Agresiones a jóvenes antifascistas, trapicheos con sustancias estupefacientes y vuelcos de droga. Así ha sido la carrera delincuencial de Kevin Pastor, el principal detenido por el asesinato del hermano de Begoña Villacís. "Siempre ha estado completamente loco", relatan a Vozpópuli fuentes de su entorno que confiesan que este chico, que era neonazi, había acentuado su violencia en los últimos meses.
Kevin se crió a medio camino entre Carabanchel y Bargas (Toledo) por las casas de sus padres. Desde hace más de una décadas, antes de alcanzar la mayoría de edad, había entrado en el grupo de Skin Retiro de ideología neonazi. Su primera vez en el banquillo de los acusados fue por una agresión en 2016 a dos jóvenes antifascistas, según explican fuentes policiales a Vozpópuli.
Este chico, acompañados de otros miembros de la banda, realizaron con un cúter un corte en la cara a su víctima con una simetría parecida a la que usaba el loco personaje del Joker de las películas de Batman.
Por este incidente, fue condenado a 24 meses de internamiento en un centro. La salida de las instalaciones no mermaron su pasión por la delincuencia. Se pasó a los trapicheos de droga pero sus aspiraciones eran más altas. Es más fuentes de su entorno, relatan a Vozpópuli que tenía que cambiar de forma constante de proveedor porque les robaba la mercancía.
Fruto de estos robos se pasó a los vuelcos de droga a las organizaciones criminales rivales. Uno de estos asaltos fue totalmente "chapuzero" y acabó siendo detenido y llegó a ingresar en la prisión de Alcalá Meco durante unos meses.
Posteriormente, no se presentó a la citaciones y acabó en busca y captura por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Cambió de forma radical su medio de vida. Pasó a limitar las salidas de su casa y a utilizar documentación falsificada con la que llegó a trabajar en el extranjero en países como en Francias.
Los "vuelcos cutres" del presunto asesino de Borja Villacís
Siempre ha destacado por su pasión por las armas. El detenido por el asesinato del hermano de Begoña Villacís llegaba incluso a modificar estos peligrosos objetos para que llegaran a poder detonar. "Su casa parecía una armería", afirman estas fuentes.
Nunca antes había llegado a asesinar, según estas mismas fuentes, pero su deriva violenta de los últimos meses hacían pensar en el peor de los escenarios. Kevin no tenía carnet de conducir en el momento del tiroteo contra Borja Villacís porque se lo habían retirado en una persecución policial.
Borja y Kevin se conocían porque habían pertenecido a movimientos neonazis. Sin embargo, el hermano de Villacís había reconducido su vida fuera de estos elementos y estaba incluso estudiando para opositar a maquinista. Un contraste radical con los "vuelcos cutres", que perpetraba el ahora detenido por los investigadores del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional.
Los que le conocen no dudan en concluir que: "Siempre ha estado completamente loco con una vida de tarado que te lleva a la cárcel o al cementerio". Tampoco dudaba a la hora de aprovecharse de sus propios socios si tenía que proponer un negocio.
No respetaba a sus socios en los negocios
Los vuelcos de droga unían las carreras de Kevin y Luis pero sus objetivos eran completamente diferentes. Es por eso que muchas de las fuentes consultadas consideran que el presunto asesino de Begoña Villacís podría haber intentado "hacer el lío" a sus compañeros tras una disputa por este tipo de asuntos.
El Grupo V de Homicidios está a la espera de que Luis se recupere de sus disparos en la cabeza en la Fundación Jiménez Díaz para poder aclarar algunos aspectos de las diligencias que están practicando. La Policía Nacional ha podido detener en poco más de 26 horas a los presuntos responsables de la emboscada mortal al hermano de Begoña Villacís.