“Carlos García Revenga dio al niño el teléfono del rey”, asevera el secretario general del sindicato Manos Limpias, Miguel Bernad, quien mantuvo dos encuentros con el joven, Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, acusado de falsedad, usurpación de funciones públicas y estafa, a lo largo de este verano. Fue en uno de esos encuentros cuando el chico le afirmó que tenía el móvil de don Juan Carlos porque el secretario de las infantas, Carlos García Revenga, se lo había facilitado. Ambas reuniones tuvieron lugar en el Real Club Puerta de Hierro, donde Bernad asegura que el ‘pequeño Nicolás’ era recibido como “un jefe de Estado”.
“Me vino a recoger al despacho en un Audi, con su chófer y escolta, y fuimos a comer a Puerta de Hierro”, relata Bernad. Allí, según explica, abordaron el caso Noós y la desimputación de la infanta Cristina. Fue durante esos encuentros cuando Fran (Francisco Nicolás) “llamó por teléfono” a García Revenga, según afirma Bernad, para contarle “cómo iban las negociaciones”. “Delante de mí le llamó por teléfono y me dijo que tenía íntima amistad con él”, indica. Sin embargo, la veracidad de la llamada no puede ser confirmada dado que Bernad no escuchó la conversación telefónica. El joven no activó el manos libres por lo que el líder de Manos Limpias no pudo identificar la voz del secretario.
“Le llama y le cuenta que la cosa va bien, porque estaba convencido de que íbamos a quitar la imputación de la infanta, pero yo siempre le dije que queríamos hablar con los abogados del Estado para ver qué argumentos deben esgrimir. ¿Cómo voy a decir que no veo delito y me retiro? Íbamos a quedar a la altura del betún y la gente iba a decir que nos habían comprado”, afirma. Y reitera que en “ningún caso” iban a quitar la imputación. Además, Fran le facilitó una dirección de correo electrónico para que desde el sindicato le enviaran todas las querellas que iban a presentar y desde Manos Limpias se las enviaban.
“El único fallo que le vi es que cuando yo quería subir más arriba él me decía que pronto abrazaría al rey y a la vicepresidenta y que me lo agradecerían”, indica y asegura “creer” la versión del joven. “Yo sabía que tarde o temprano la Casa Real se iba a poner en contacto con nosotros. Las circunstancias se estaban desarrollando de tal manera, que ya iba a finalizar la instrucción y era el momento de que Casa Real dijera: oye, no nos acuséis. Los tiempos cuadraban”, explica Bernad quien además asegura que durante esta semana el joven le había prometido un encuentro con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Según indica el líder del sindicato, este encuentro iba a ser “inminente” e iba a tener lugar en “la Casa Real”. “Yo siempre pedía abogados del Estado que él nos iba a facilitar”, asegura. “Quería seguir subiendo escalones para hablar con el rey y que este me dijera que había sido él el que había hecho el encargo al niño, porque a lo mejor el chico era la persona más adecuada para hablar con nosotros”, indica.
Ante las preguntas de si cree la versión del joven y de si nunca dudó de él el cabeza de Manos Limpias responde con otra pregunta: “¿Cómo no vas a creer a una persona que no te propone sacar dinero o que no te pide dinero?”. “Yo nunca he sospechado de que no fuera cierto y me sigo creyendo que viniera de Casa Real y de la vicepresidenta, pero a lo mejor se atribuyó más de la cuenta. Creo que venía de mensajero, pero se pasó de frenada, esa es mi percepción”, afirma.
“A una persona individual le importa tres rábanos este tema. Un ciudadano de a pie no va al rey y le dice que ha conseguido la desimputación, porque el rey no te cree y dice, ¿de qué va este?”, explica. Para Bernad, todo esto está avalado porque el joven tenía fotografías con muchas personalidades importantes excepto con miembros del sindicato Manos Limpias. “Esto me hace pensar que le han dicho: con estos, nada de fotos”, concluye.