Estados Unidos está viviendo una de las mayores crisis humanitarias de su historia derivada por el consumo de fentanilo. Esta droga, que funciona como analgésico, deja cada vez más adictos. Las imágenes virales de los “barrios zombie”, en los que viven los consumidores de este opioide, inundan las redes sociales y alertan a la sociedad mundial de un problema que podría llegar a ser global. De hecho, este temido opioide está comenzando a cruzar el charco para llegar a nuestro país, más concretamente a la ciudad de Barcelona.
El fentanilo está introduciéndose poco a poco en los barrios de la Ciudad Condal de manera muy silenciosa. Aparece “cortada” con otras drogas, esto significa que se mezcla la dosis habitual de otras sustancias, como pueden ser la heroína o la cocaína, con fentanilo para así introducir su consumo en el usuario de manera progresiva. Esto supondrá la llegada de unos adictos “creados” que estarán tan acostumbrados a este nuevo químico que su cuerpo llegará a necesitarla.
Maxime Wimberg, psicólogo forense, explica cómo se introdujo esta droga en Estados Unidos: a través de su sistema sanitario. Los médicos norteamericanos recetan este tipo de analgésicos con mucha facilidad, lo que deriva en un mayor consumo del mismo y, por consecuencia, la llegada de la adicción. “Se recetan muchos medicamentos que no deberían darse así como así”, sentencia Maxime.
Además, hace hincapié en la poca regulación estatal que existe en el territorio estadounidense con respecto al sector farmacéutico, lo que hace que sea aún más sencillo que los médicos proporcionen estos fuertes medicamentos a sus pacientes. También, el modelo de sanidad privada de Estados Unidos permite que muchos consumidores sobornen a sus doctores para conseguir una dosis de su nueva adicción.
Anna Lligonya, psiquiatra y miembro de la Sociedad Científica Española De Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías, recae sobre la misma idea para alertar de otra posible vía de llegada del fentanilo a la población española. Lejos de los barrios o de los consumidores de droga habituales, muchas personas obtienen dosis de este fármaco recetadas también por sus médicos.
El perfil de los consumidores en el continente europeo es muy distinto al que se ve en el norte de América. Debemos olvidarnos de ese colectivo “muy marginal, heroinómanos con antecedentes de consumo”, asegura Anna. “Aquí lo que se da, con mayor importancia, es el fentanilo recetado a personas de más de 60 años”, continúa. El fentanilo recetado está sufriendo un auténtico boom y supone el mayor porcentaje de existencia de esta sustancia en nuestro país.
Síntomas y consecuencias del fentanilo
Entre los síntomas más reconocibles tras haber consumido fentanilo se encuentra el aletargamiento, la somnolencia o la confusión. De ahí que se la denomine la “droga zombie”, ya que las personas que toman altas dosis de este compuesto parecen muertos vivientes. La alarma con este químico comenzó precisamente por la viralización de unas imágenes en la que se veía como se vivía en un barrio de Estados Unidos muy marcado por la convivencia con este opioide.
Como cualquier analgésico, actúa reduciendo el dolor en el paciente, pero, en el caso del fentanilo, cuenta con una potencia 100 veces mayor a la morfina. Esta sensación de descanso producida por estos químicos es la que acaba generando la dependencia en los usuarios. “Nuevos opioides están apareciendo en el mercado y suponen una amenaza sobre la que se debe estar muy vigilante”, alertan desde Energy Control, programa perteneciente a la Asociación Bienestar y Desarrollo dedicado a la reducción de riesgos en el consumo recreativo de drogas.
Desde las distintas asociaciones llaman a la tranquilidad al no considerar que esté aumentando la aparición del fentanilo en la Ciudad Condal. En Proyecto Hombre Barcelona no han registrado aún ningún paciente que haya necesitado ser tratado por adicción a esta droga. Esto refuerza el hecho de que dicha sustancia, que está presente en los barrios de la ciudad, está entrando a cuentagotas y de una manera muy discreta.
J
No pasa nada, es una droga de los amigos de la izquierda que se produce en los narcoestados latinoamericanos. No pasa nada.
Yomismo
En las calle de Barcelona cualquier cosa es posible.
adenauer
Desde luego .O sea,que está entrando de forma muy discreta y por eso no preocupa.Menuda sandez .Está entrando y eso ya es super preocupante. Yo creo que los del Proces ya lo tomaban .