La campaña navideña de los mariscadores gallegos hace aguas, nunca mejor dicho, por todos los costados y la desesperación no para de extenderse por buena parte de las casi cuatro mil familias que se dedican a la extracción de moluscos tan típicos como la almeja o el berberecho debido a la grave escasez de estos productos. ¿Cuál es el problema? No otro que la ‘sobredosis’ de agua. Concretamente de agua dulce, que ha arruinado innumerables bancos marisqueros a causa de la baja salinidad que registran las rías, con la consiguiente mortandad de los bivalvos más tradicionales.
El tren de temporales que barrió la comunidad durante octubre y noviembre resultó letal para este sector por una razón muy simple. Y es que exceso de lluvia, además de provocar inundaciones en tierra firme, arruinar cosechas y provocar daños de todo tipo, puede afectar también de una forma muy negativa al hábitat de las rías si el alto volumen de agua dulce, como fue el caso, logra alterar el nivel de sal que ciertas especies necesitan para reproducirse. Pero no solo las trombas de lluvia han afectado a la 'salud' de las rías gallegas, que este año también han visto cómo sus frías aguas se han convertido, en ocasiones, en una especie de 'caldo' con una temperatura bastante mayor de lo que es habitual. La diferencia con respecto a otros veranos superó los cuatro grados en bastantes zonas del litoral costero, registrándose picos que rondaron los 23, algo muy poco usual en las playas de Galicia.
Situación "muy complicada"
El patrón mayor de A Illa de Arousa, en Pontevedra, califica la situación como "muy complicada" y señala que la mortandad de especies tales como la almeja fina, la más cotizada, ronda el cien por cien. En declaraciones a Vozpópuli, Juan José Rial, destaca también la drástica caída de la producción de berberecho, con una caída del 87% respecto a una campaña normal, y de la almeja babosa, que ronda el 70%. Ante este panorama, los precios también se han disparado para los clientes que buscan la excelente calidad de los productos gallegos y no quieren que les den gato por liebre. Sobre este particular, el coste de la almeja fina en lonja alcanzaba este martes los 110 euros por kilo, mientras que la variedad japónica bajaba hasta los 20 o 22. Los precios en el mercado son, lógicamente, sensiblemente más altos. Rial, que intenta conservar el buen humor pese al drama que afecta al sector, declara que Galicia ha estado muy bien servida de lluvias durante este otoño y que ahora es necesario que se vayan a otros lugares donde el agua escasea.
De calidades y de precios también sabe un rato muy largo Ángel Mariño, responsable de la depuradora Ángel Mar, radicada en Boiro (La Coruña), que confirma la grave caída en la producción de moluscos de origen gallego y la sustitución por otros procedentes de otras latitudes, como el berberecho escocés, la navaja holandesa o la almeja de Portugal. Sin querer entrar en polémicas sobre la calidad de dichos productos, Mariño destaca a Vozpópuli que él solo distribuye marisco gallego y que este año, a causa del bajón en las capturas, resulta muy complicado atender muchos pedidos por parte de clientes que demandan grandes cantidades de bivalvos con el excelente 'pedrigree' que caracteriza a los que tienen 'sello' gallego.
Navajas holandesas a 5€ el kilo
En este sentido, afirma que algunas grandes cadenas están vendiendo navajas holandesas a solo 5 euros el kilo, lo cual le parece correcto si se hace constar de una forma bien visible cuál es su procedencia y no se engaña a los consumidores haciéndoles creer lo que no es. Ángel Mar, que lleva 25 años distribuyendo mariscos y pescados por toda España, fue premiada recientemente por la Asociación Boirense de Empresarios por la calidad de sus productos y el compromiso con los clientes.
Mientras tanto, en el Mercado de Abastos de Santiago, uno de los más importantes de Galicia, confirman la baja oferta de almejas y berberechos de procedencia gallega en algunos de los puestos de venta al público, pero destacan, por contra, la magnífica 'cosecha' de productos tales como las centollas, las vieiras, las navajas o las volandeiras. Marta Rey, gerente de la plaza, señala que el recinto ofrece una amplísima variedad de mariscos gallegos a un precio acorde con su excelente calidad y que el problema se centra, básicamente, en la dificultad de encontrar grandes cantidades de almejas y berberechos de origen local. Los paladares menos exigentes tienen a su disposición moluscos de esta variedad procedentes de las rías lusas. Una vez más toca decir aquello de "menos mal que nos queda Portugal".