La demanda interpuesta por Laureano Oubiña contra Atresmedia, Netflix y Bambú Producciones por la emisión de la serie televisiva ‘Fariña’, cuyo argumento critica por no ajustarse a la verdad y por incluir escenas que, en su opinión, atentaron contra su honor y le causaron daños morales, tiene pocas posibilidades de resolverse a favor del veterano excontrabandista gallego tras el juicio celebrado durante la mañana de este martes en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Vilagarcía (Pontevedra), en el que el fiscal se ha mostrado contrario a atender las pretensiones del demandante.
El representante del Ministerio Público no considera que el impulsor de la demanda tenga razones para sentir su honor mancillado a través de una serie televisiva que, por tratarse de un producto con unas características muy específicas, carece de presunción de veracidad. Señaló, además, que aceptar las peticiones de Laureano Oubiña supondría cuestionar la libertad creativa de los autores que abordan obras de ficción, aunque estén basadas, como es el caso, en hechos reales.
El juicio, celebrado en Vilagarcía de Arousa, ha quedado visto para sentencia y ahora habrá que esperar lo que dictamine el juez tras escuchar al fiscal y al resto de personas que fueron llamadas a declarar, entre ellas Ramón Campos, productor ejecutivo de Bambú, que defendió igualmente que ‘Fariña’ es una obra ficción basada en el argumento del libro de igual título escrito por Nacho Carretero.
Una escena sexual, el motivo de la grave lesión del honor de Oubiña
Laureano Oubiña, sin embargo, afirma que la emisión de la serie lesionó gravemente su honor y el de su familia por varios motivos, especialmente al incluir una escena en la que los actores que dan vida al capo gallego y a su entonces mujer, la fallecida Esther Lago, aparecen manteniendo sexo.
Oubiña, de 77 años, asegura que no estaba manteniendo relaciones sexuales con su esposa cuando fue detenido
La polémica secuencia, interpretada por Carlos Blanco y Eva Fernández, aparece en el primer capítulo de la serie, justo cuando la Guardia Civil irrumpe en el caserón del delincuente para detenerlo en el marco de la Operación Nécora, gran redada antidroga que supuso el inicio del desmantelamiento, a principios de la década de los 90 del pasado siglo, de los grandes clanes del narcotráfico en Galicia. Oubiña, de 77 años, asegura que no estaba manteniendo relaciones sexuales con su esposa cuando fue detenido y exigió una indemnización de 1,5 millones de euros a las citadas empresas por haber incluido una escena que, además de ser falsa, considera de muy mal gusto y fuera de lugar al involucrar en la misma a una persona ya fallecida. Se refiere a Esther Lago, que murió en un accidente de tráfico en 2001. También niega que traficase alguna vez con algo que no fuese tabaco o hachís.
La vista judicial de hoy tuvo lugar cinco años después del fallido intento de conciliación que protagonizaron el demandante y los demandados. En esa ocasión, los representantes del contrabandista gallego afirmaron que la indemnización solicitada se dedicaría íntegramente a apoyar la labor que realiza una conocida asociación para rehabilitar a antiguos toxicómanos.
La serie ‘Fariña’ cosechó un excelente índice de audiencia durante su estreno en 2018, llegando a congregar a 3,4 millones de espectadores ante las pantallas y alcanzando un 21,5% de ‘share’. Su argumento narra cómo actuaban las principales bandas de capos gallegos en las décadas de los 70 y 80 del pasado siglo, momento en el que muchos contrabandistas de tabaco se metieron de lleno en el negocio de las drogas debido a la enorme rentabilidad que les reportaba esta actividad. Ese cambio en la línea de negocio provocó fuertes tensiones entre los clanes que se oponían a dar el salto a la distribución de estupefacientes y los que, por contra, impulsaron esa nueva vía al comprobar los espectaculares beneficios que ofrecía en comparación con el simple contrabando de ‘rubio de batea’. Esas discusiones entre bandas quedan muy bien reflejadas en la serie, que retrata también la peculiar relación de jerarquía que existía entre ellas, con ciertos patrones de comportamiento que recuerdan al mundo de la mafia ‘clásica’.
Fariña retrató el poder de los clanes en la ría de Arousa
El poder de estos clanes llegó a ser descomunal en la ría de Arousa, donde sus líderes ejercían como amos y señores de una sociedad que había alcanzado graves cotas de corrupción a todos los niveles, tanto en la esfera política como en la de las fuerzas de seguridad, debido a la influencia que ejercían gracias a su gran poder económico. Todo ese mundo empezó a debilitarse con la puesta en marcha de la Operación Nécora, en la que el juez Baltasar Garzón alcanzó un gran protagonismo, aunque los clanes más activos siguieron actuando a través de nuevos cabecillas que en ocasiones eran dirigidos, desde la cárcel, por sus ‘maestros’.
El principal protagonista de la producción televisiva es el conocido narco Sito Miñanco, encarnado por el actor Javier Rey, que es presentado como un joven díscolo y ambicioso que intenta romper las reglas del juego imperantes hasta ese momento al intuir que el verdadero negocio no estaba en el contrabando de tabaco y que había otros caminos mucho más rápidos para hacerse millonario. Junto a Miñanco aparecen otros grandes capos de la época, como el propio Oubiña, Manuel Charlín o Terito.
En el juicio de hoy, el conocido excontrabandista de Arousa, que ha ‘residido’ en prisión en torno a veinte años, no ha desaprovechado la ocasión para hacer publicidad de su última publicación, que precisamente lleva por título ‘Desmontando Fariña’. Se basa en una serie de reflexiones que Oubiña colgó en plataformas como YouTube para criticar las numerosas falsedades que, según afirma, se vierten en la exitosa serie producida por Bambú. Entre ellas, asegura que Terito jamás fue su jefe y que las descargas de ‘material sensible’ en la costa no se hacían como refleja la serie. Sobre este particular, señala tajante que él siempre estaba presente en el sitio de las descargas, “no tocándome los cojones” a veinte kilómetros de distancia.