Unas 4.000 hectáreas han quedado arrasadas por el incendio que se declaró el lunes en la comarca cacereña de Las Hurdes y que pasó a la provincia de Salamanca, donde las labores de extinción se están complicando y las llamas han comenzado a extenderse hacia el municipio de Serradilla del Llano.
El incendio esta presentando un comportamiento desigual: frente a las complicaciones en Monsagro (Salamanca) por el humo y las altas temperaturas, en Las Hurdes evoluciona favorablemente, aunque preocupa que el viento de cierta intensidad que se espera esta noche pueda reactivar las llamas.
En Monsagro (Sierra de Francia), cuyos 400 vecinos han tenido que ser desalojados, el incendio lleva quemadas más de mil hectáreas, está en un momento difícil debido a las condiciones del clima y se está extendiendo hacia el este, por lo que se encuentra cerca de entrar al término municipal de Serradilla del Arroyo.
Según la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León, la situación es "complicada" porque "los vientos cambiantes dificultan las labores de extinción" y el humo es intenso en diferentes puntos, pese a lo cual los medios aéreos continúan las labores de extinción. A estas condiciones poco favorables, se suman unas temperaturas elevadas que han alcanzado en la zona los 36,6 grados, su valor máximo.
En Cáceres, por el contrario, la evolución del incendio es favorable, aunque, como ha señalado el coordinador regional del Plan Infoex y director de extinción en Las Hurdes, Juan Jesús Sancho, las condiciones meteorológicas actuales “son propicias" para que haya reproducciones.
Ahora la atención se centra en que este incendio, que ya ha quemado en Extremadura cerca de 3.000 hectáreas, no comprometa la seguridad de la localidad de Casares de Hurdes: en estos momentos no hay peligro para este término municipal, pero hay que estar pendientes del viento.
"Estamos trabajando muy intensamente en la zona para intentar consolidarla cuanto antes y que no se produzcan reactivaciones", ha afirmado Sancho, quien ha señalado que es pronto para dar por estabilizado el fuego y hay mucho perímetro que atender, tanto en la parte cacereña como en la salmantina.
El fuego comenzó el lunes por la tarde en el municipio de Ladrillar de la comarca de Las Hurdes, debido a una tormenta seca en la zona y a los rayos caídos, y se ha extendido de manera incontrolada por una zona de pinares hasta llegar a las cercanías de las casas de Monsagro.
En Salamanca preocupa también el fuego que se registra en Candelario, en la sierra de Béjar, que se originó también el lunes por una tormenta seca y que ya ha quemado más de 700 hectáreas. En Candelario se han reproducido varios focos, lo que ha obligado a los medios aéreos a regresar al municipio, aunque se prevé que las llamas puedan ser controladas durante la noche.
Tres incendios activos en Extremadura
Mientras, en Extremadura se trabaja en otros tres incendios activos, aunque de nivel 1, en las localidades cacereñas de Santa Cruz de Paniagua y Casar de Cáceres, y en Feria (Badajoz). Casares de las Hurdes es el municipio que ahora está más cerca del fuego, por lo que se ha filiado a toda la población, se han estacionado autobuses en las inmediaciones del pueblo y se ha realizado un traslado preventivo de personas vulnerables que viven en la residencia de mayores de esta localidad.
Otros puntos de la geografía española se están viendo afectados por las llamas. Así, un incendio se declaró esta tarde en una zona agrícola cerca del Monasterio de la Cartuja, en Jerez (Cádiz), que ha provocado el desalojo de vecinos de núcleos poblacionales cercanos y de las monjas del convento. Además, se lucha contra el fuego en Ribadavia y Melón (comarca del Ribeiro, en Orense), con 100 hectáreas quemadas, o Collado Mediano (Madrid), con más de 80.
Todo ello en medio de una intensa y prolongada ola de calor, que ha llevado hoy los termómetros hasta los 45,6 grados en el municipio de Almonte (Huelva) y hasta los 45,4 en Olivenza (Badajoz), de acuerdo con los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Mientras, se espera que el lunes finalice la ola de calor, con su punto álgido este miércoles y mañana, con la entrada de una masa de aire frío por el tercio oeste peninsular, que bajará el mercurio entre 7 y 8 grados, según los pronósticos.