España

González se alinea con Botín contra la recapitalización indiscriminada de la banca

Se nota que los socialistas ya no huelen a poder, sobre todo en la pobre capacidad de atracción que conservan hacia el mundo financiero y empresarial. El de esta mañana era un acto un tanto exótico porque era el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien presentaba a Felipe González en los desayunos del Foro Nueva Economía.

Se nota que los socialistas ya no huelen a poder, sobre todo en la pobre capacidad de atracción que conservan hacia el mundo financiero y empresarial. El de esta mañana era un acto un tanto exótico porque era el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien presentaba a Felipe González en los desayunos del Foro Nueva Economía. Y solo se han acercado a escuchar sus lecciones sobre Europa unos pocos fieles del Grupo Prisa –Augusto Delkáder y Manuel Polanco-, mucho ex ministro –Juan Manuel Eguiagaray, Carlos Solchaga, Luis Atienza, Julián García Vargas, Javier Gómez Navarro…- y unos pocos empresarios agradecidos o asesorados por el invitado, entre ellos Vicente Boluda, Juan José Hidalgo, o Rafael Vilaseca. Al desayuno solo han acudido dos ministros de Zapatero: Ramón Jáuregui y Cristina Garmendia, además del todavía presidente del Congreso, José Bono.

Delante de esta audiencia, Felipe González se ha alineado con Emilio Botín en su tesis de que una recapitalización indiscriminada de la banca puede generar todavía más desconfianza en el sistema financiero y originar una espiral imparable de crisis soberanas. En el caso español, las entidades financieras se han desnudado más que las alemanas sin obtener contrapartidas a cambio, ha recordado.

Palmada en la espalda al presidente del Santander y bofetada al gobernador del Banco de España. Sin citarle por su nombre, ha dicho de Miguel Ángel Fernández Ordóñez que ha operado con un retraso innecesario en la reestructuración de las cajas de ahorro, una opinión ampliamente compartida en el Gobierno de Zapatero y en los dos principales partidos políticos.

González se ha mostrado, además, pesimista sobre los resultados del Consejo Europeo del domingo. La reunión solo servirá, en su opinión, para serenar una semana a los mercados, ya que Angela Merkel y Nicolás Sarkozy siguen empeñados en mirar el corto plazo sin resolver el problema de fondo. Y este no es otro, a juicio del ex presidente, que resolver el drama griego, admitiendo la incapacidad de Papandreu para pagar la deuda. A continuación, habría que introducir políticas de estímulo en Europa que no estrangulen el crecimiento. La obsesión por la deuda, ha advertido, no está permitiendo adoptar medidas para superar la crisis.

Amigo de Berlusconi

El ex presidente ha censurado de forma implícita a Zapatero por no ser lo suficientemente firme con Alemania y Francia en la exigencia de reformas constitucionales como la que ha encarado España en plena canícula estival. Si estamos reduciendo el déficit y hemos cambiado la Constitución ¿por qué todos los demás países europeos no hacen lo mismo?”, se ha interrogado. Y él mismo se ha respondido: “Merkel se está equivocando para Europa y para Alemania”. González ha revelado también que en esta batalla se siente cercano a la sensibilidad de Silvio Berlusconi, de quien se ha declarado amigo, aunque no amigo de sus amigos “de la rama italiana”.

La patronal CEOE también ha merecido los reproches de González. Su propuesta de reducir la indemnización por despido a 12 días por año no conduce a nada y nos acerca a los salarios asiáticos, ha razonado. A su juicio, España solo saldrá del bache si liga salarios a productividad e introduce la competitividad en el frontispicio de todas las medidas de política económica. De lo contrario, ha pronosticado, nadie invertirá en España.

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