España

Las forenses certifican una muerte dilatada en el tiempo y de una brutalidad "extrema" del niño de Lardero

Las pruebas narran que hubo intento de huida por parte del niño, además, el menor presentaba restos biológicos del acusado resultantes de la agresión sexual que se le imputa

Las peritos forenses que participaron en el levantamiento del cadáver, y posterior autopsia, del niño Álex han certificado este miércoles que murió por asfixia con una "brutalidad extrema, sin ninguna duda", y que la pérdida de conocimiento se dilató en el tiempo.

En la tercera sesión del juicio contra Francisco Javier Almeida, al que las acusaciones piden prisión permanente revisable por el asesinato del niño Álex, de nueve años, y otros quince por agredirle sexualmente el 28 de octubre del 2021, han intervenido las peritos forenses.

Estas se han apoyado en el análisis de las pruebas, tanto restos biológicos como lesiones; y han usado, para su explicación, unas fotos del cadáver, a las que Almeida ha mirado fijamente casi continuamente.

Se confirma, sin lugar a dudas, han contado, que el niño presentaba restos biológicos del acusado resultantes de la agresión sexual que se le imputa, además de diversas lesiones llamativas y atípicas que hablan, "sin lugar a duda, de una brutalidad extrema" en el asesinato.

Las pruebas narran que hubo intento de huida por parte del niño, porque se ve, por las marcas, que el acusado le agarró de la muñeca y tiró. Además, las lesiones traducen que le sujetó y le agarró la cara teniéndolo de frente. También, que lo inmovilizó.

Tras la agresión sexual, que se realizó estando vivo el niño, tal y como certifican los hematomas que le produjo, se produjo la muerte por asfixia usando los brazos y desde atrás. Ésta, ha explicado la forense, no fue inmediata porque, de quererlo, no se le habría dejado holgura durante la asfixia.

Así, la pérdida de conocimiento se dilató en el tiempo dejando un hueco, a la altura del codo del agresor, mientras le ahogaba por detrás. Esto se ve porque el niño presenta erosiones y abrasiones de haber movido la cabeza de un lado a otro.

La forense también ha explicado que el niño pierde el conocimiento y el agresor sigue manteniendo la presión "muy fuerte" hasta que se produce la muerte. La descripción del ahogamiento ha sido seguida con atención por Almeida.

A petición del fiscal también se ha leído el informe forense psiquiátrico que se le hizo a Almeida tras cometer el anterior crimen, en 1998, cuando asesinó a la trabajadora de una inmobiliaria. Allí se concluyó que no tenía ningún tipo de patología psiquiátrica ni alteración mental.

Declaraciones del padre del niño asesinado

El padre de Álex, el niño de 9 años presuntamente asesinado tras ser agredido sexualmente en Lardero el 21 de octubre de 2021, ha asegurado este miércoles que, desde entonces, todos en la familia se encuentran "como muertos en vida" porque les han "quitado toda la alegría".

David, el padre de Álex, ha declarado en la tercera jornada del juicio con tribunal popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño contra Francisco Javier Almeida, considerado presunto autor de estos hechos y quien estaba en libertad condicional desde abril de 2020.

Ha recordado que esa tarde se encontraba con su esposa y otro matrimonio amigo en un merendero de estos, junto al parque Entre Ríos de Lardero, donde jugaban sus hijos disfrazados por la fiesta de Halloween.

"Justo antes de cenar, Álex nos pidió despedirse de unos amiguitos y le dejamos salir al parque con la hija de la otra pareja. No fue nada, enseguida vino la niña y dijo que se lo había llevado un señor. A todo correr salimos a buscarlo y mi mujer llamó a la Policía", ha relatado muy emocionado.

Después, ha proseguido, buscaron primero en los portales situados enfrente del edificio del acusado, hasta que encontraron al niño; varios sanitarios que había por la zona intentaron reanimar al menor, pero ya no tenía pulso ni respiraba, según han confirmado este miércoles un médico y una enfermera que acudieron a asistir al pequeño.

En respuesta a preguntas del jurado, ha indicado que a su hijo le gustaban los animales, pero también era "miedoso" cuando veía a un perro por la calle; y ha considerado "imposible" que se hubiese ido de forma voluntaria con un desconocido, por lo que cree que "se lo tuvo que llevar a la fuerza".

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