La pasividad del Gobierno ante la creación de un nuevo cuerpo de funcionarios de acción exterior de la Generalitat ha llevado a los grupos parlamentarios a seguir presionando al Ministerio de Asuntos Exteriores en el Congreso de los Diputados. Al ministro José Manuel Albares se le acumulan decenas de preguntas escritas de PP y Vox sobre este anuncio de las autoridades independentistas catalanas. La oposición tiene previsto registrar otras iniciativas de control cuando la Cámara empiece a funcionar.
El Congreso, constituido el 17 de agosto, sigue parado a la espera de la investidura de Pedro Sánchez. Los grupos no pueden controlar al Gobierno salvo a través de preguntas escritas. La oposición ha registrado una batería relacionada con el embrión de cuerpo diplomático catalán que quiere poner aprobar la Generalitat y que fue presentado por la consejera Meritxell Serret hace un mes.
¿Qué hace el Gobierno?
El PP ha centrado sus preguntas en este anuncio. Y ha pedido a Albares que aclare qué personas van a trabajar en este organismo y si va a tomar medidas ante lo que considera una vulneración de las "competencias exclusivas del Estado".
Vox, por su parte, tiene registradas una decena de preguntas relacionadas con las llamadas embajadas catalanas en el exterior. En concreto, el partido de Santiago Abascal ha preguntado por el coste, funciones y actividades de estas delegaciones. También quiere saber porqué se permite que sigan abiertas y si las entidades catalanes reciben algún soporte de las embajadas españolas.
Los dos partidos han preguntado finalmente si la "permisividad" con actividad exterior de la Generalitat forma parte de los acuerdos de investidura que Pedro Sánchez está cerrando con el separatismo catalán. El presidente del Gobierno ya ha anunciado que está a punto de cerrar el pacto con ERC, que incluye una ley de amnistía. Y se espera que se anuncien el resto de acuerdos con Carles Puigdemont, EH Bildu y PNV en los próximos días.
La consejera de Acción Exterior y Unión Europea, Meritxell Serret, anunció en octubre la puesta en marcha de este cuerpo de funcionarios de acción exterior. No les llama diplomáticos para evitar un conflicto de competencias con el Estado. Serret dijo que el departamento estará integrado por funcionarios expertos en relaciones internacionales. Y que se intentará captar talento de fuera de la Administración. El proyecto tiene que ser aprobado por el Parlamento catalán.
Vozpópuli ha informado que los diplomáticos españoles consideran que la creación de este grupo es un hecho "gravísimo". De hecho, el Gobierno ignora de forma sistemática algunos avisos de sus servicios diplomáticos sobre el nuevo procés separatista que, en su opinión, alientan las delegaciones de la Generalitat de Cataluña en el exterior.
El doble de 'embajadas' que antes del 155
La pata exterior ha sido siempre una de las obsesiones del separatismo y el nacionalismo catalán. Y a ello ha dedicado ingentes cantidades de presupuesto: vender la causa a favor de la independencia catalana en el mundo y retratar a España como una especie de Estado opresor.
La aprobación del 155 por el golpe a la democracia del 2017 en Cataluña supuso un punto de inflexión para la acción exterior de la Generalitat. Una de las medidas adoptadas por el Gobierno fue el cierre de las mal llamadas embajadas catalanas y la liquidación del Diplocat, el brazo diplomático de la Generalitat. La moción de censura que aupó a Sánchez a la presidencia del Gobierno y su dependencia parlamentaria de los grupos separatistas echó abajo el trabajo desarrollado por los diplomáticos españoles.
De hecho, las casi 25 delegaciones de Generalitat en el exterior son más del doble de las que existían antes del 155. Estas embajadas dan soporte a más de 70 países. Según su informe de ejecución presupuestaria, la Generalitat gastó en 'Acción Exterior y Cooperación al Desarrollo' 42,8 millones de euros.
Pablito 1
España si premia y paga a los traidores. La España de Pedro Sánchez, este canalla que juega con la democracia y vende mentiras a punta pala, como íbamos a pesar, que siendo un pasmado de la política y de todo lo demás, sin principios ni moral, aupado al poder por terroristas y golpistas y los venezolanos, iba acabar con la democracia en España. Este nuevo Idi Amin, hoy nos saldrá por peteneras anunciarnos que los que estorbamos en Cataluña somos los demócratas y que Cataluña es para lo que quieran de la delincuencia golpista. ¡Maldita basura! que los dioses te pongan donde te mereces. Y puede que hasta los infiernos sean poca cosa para acogerte.