La subasta de una treintena de inmuebles y fincas que en su día pertenecieron a delincuentes vinculados al narcotráfico, entre ellos algunos capos gallegos pertenecientes a los llamados ‘clanes de la fariña’, se ha saldado en Madrid con la adjudicación de aproximadamente la mitad de los lotes. Celebrada en la sede de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, la subasta concluyó sin que que ningún asistente pujara, curiosamente, por dos de las ofertas en teoría más llamativas. Así, entre las propiedades que no encontraron comprador figura un lujoso chalet de 270 metros cuadrados radicado en la localidad malagueña de Benalmádena. Dotado con un jardín de 600 metros cuadrados, piscina, terrazas y otras zonas dedicadas al ocio, el ‘casoplón’ salió a subasta por un precio inicial de 876.000 euros y se redujo a poco más de 744.000 en la segunda ‘ronda’, pese a lo cual nadie mostró interés en adquirirlo.
Idéntica suerte corrió el lote integrado por diez locales comerciales ubicados en una zona céntrica de Santiago de Compostela, concretamente en unas galerías de la calle Maestro Mateo. Los bajos, que suman una superficie de 1.300 metros cuadrados, no encontraron comprador tras bajar su precio conjunto hasta los 401.240 euros. Seguramente su mal estado de conservación y las cuantiosas obras que habría que acometer para ponerlos en funcionamiento echaron para atrás a los inversores.
El inmueble que más interés despertó fue un piso de 106 metros cuadrados radicado en la calle Valencia de la ciudad de Vigo, que salió a subasta por algo más de 223.000 euros y acabó adjudicándose en 282.500. La vivienda cuenta con dos plazas de garaje y trasteros. Lo mismo ocurrió con tres fincas rústicas sitas en la localidad pontevedresa de Sanxenxo, que se vendieron por algo más de 171.000 euros, al igual que otros seis terrenos de igual naturaleza ubicados en Higuera de las Dueñas (Ávila). Su precio final alcanzó los 104.038 euros, casi 35.000 más que el de salida.
Otros bienes que cambiaron de dueño fueron una vivienda con garaje y trastero radicada en Porriño (Pontevedra) tras ser adjudicada por poco más de 91.000 euros, un local comercial de Las Palmas de Gran Canaria y un solar de Baiona (Pontevedra).
El Plan Nacional sobre Drogas, a través del Segipsa, la sociedad estatal de gestión inmobiliaria del patrimonio, organiza con cierta frecuencia este tipo de subastas con el fin de liquidar bienes comprados por narcotraficantes y que posteriormente pasan a manos del Estado tras demostrarse que fueron adquiridos con dinero procedente de delitos relacionados con la distribución o venta a gran escala de sustancias estupefacientes.