Si bien Moncloa da por superada la tormenta Bárcenas, tanto el propio ex tesorero del PP, con filtraciones interesadas desde prisión, como el PSOE en una estrategia parlamentaria de confrontación directa que no piensa abandonar, harán lo posible por mantener vivo el caso de supuesta financiación ilegal en el partido que sustentan al Gobierno. De este modo, tal escándalo supone y supondrá para la figura del jefe del Ejecutivo un desgaste que de agravarse le llevaría a dar un golpe de efecto con una remodelación ministerial antes de tiempo. La declaración judicial de María Dolores de Cospedal responsabilizando a su jefe de filas y a Javier Arenas del finiquito dado a Luis Bárcenas ha avivado el debate interno.
En el seno del Gobierno se halla extendida la sensación de que Mariano Rajoy –sólo es decisión suya y únicamente está en su cabeza– no acometerá tal reestructuración de su gabinete hasta la primavera del próximo año, antes de las elecciones europeas del 25 de mayo y en torno al Debate del Estado de la Nación. Sin embargo, hay quienes también barajan un “calendario de urgencia” donde el baile de carteras, con la salida de ministros abrasados por los recortes, se produzca antes de que acabe 2013. Unos cambios que coincidirían con el ecuador de la legislatura.
El ex alcalde de Vitoria ha ido entrado poco a poco en el círculo de confianza de Rajoy hasta tal punto que es considerado interlocutor directo entre el Ejecutivo de la Nación y el Gobierno vasco del nacionalista Íñigo Urkullu
Es en este escenario de crisis de Gobierno adelantada donde empiezan a barajarse nombres de ministrables. Fuentes populares consultadas por este diario reparan en acontecimientos muy recientes para proponer dos nombres que aún no había sonado con fuerza para tales funciones: Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, y Josep Piqué, ex presidente de Vueling. Estos candidatos se unen así a las quinielas que también sitúan como posibles ministros al subsecretario de Estado de Presidencia, Jaime Pérez Renovales, y al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Íñigo Méndez de Vigo, como publicó Vozpópuli el pasado julio.
En el caso de Alfonso Alonso, las fuentes populares interrogadas recalcan cómo “ha ido in crescendo su cercanía al presidente del Gobierno”. Como prueba de ello aluden a una imagen: la del efusivo abrazo que dio Rajoy a su portavoz parlamentario tras la defensa que éste hizo de su honradez en el Pleno del pasado 1 de agosto en el Senado.
El ex alcalde de Vitoria ha ido entrado poco a poco en el círculo de confianza de Rajoy hasta tal punto que es considerado interlocutor directo entre el Ejecutivo de la Nación y el Gobierno vasco del nacionalista Íñigo Urkullu. Las mismas fuentes apuntan que "la continuidad del estilo de Alfonso Alonso en la portavocía parlamentaria estaría garantizada con Leopoldo Barreda", que ya ejerce ahora de portavoz adjunto en la Cámara Baja. Cercano a Alonso, Rajoy le trajo de Vitoria a Madrid después de decir en un mitin que estaba llamado a "desempeñar un papel muy importante en la próxima legislatura".
"Piqué cubriría el flanco que deja la tarea de oposición dura que desempeña Alicia Sánchez-Camacho en Cataluña", subrayan las fuentes populares consultadas
Por otra parte, las mismas fuentes también ponen la atención sobre Josep Piqué, a raíz de su salida de la compañía aérea Vueling, de la que era presidente, la pasada semana. El ex ministro de Industria, Asuntos Exteriores y Ciencia y Tecnología ya sonó para una cartera de peso hace 20 meses por su perfil conciliador, desvinculado del ala más conservadora del partido a ojos de la opinión pública, pero la llamada de Rajoy no se produjo finalmente.
Aunque la relación con Rajoy, con quien coincidió en tareas ministeriales bajo mandato de José María Aznar, se ha ido enfriando, las fuentes consultades destacan que la opción del actual presidente del Círculo de Economía, patronal de los grandes empresarios catalanes, cobra ahora más sentido. Su llegada, comentan, "facilitaría el dialógo con el Gobierno de Artur Mas a la hora de frenar la celebración de una consulta de autoderminación y otros intereses soberanistas".
De este modo, añaden, "Piqué cubriría el flanco que deja la tarea de oposición dura que desempeña Alicia Sánchez-Camacho en Cataluña", subrayan. Dos nombres, por tanto, los de Alonso y Piqué, con los que el Gobierno atemperaría aventuras secesionistas en plena salida de la crisis económica.