España

El 'Marqués de Prosperidad' huye de Madrid junto a sus padres por la presión mediática

Vecinos y amigos de los padres de Francisco Nicolás Gómez-Iglesias aseguran que la familia se marchó el pasado jueves de su madrileño barrio de Prosperidad, aunque el 'pequeño Nicolás' fue visto este lunes en Chamberí. 

Ni rastro de Francisco Nicolás Gómez-Iglesias, el pequeño Nicolás o -como le han bautizado ahora los vecinos de su barrio natal- el Marqués de Prosperidad, un titulo que se ha ganado a pulso debido a sus altas aspiraciones. Nadie sabe nada de su paradero y varias vecinas, amigas de la madre del joven, han asegurado que el pasado jueves la familia salió de su domicilio y desde entonces nada se ha sabido de ellos. Francisco Nicolás está acusado de falsedad, usurpación de funciones públicas y estafa, por engañar a particulares y empresas prometiendo falsos negocios que saldrían adelante gracias a sus "contactos" con el Gobierno de Mariano Rajoy y con el rey. Desde que la noticia saltara a los medios, muchos periodistas se han acercado a la zona para tratar de saber más sobre la familia. "Han visto lo que se les venía encima y se han marchado. Un periodista estuvo por aquí el miércoles y ellos lo saben, así que se han ido porque no quieren que nadie les vea", explica un vecino. 

Las persianas de la vivienda, ubicada en el barrio de Prosperidad y muy cerca de la parada de metro con el mismo nombre, están cerradas a cal y canto. Ni un rayo de sol podría iluminar las estancias en las que se crió el chico más famoso del momento en España. "Los vi salir el jueves, pero no sé dónde fueron. Entonces aquí no se sabía nada y yo no sospeché", apunta una amiga de la madre, señalando el vehículo del padre, que, asegura, lleva aparcado desde "el miércoles": "Hasta está cogiendo polvo". El coche, un Opel Vectra granate, es el que utiliza la familia desde hace varios años. Todavía lleva en la luna trasera la pegatina de bebé a bordo que Carmen y Paco, los padres de Fran, pusieron cuando este nació. 

"Su madre me contó que al niño no le gustaba mucho el barrio porque había muchos inmigrantes y desde entonces poco se le vio al chaval"

Pasadas las once de la mañana, un corrillo de vecinas y amigas de la madre de Fran se agrupa frente a su portal. Miran a las ventanas: "Siguen igual que ayer", dicen una de ellas. "No sabemos donde pueden estar, quizás en Chamberí, de donde es él", apunta una. Este lunes por la mañana el joven fue visto en las inmediaciones de la casa de la abuela paterna, pero después nadie ha vuelto a saber de él. "Cuando pase todo esto volverán, recogerán sus cosas y se marcharán. Aquí no se van a quedar porque eran ya conocidos y quien no los conocía, ahora sí. Así que por orgullo propio se marcharán", apunta otra de las allí congregadas.

Una familia concocida, pero muy reservada

Estas mujeres, cincuentonas todas ellas, conocen al matrimonio desde que se instaló en el barrio. "Sabemos cosas de ellos, pero sí que son reservados y hay cosas que no se comentan y que no preguntas. Nunca entendí por qué el chico se marchó a vivir con la abuela. Se fue con 14 años, y entonces no era porque la universidad le quedara más cerca", afirma la señora. La casa de los padres de Fran y la de la abuela, una vivienda de militares ubicada en el barrio de Chamberí, están a una distancia de 10 minutos en coche. Otra vecina recuerda cómo una vez Carmen habló sobre este asunto mientras tomaban un café en el bar que está situado bajo la casa del matrimonio: "Contó que al niño no le gustaba mucho el barrio porque había muchos inmigrantes y desde entonces poco se le vio al chaval", asegura esta amiga de la madre, mientras que otra añade que coincidió con el joven hace un par de semanas y "vestía normal". "Yo estaba tomando una caña en el bar y salieron justo ellos de casa. Él me saludó muy amable e iba vestido con unos vaqueros y un polo, como un chico de su edad, nada de trajes", relata. Insisten en que "nunca" le han visto con los Audis y BMWs que el chico llevaba a los actos oficiales y que los vecinos de Chamberí y de un chalet de El Viso del que tenía las llaves aseguran haber visto. 

 "Este chico solo no ha podido hacer esto. Ha tenido algún padrino", aseguran conocidos y vecinos del barrio

La familia del pequeño Nicolás era muy conocida en el barrio. "Llevarán viviendo aquí desde que se casaron, hará de eso unos 23 años. Un hermano de él compró un piso en el mismo rellano que ellos, pero lo tiene alquilado", explican. Ninguno de los vecinos responde al telefonillo cuando los periodistas llaman para preguntar. Sin embargo, aunque muchos tomaban café con el matrimonio e incluso salían de cañas con ellos, hay muchos interrogantes de la vida de Carmen y Paco a los que no saben responder. "La madre trabajó hace muchos años de administradora, antes había sido guardia jurado en el Museo del Prado y hace unos ocho años regentó el bar de enfrente de su casa durante doce meses junto a un socio. Nadie sabe qué pasó, pero no les iba mal y de repente dejaron de llevar el local", cuenta una de las vecinas. Ninguna de ellas es capaz de decir si el matrimonio trabaja en la actualidad. "Yo creo que él está en paro, porque hace mucho tiempo que no se le ve con la furgoneta de reparto, y ella no lo sé, no hablaba de su trabajo", dice una de ellas. 

Tampoco son capaces decir con certeza de dónde es la madre del chico. "Es de Madrid, pero no sé de qué barrio, la verdad es que ella nunca hablaba de eso", asegura otra. "Salíamos de cañas y hablábamos de lo típico, las noticias y algo de nuestras vidas. Ella contaba que a su hijo le iba muy bien en la universidad, que era muy estudioso y presumía como cualquier madre con hijos en la universidad", indica, volviendo a preguntarse por qué el joven no viviría con los padres. "Ellos aparentemente son una pareja que se lleva muy bien y con el hijo también se llevan fenomenal", añade otra mujer.

"Jugaba mucho con mi hijo cuando eran pequeños. Siempre jugaban a policías, él estaba obsesionado", cuenta una amiga del matrimonio

Un chico que jugaba a ser policía

Desde que saltó la noticia, los vecinos del barrio han hecho memoria y ahora se cuentan entre ellos pequeñas anécdotas sobre el Marqués de Prosperidad. "Jugaba mucho con mi hijo cuando eran pequeños. Siempre jugaban a policías, él estaba obsesionado", apunta mientras limpia la barra del bar que regenta. "Los padres tomaban café todos los días después de comer y su apariencia es normal, la de un matrimonio trabajador sin grandes lujos", indica.

Otra amiga de la madre recuerda nítidamente las elecciones de 2008, cuando fue a votar y le sorprendió encontrarse allí con Fran y su madre. "El era un niño, tenía 14 años, y estaban allí, pidiendo el voto para el PP. Ejercieron de anfitriones de todo aquel que iba a votar y pedían el voto para Mariano Rajoy. Hasta me dieron dos besos cuando llegué y cuando me marché", relata. "Ellos eran muy de derechas, sobre todo la madre, así que no me extraña que fuera ella la que le llevara a FAES", afirma.

Las amigas de la madre, se dirigen, como todos los días a tomar el café en un bar del barrio. No pueden evitar no hablar del tema y comienzan a elucubrar sobre el asunto. "Este chico solo no ha podido hacer esto. Ha tenido algún padrino. Podrá ser listo, pero las medidas de seguridad de esos sitios son muy grandes y si no tienes padrino, no te bautizas", concluye. 

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