La Guardia Urbana de Figueres (Gerona) ha sancionado a un local musical de la Plaça del Sol de esta localidad por establecer el precio de la entrada con consumición en diez euros solo para los hombres y permitir el acceso libre a las mujeres, en lo que interpreta es una discriminación por razón de sexo. La denuncia al local se interpuso el pasado sábado y la diferencia de precio en función del género se anunciaba abiertamente en las redes sociales. El establecimiento se enfrenta a una infracción muy grave que lleva asociadas multas de entre 15.000 y 50.000 euros.
La alcaldesa de Figueres, Agnés Lladó, ha publicado en su cuenta de Twitter: “Cuando no pagamos por el producto, nos convertimos en el producto. No queremos concebir a la mujer como objeto de reclamo, estamos totalmente en contra de estas conductas y las perseguimos para poner fin a la cosificación de las chicas”.
En este sentido, seguía: “Queremos acabar con todas las discriminaciones sexistas para que ninguna chica piense que su cuerpo es la entrada a ningún sitio”.
“Las mujeres nos tenemos que hacer valer, en el momento en que tu no pagas por un producto es evidente que el producto acabas siendo tú. Es evidente que las mujeres y sus cuerpos no pueden ser nunca un reclamo en ninguna actividad, sea recreativa o sea la que sea”, ha sostenido la alcaldesa.
Contra este tipo de campañas
Agnès Lladó ha añadido: “Lo que debemos hacer para preservar los derechos de las mujeres, pero también los de los hombres y de la sociedad en general, es hacer que estas actitudes, estas propagandas o marketing desaparezcan, porque lo que acaban haciendo es cosificando el cuerpo de las mujeres y las mujeres no somos sólo un cuerpo”.
“Las chicas deben saber que su cuerpo es respetado y, por lo tanto, necesitamos que las administraciones actúen en este sentido y es lo que hemos hecho desde el Ayuntamiento de Figueres”, ha señalado Lladó. Los agentes encontraron los anuncios del local en redes sociales y la policía administrativa, que realiza controles periódicamente, ha actuado.
“Lo que debemos hacer es hacer que estas actitudes, que en otros tiempos se hacían y no se consideraban a erradicar, queden completamente erradicadas en el siglo XXI”, ha concluido la alcaldesa.