Tras una madrugada de perros y plagada de incidentes debido al paso de la borrasca “Ciarán”, Galicia se enfrenta hoy a una nueva jornada de fuertes lluvias y vientos intensos que siguen provocando problemas en numerosas localidades, especialmente las radicadas en el litoral de la provincia de La Coruña. La situación sigue siendo complicada en los aeropuertos después del caos que reinó a partir de las seis de la tarde de ayer en el de Santiago de Compostela, donde una quincena de enlaces tuvieron que ser cancelados o desviados a causa del temporal.
La peor parte se la llevaron los pasajeros de un avión de la compañía Ryanair que, procedente de Lanzarote, tenía previsto tomar tierra en la terminal de Lavacolla poco antes de las siete de la tarde. La condiciones meteorológicas eran tan malas en ese momento que el piloto, tras sobrevolar la ciudad durante un rato a la espera de que el viento y la lluvia amainaran lo suficiente como para poder aterrizar con seguridad, decidió poner rumbo hacia otro aeropuerto menos golpeado por la borrasca.
El pasaje fue advertido entonces de que el final del trayecto no sería la pista de Oporto, ciudad portuguesa radicada a poco más de doscientos kilómetros de la capital gallega, ni Madrid, que cuenta con muy buenas comunicaciones con Galicia, sino Sevilla... a unos 800 kilómetros en línea recta de su destino inicial y a casi mil por carretera.
La resaca del caos vivido ayer está teniendo hoy notables repercusiones en los aeropuertos de Compostela y, muy especialmente, La Coruña, donde varios vuelos han tenido que ser reprogramados, aunque la situación comienza a mejorar a causa de la sensible disminución de la velocidad del viento y del cese parcial de las trombas de lluvia. A las once de la mañana, en Santiago empezaron a abrirse claros en el cielo tras una noche de perros que provocó inundaciones y cortes de luz en varios puntos de la ciudad.
Las comunicaciones ferroviarias también se han visto afectadas por el paso del temporal, con especial incidencia en las líneas entre Orense y Vigo y entre Ferrol y La Coruña. En cuanto al parte de incidencias, se cuentan por cientos en toda Galicia a causa, sobre todo, de la caída de árboles y del tendido eléctrico en zonas muy castigadas por el viento, lo cual ha dejado sin suministro temporal a unos diez mil hogares. En todo caso, se trata de problemas poco graves si se tienen en cuenta las fortísimas rachas de aire que se han registrado en las últimas horas tanto en zonas costeras como en el interior. Así, la página web de Meteogalicia informa de que el viento superó los 160 kilómetros por hora en la localidad orensana de Carballeda de Valdeorras (medición realizada a las 1.10 de la madrugada), mientras que en varios puntos del litoral coruñés, como Cedeira, las rachas rebasaron los 135 km/h.
Para lo que queda de jornada, Meteogalicia pronostica una “situación muy complicada en el mar con olas superiores a los 8 metros” y rachas de viento “muy fuertes en toda la franja litoral y zonas altas”.