La maquinaria penitenciaria del Gobierno vasco se vuelca en conceder terceros grados a presos de ETA. Desde que el Ejecutivo regional de Íñigo Urkullu asumiera las competencias de prisiones, ya ha concedido 47 a internos de la banda terrorista, con una media cercana tres terceros grados por mes. La cifra contrasta con los 29 que el Gobierno central concedió en tres años y medio, lejos de uno por mes. La Audiencia Nacional ya ha revocado una docena de casos y otros cinco están recurridos y suspendidos de forma provisional.
La cesión de las competencias Prisiones suponía una histórica reivindicación de los sucesivos ejecutivos regionales del País Vasco. Íñigo Urkullu alcanzó su objetivo en octubre de 2021, tras suscribir con el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska el acuerdo definitivo para asumir la gestión penitenciaria en la comunidad autónoma.
Este hito coincidió con el fin de la política de dispersión de presos de ETA. Según el Observatorio de Política Penitenciaria de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Gobierno de Pedro Sánchez ha ejecutado 382 traslados de presos de ETA. En una primera fase se trasladaron a todos los terroristas encarcelados a prisiones ubicadas en la mitad norte peninsular. Después se acordaron los traslados definitivos a cárceles del País Vasco y de Navarra, .
Poco después de asumir las competencias de prisiones, y ya con el grueso de los terroristas en centros penitenciarios del País Vasco, el Gobierno de Íñigo Urkullu comenzó a conceder los terceros grados. Cabe recordar que este es el grado de clasificación de los presos con mayor libertad -a excepción de la libertad condicional-, que les permite hacer vida fuera de prisión con la única exigencia de regresar para dormir a la cárcel o a un espacio habilitado.
47 terceros grados a etarras
Los primeros terceros grados llegaron en febrero de 2022, según los mismos datos de la AVT. Ese mes se le concedieron a Egoitz Coto Echeandia, Ignacio Crispín Garcés Beitia, José Ángel Lerín Sánchez, José María Arregi Erostarbe -alias Fiti, uno de los jefes de ETA con mayor ascendencia sobre la banda-, Francisco José Ramada Esteve, Unai Fano Aldasoro y Ugaitz Pérez Sorriketa.
Desde entonces, el Gobierno vasco ha mantenido su particular cadencia en la concesión de terceros grados a presos de ETA. Ya van 47 en apenas año y medio, casi tres por mes: los últimos episodios recogidos tuvieron lugar en julio de 2023, con los etarras Asier Borrero Toribio, Ainhoa Barbarin Yurrebaso y José María Dorronsoro Malaexecheverría como protagonistas.
Las estadísticas en este ámbito son notablemente más elevadas que las que se registraban en todo el territorio nacional, antes de que se cedieran las competencias de prisiones al País Vasco y se pusiera fin a la política de dispersión. Entre octubre de 2018 y abril de 2022, Instituciones Penitenciarias concedió 29 terceros grados a presos de ETA, lo que supone una media de 0,7 por mes.
La Audiencia Nacional
La Justicia investiga algunos de los terceros grados concedidos por el Gobierno vasco. La Audiencia Nacional ya ha revocado una docena de casos, correspondientes a José María Arregi Erostarbe, Aitor Esnaola Dorronsoro, Gorka Martínez Ahedo, José Ignacio Bilbao Gaubeca, Miguel Guillermo San Argimiro Isasa, Javier Atristain Gorosabel, Juan Carlos Subijana Izquierdo, Asier Carrera, Asier Rodríguez López, Javier Atristain, Juan Manuel Inciarte y Aitor Esnaola. Además hay otros cinco casos recurridos y temporalmente suspendidos.
Desde la AVT indican que, tras los traslados al País Vasco y Navarra, las progresiones a segundo grado y las flexibilizaciones del primer grado, actualmente se desarrolla la segunda fase del plan de política penitenciaria de los presos de ETA, centrada en los ya citados terceros grados. Este plan culminaría con una tercera fase, centrada en libertades condicionales, según esgrime la asociación.
El entorno de los presos de ETA también ha modificado sus exigencias tras las últimas decisiones en materia penitenciaria. Etxerat ha dejado de reivindicar el "fin de la política de alejamiento" para directamente exigir su libertad: "A casa".
Ibero
Qué se puede esperar de un padre con su hijo criado...pero las nueces recogidas por tiro en la nuca o bomba lapa....son miserablemente amargas.
Manchego no nacionalista.
URKULLU, EL CARCELERO El vasco está nervioso, no sea que Sánchez no repita mandato y el no pueda soltar a todos los asesinos.
Ansurez
Y que esperaban? El PNV iba a sacar a los terroristas a la calle en cuanto recibió las competencias,ya se sabia
majefesa
La próxima amnistía que concederá Sánchez (en las siguientes elecciones que haya) será a los presos de ETA, a cambio de los votos de Bildu. ¿Que no? Al tiempo.