Casi nada claro. El Gobierno ha escenificado este lunes supuestos avances con el PP respecto a la renovación del Poder Judicial, que lleva tres años caducado. Pero lo cierto es que todo indica que se trata más de una postura mediática sin sustancia. Solo hay buenas palabras: "Ahora en serio", ha zanjado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como si todos los encuentros previos entre los dos grandes partidos hubieran sido en broma. El Ejecutivo no ha desgranado en qué consisten esos supuestos avances.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha especificado tras su encuentro de tres horas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Moncloa que el Ejecutivo ve con buenos ojos abordar "la renovación conjunta de CGPJ y Tribunal Constitucional con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia". Todo un guiño al cambio en el sistema de elección de los vocales que exige el PP y que supondría que estos fueran elegidos por los propios jueces en lugar de por el Congreso de los Diputados previo cribado de los magistrados, como ocurre ahora.
El Gobierno no ha aclarado si se abre o no a modificar el sistema de elección, la condición de los populares para terminar con el bloqueo y que el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos rechaza por suponer la 'entrega' del Poder Judicial al sector conservador de la Justicia sine die. Bolaños, que será quien negocie con el PP en nombre de todo el Gobierno, ha evitado entrar en detalles sobre el contenido del encuentro entre Sánchez y Feijóo. Y cuando se le ha preguntado por el sistema de elección ha echado balones fuera: "Tendrán que preguntar al PP", ha señalado.
Por parte del PP será el eurodiputado Esteban González Pons quien negocie con el Gobierno. No obstante, el propio Pons ha dejado claro que Sánchez y Feijóo tendrán un papel preponderante. El Ejecutivo asegura que comparte con el PP el criterio de extrema gravedad que supone la dimisión del presidente del Poder Judicial, el conservador Carlos Lesmes, quien ha renunciado este lunes tras ver cómo sus plegarias de renovación a Sánchez y a Feijóo han caído en saco roto.
El Ejecutivo asegura que se sentará "de manera inmediata" con el PP, aunque no se pone plazo para avanzar en el fin del contencioso que le enfrenta a Génova. Bolaños ha asegurado que en el encuentro de este lunes no se podía poner fin a una crisis que lleva casi cuatro años enquistada y que ha perjudicado el normal funcionamiento de uno de los poderes del Estado.
Bolaños ha mantenido una conversación con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al término del encuentro entre Sánchez y Feijóo para comunicarle las conclusiones. El PSOE quiere máxima coordinación con Unidas Podemos en este asunto. Eso sí, una vez más Podemos se sale del marco. Y es que los morados aseguran que no se les notificó la cita entre el presidente y el líder del PP. Aunque el entorno de Yolanda Díaz explica que tanto ella como el negociador del partido, Enrique Santiago, estaban al tanto. El propio ex secretario de Estado, purgado por los morados, confirma a este diario que conocía la cita de este lunes.
Bolaños: "Sobre el contenido, discreción"
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha dado a entender que hasta que no haya acuerdos tangibles que comunicar a la opinión pública, la discreción será la guía: "Sobre el contenido del encuentro [entre Sánchez y Feijóo], discreción". El jefe de gabinete de Presidencia contactó con el equipo del líder del PP este mismo domingo para cerrar la cita, una vez trascendió la renuncia de Lesmes.
Y este lunes Sánchez y Feijóo han sellado “un último intento de negociación para superar esta crisis institucional gravísima”. La cita deja una gran conclusión: Mientras que Feijóo ha abierto la puerta hacia la reforma del sistema de elección, Bolaños no ha querido entrar en el asunto de marras. “Es un asunto en el que ustedes conocen cuáles son las distintas posiciones. Esa [la de la reforma] es la posición del PP y la defenderá, pregúntenle a ellos”, ha espetado el ministro de Presidencia, quien no ha querido renunciar por completo al cambio del modelo de elección.
Por su parte, Podemos exige formar parte de las negociaciones entre el PSOE y el PP. La presencia de los morados, según ha detallado este lunes en rueda de prensa, iría encaminada a garantizar que los socialistas no sucumben al interés del PP: excluir a Podemos. "El Gobierno no puede ceder. No es de recibo excluir a Podemos. Podemos quiere y tiene que ser parte de esa negociación", ha zanjado el portavoz, Pablo Fernández.
LEQR
Enrique Santiago es secretario general del partido comunista de España. Sánchez dijo antes de las elecciones que no iba a pactar con Podemos (comunistas), y ahora resulta que vamos a ser el único país de la UE en que estos participen en la elección de los miembros del poder judicial. La izquierda extrema trasnochada. NO, POR FAVOR.