento del Océano y las situaciones de bloqueo anticiclónico. Esa situación de bloqueo anticiclónico es lo que está provocando las lluvias en España. Hay un anticiclón persistente en latitudes altas que bloquea las borrascas, y las desvía a latitudes más bajas. Algunos estudios indican que, debido al calentamiento de los océanos y el Ártico, estas situaciones podrían ser más frecuentes o más persistentes, pero se necesitan más estudios para confirmar si el cambio climático está alterando los patrones atmosféricos”, comenta el meteorólogo. 

Una furgoneta es arrastrada por el río Campanillas
Una furgoneta es arrastrada por el río Campanillas

“Lo que sí podemos decir es que no se observa una tendencia significativa en la cantidad de lluvia que cae a lo largo del año en España y en otros países mediterráneos desde principios del siglo XX. Lluvia hay más o menos la misma cantidad, pero lo que parece claro es que llueve de forma diferente, con períodos de sequía más largos y lluvias más intensas. Así que, aunque la cantidad total de lluvia es similar, está más concentrada. Es difícil hacer una correlación directa con el cambio climático, aunque hay indicios de que pueda haber algo relacionado”, apunta del Campo. 

Meses secos y lluviosos

“Los picos de lluvias de los últimos meses pueden ser llamativos a escala de tiempo corta, pero en absoluto son atípicos si tenemos en cuenta toda la serie de registros históricos en España”, explica Saúl Blanco, profesor de ecología de la universidad de León , y perteneciente a ‘Realistas climáticos', una asociación de científicos cuyo objetivo es “promover un debate abierto y libre sobre el cambio climático y las cuestiones energéticas y medioambientales relacionadas” y que en sus bases afirma que “el debate sobre el clima ha estado demasiado politizado durante mucho tiempo”. 

“Tanta lluvia seguida es inusual, pero la variabilidad en las precipitaciones es muy grande y no es raro que haya meses muy lluviosos y otros muy secos. Hay que recordar que en marzo del año pasado llovió el doble de la media”, añade Javier Vinós, científico climático y presidente de dicha asociación. 

Blanco considera que el régimen de precipitaciones actual está controlado evidentemente por el clima, que es de naturaleza intrínsecamente cambiante. “No conocemos en profundidad todos los factores que lo determinan, y esto hace que su evolución futura sea hasta cierto punto impredecible”, enfatiza el profesor.

La gravedad de los desastres 

El profesor Blanco afirma que es cierto que hay una mayor gravedad atribuible a los desastres en terminos económicos y en números de víctimas, claro ejemplo de ello ha sido el desastre de la dana en Valencia, pero esto “no se debería a su mayor frecuencia sino a los cambios en los patrones demográficos mundiales, con poblaciones cada vez más concentradas en zonas de riesgo”, comenta Blanco que concreta que esto pasa especialmente en el Sureste Asiatico. 

Con él coincide Javier Glez. Corripio, Glaciólogo y perteneciente a ‘Realistas Climáticos’, que prefiere reproducir las palabras del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) que dice que “No hay datos adecuados para determinar si cambios consistentes en la variabilidad climática o en extremos del tiempo han ocurrido durante el siglo XX” (IPCC SAR WG1)”.

“Un tema relacionado es el impacto de los fenómenos extremos, en los que sí hay un componente humano importante. Así lluvias torrenciales que siempre han existido tienen un impacto mayor si hay construcciones en los cauces o estos se obstruyen, si aumenta la infraestructura en zonas inundables, o si hay cambios de uso del suelo como la deforestación que acelera la escorrentía y disminuye la absorción de agua por el suelo”, confirma el Glaciólogo. 

Aunque cuando se habla de lluvias el debate es más amplio, el experto de la AEMET, afirma que sí hay otros fenómenos relacionados con el cambio climático. “Hay un incremento de fenómenos meteorológicos extremos, especialmente olas de calor. En España, las olas de calor están aumentando tres días más por década y son más intensas, con temperaturas más altas. Las lluvias también muestran más incertidumbre... Esto se debe a que el aumento de las temperaturas oceánicas y atmosféricas genera más evaporación y capacidad para retener agua en la atmósfera, lo que da lugar a tormentas más violentas.

Los medios de comunicación y las cabañuelas 

“Los medios de comunicación, como todo, son muy diversos. Hay medios que transmiten muy bien la información y son la mayoría, y nos sirven como altavoz de la información meteorológica. Gracias a los medios, llegamos a la sociedad”, menciona el experto de la AEMET, del Campo. 

Sin embargo, cree que con la tendencia al ‘clickbait’ y la estrategia de que algunas noticias se viralicen en las redes sociales, hay ocasiones en que los titulares son injustificadamente alarmistas. “Esto puede generar una información continuada alarmista y que cuando una alerta real ocurra, no se tome en serio”, advierte del Campo. 

“Los medios de comunicación son alarmistas porque ello genera más interés, pero la población no tiene de qué preocuparse. Los fenómenos meteorológicos extremos han sucedido y sucederán siempre, pero las muertes que causan a nivel mundial han descendido en más de un 90% en un siglo a pesar del aumento de la población. Ello se debe a la mejoría en los sistemas de alerta temprana y de preparación”, mantiene el presidente de Realistas Climáticos. 

Vinós cree que la población debe exigir a los políticos que implementen las medidas conocidas para mantener a la población a salvo. A efectos prácticos, reducir las emisiones de CO2 no tendrá efecto, porque estos fenómenos ya sucedían con igual intensidad cuando no había emisiones.

“Los medios de comunicación tienden a subrayar o resaltar los acontecimientos “anómalos”, sean de tipo climático, social o político. Está en su naturaleza, y eso no es negativo de por sí. El que haga frío en invierno o calor en verano no es muy ‘noticiable’”, afirma el profesor Blanco, que añade: “ Mucha gente, por ejemplo, está convencida de que antes llovía más o no hacía tanto calor, cuando esto no se sostiene con los datos. En cualquier caso, en absoluto se puede decir que la situación global sea de una “alarma climática” o que estamos entrando en la “era de la ebullición” del planeta como sostiene el secretario general de la ONU”. 

Blanco cree que la población tiene que adquirir los conocimientos científicos básicos que le permitan una aproximación crítica a la información climática, y adaptarse a las condiciones particulares que imponen nuestras circunstancias geográficas y temporales. 

El presidente de la Asociación cree que el cambio climático es un asunto que “mueve miles de dólares y es un incentivo para que medios, empresas y bancos alineen sus intereses”. El profesor Blanco cree que la información científica accesible al ciudadano medio está claramente sesgada a favor de la tesis del cambio climático antropogénico, presentado como un consenso generalizado en torno a una cuestión ya cerrada que no es objeto de más debate.

“No hay más que ver que la UE dedica un tercio de su presupuesto al cambio climático y agenda verde, eso son más de seiscientos mil millones de euros”, añade también el glaciólogo de la Asociación. 

Por otro lado, durante los últimos años hemos observado un boom de las cabañuelas, un método tradicional de predicción meteorológica cuyo máximo representante y conocedor en España es el joven Jorge Rey. “No soy experto en cabañuelas. Lo que sé es que no es un método válido para hacer predicciones del tiempo a largo plazo, ya que la atmósfera es un sistema caótico y no se puede predecir el tiempo de esta manera. Las cabañuelas no tienen validez científica”, sentencia Del Campo. Para el experto de la AEMET el pronóstico del tiempo debe basarse en un trabajo complejo que involucra modelos meteorológicos y análisis rigurosos. 

“Aunque las cabañuelas son populares en la España rural y pueden tener un interés etnográfico, no deben equipararse con la predicción científica. La observación directa de la atmósfera sí tiene valor a corto plazo, pero no se puede predecir el tiempo a largo plazo con estos métodos”, concluye del Campo.

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