El expresidente de la Generalitat Valenciana, el 'popular' Francisco Camps, se muestra dispuesto a regresar a la primera línea de la política. Nueve años después de haber dejado la representación pública y ocho desde que fue finalmente absuelto de su presunta implicación en el 'caso Gürtel', Camps no solo no descarta su retorno en un momento en el que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido que sea investigado por mentir "palmariamente" durante el juicio a la trama del PP, sino que se ha abierto a esa posibilidad: "Si mi partido me lo ofrece volveré".
Camps ha realizado esta nítida declaración en una distendida entrevista con el diario ABC en la que defiende el valor de la política. "Trabajamos para el ciudadano, no para el político de enfrente", asegura el expresidente valenciano durante su conversación con el periodista Salvador Sostres, que centra la charla en las facetas más personales de Francisco Camps, refiriéndose a su condición de cristiano o de hombre de familia: "Siempre hay tiempo para lo que amas. Para Dios, para los hijos, para el trabajo". En cuanto al seguimiento de su caso realizado por el diario 'El País', dice: "A mí me basta con no comprarlo. Tendrían que disculparse con sus lectores, por no haberles contado la verdad".
En términos netamente políticos, Camps aprovecha para arremeter contra "las tres obsesiones de la izquierda" y acusar al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero de "descoser la convivencia" al tirar "de los tres hilitos": "La unidad de España, la educación y la Iglesia". En ese sentido, el expresidente considera que Pedro Sánchez y Podemos son los herederos de Zapatero, y considera que "España no tendrá solución hasta que los votantes de izquierda se queden todos en el PSOE y el PP sea la casa común del centro derecha".
Camps aboga por el bipartidismo
Francisco Campos sostiene que "Pablo Casado es el único que puede ser presidente" y ve "inviable" cualquier otra opción ante la moción de censura anunciada por Vox. Sobre esta formación, y a pesar de su defensa del bipartidismo, Camps considera que "sí encaja" dentro del marco constitucional, y que Podemos "es el único populismo radical que existe en España". "Es que la política normal es la de derechas, lo otro es siempre un lío", esgruime, reclamando a Casado que "defina un proyecto con vocación mayoritaria" para "volver a gobernar" y así por en jaque el futuro del partido de Abascal.
"A falta de capacidad para gobernar, se impondrá el proyecto ideológico, como cuando Zapatero inesperadamente ganó y basó su gobierno en cinco temas: la negociación con Eta, el Estatuto de Cataluña, el aborto, la alianza de las civilizaciones y la memoria histórica", vaticina Camps: "Incluso Sánchez, que no es el PSOE, va a administrar con directrices impuestas por Europa el dinero que nos han dejado, y eso está bien; y a cambio le va a permitir a Iglesias que desarrolle su agenda ideológica, parecida a la del zapaterismo: arrinconar a la monarquía, pactar con el independentismo, destruir el sistema constitucional y nuestras alianzas de intereses compartidos con las democracias occidentales y los Estados Unidos. Como el propio Zapatero dijo, nuestros referentes serán Venezuela, China y Turquía".
"Cataluña está de momento perdida, Andalucía es el granero de votos del PSOE y Madrid y Valencia son el granero del PP. Cuando el PSC en Cataluña y el PSOE en Andalucía son hegemónicos, los socialistas tienen mayoría absoluta. Cuando el PP es hegemónico en Madrid y Valencia, la mayoría absoluta la tenemos nosotros", apunta en clave autonómica: "España siempre vota igual. Gana el que tiene menos abstención y menos fragmentación".
"Fue destruir la imagen del PP en Valencia y Madrid, no tanto para gobernar en estas comunidades, que también, como para evitar la mayoría absoluta. Cada vez que los socialistas tienen un problema, se inventan un caso de corrupción en Madrid o Valencia, y luego nunca piden perdón cuando las causas se archivan", remarca sobre los presuntos casos de corrupción del PP. Y en cuanto a la posibilidad de que el periodista Salvador Sostres le regalara un millón de euros, afirma Camps que mandaría "la mitad a Cáritas Diocesana de Valencia" y "la otra mitad a las misiones de la Diócesis en el Perú amazónico".