Condenado, pero menos. La Audiencia Nacional ha impuesto este martes al que fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, una pena de dos años de cárcel por la apropiación indebida de millones de euros procedentes de la venta de billetes de avión y paquetes turísticos por parte de las agencias de viajes del Grupo Marsans. El fallo, al que ha tenido acceso Vozpópuli, destaca que para fijar la pena se ha tenido en cuenta como atenuante que el empresario hubiera reconocido durante la tercera y última sesión del juicio celebrado el pasado mes de enero los hechos mediante una nota manuscrita que entregó al tribunal. Esta confesión se produjo después de que su defensa llegara a un acuerdo con la Fiscalía, que en un primer momento pedía hasta cuatro años de prisión para él. Una de las acusaciones reclamaba hasta seis años de internamiento. El último director general de la compañía, Iván Losada, que también se sentaba en el banquillo, ha sido condenado a un año de prisión tras asumir también los hechos. Díaz Ferrán, que permanece encarcelado, ya había conseguido reducir a un tercio la pena en un juicio anterior, el que se celebró por la quiebra del grupo. Entonces consiguió que los 15 años que le pedían quedaran en cinco años y seis meses.
La sentencia considera problado que el Grupo Marsans destinó "a otros fines ajenos a su actividad" el dinero que habían depositado como señal 4.706 clientes de sus agencias de viajes
La nueva sentencia destaca en los hechos probados que los responsables del Grupo Marsans, entre los que se encontraba el expresidente de la CEOE, destinaron "a otros fines ajenos a la actividad del grupo" el dinero que habían depositado miles de personas como señal para el pago de sus viajes. "Dicha desviación de los fondos abonados por los clientes supuso que éstos se vieran abocados a perder el depósito entregado para hacer la reserva y a no disfrutar del servicio contratado salvo que lo abonaran nuevamente al mayorista o a otra agenda", destaca el fallo. En total, los magistrados cifran en 4.706 las víctimas de esta maniobra y en 4,4 millones de euros el total de lo distraído. Además, considera probado que tampoco se abonó a compañías aéreas los 5,3 millones de euros en billetes de avión que las agencias del grupo vendieron durante el mes de abril de 2010. Una cantidad a la que Gerardo Díaz Ferrán y el otro condenado, Iván Losada, "no dieron el destin o pactado".
Una cuenta para evitar embargos
En la setencia se destaca que, para ello, el Grupo Marsans modificó el 19 de abril de aquel año la "operativa interna seguida en relación con los fondos recibidos de clientes" de tal manera que los mismos, que hasta entonces se ingresaban en cuentas independientes de cada agencia, fueron centralizados en un único depósito cuyo titular era una sociedad sin actividad, Marsans Shopping SL. El objetivo de esta maniobra era "evitar que el efectivos ingresados por las sucursales fuera objeto de bloqueo como consecuencia de los posibles embargos que pudieran producirse". Además, se obligó a que en las oficinas no hubiera nunca más de 300 euros en efectivo para, de este modo, impedir que el personal de las mismas "pudiera devolver los depósitos a los clientes que lo reclamaran".
Díaz Ferrán y el otro acusado, Iván Losada, han sido condenados por un delito continuado de apropiación indebida. Ambos reconocieron los hechos durante la vista oral
La investigación descubrió que de los 2,4 millones de euros que finalmente se ingresaron en dicha cuenta de Marsans Shopping, algo más de un millón fueron destinados a otras sociedades, y 1,1 millones a emitir trece ceheques que, a su vez, acabaron de vuelta al propio Grupo Marsans o fueron cobrados "por empresas ajenas a ese Grupo". Salidas de fondos que, según recogían los informes de la administración concursal, llegaron "a estrangular la tesorería de la sociedad, causante del problema de liquidez" que impidió a los clientes recuperar su dinero cuando lo reclamaron. Por todo ello, el tribunal considera que los hechos constituyen "un delito continuado de apropiación indebida" de los que son responsables el expresidente de la CEOE y su compañero de banquillo. A éste último le impone una condena de un año tras reconocer también los hechos durante la vista y considerar que su participación en el fraude se limitó a emitir cuatro de los cheques con los que se vaciaron las cuentas.
Tercera condena
Esta es la tercera vez que Díaz Ferrán recibe una sentencia por su gestión al frente del Grupo Marsans. En la primera ocasión fue acusado de fraude fiscal en la compra de Aerolíneas Argentinas por parte de Air Comet. Fue condenado a dos años y dos meses de prisión. En julio pasado fue por el vaciamiento patrimonial de sus empresas. En este caso llegó a un acuerdo con la Fiscalía que dejó la pena en cinco años y medio por los delitos de alzamiento de bienes, concurso fraudulento, integración en grupo criminal y blanqueo de capitales. Además está imputado por la comercialización de las preferentes y por las 'tarjetas black', dos piezas separadas del 'caso Bankia'. El pasado septiembre, su defensa pidió para él la libertad condicional. Esgrimió que la reforma del Código Penal que entró en vigor en julio contempla la posibilidad de que los presos mayores de 70 años (él ha cumplido recientemente los 73) vean suspendida el cumplimiento de la pena si los tribunales valoran que ha disminuido su peligrosidad. La Audiencia Nacional aún no se ha pronunciado al respecto.