Una botella de agua con amoniaco y disolvente. De esa forma un hombre quiso matar a su compañero de trabajo en una empresa de metal de Elche. La investigación de la Policía Nacional permitió dar con el presunto culpable que mantenía desavenencias laborales con la víctima, que tuvo que ser ingresado de urgencias en el hospital por la ingesta de estos productos.
Los hechos ocurrieron a mediados de enero cuando la Policía Nacional recibió el aviso, a través de la Sala 091 del CIMACC, donde se alertaba sobre un trabajador de una empresa del metal estaba siendo trasladado de urgencia al Hospital IMED de Elche, por una posible ingesta de algún producto químico nocivo para la salud.
Sobre este incidente los agentes pertenecientes al Grupo UDEV de la Comisaría de Elche iniciaron una investigación para esclarecer lo ocurrido, ante la sospecha de que el producto químico pudiera haber sido suministrado de forma deliberada a la víctima, de 51 años y nacionalidad brasileña, por alguien de algún modo.
Un trabajador problemático
Los agentes revisaron las cámaras de seguridad de la nave y comprobaron como otro de los trabajadores de la empresa accedía al área donde trabajaba este hombre y le manipulaba su botella de agua. Los investigadores se entrevistaron con otros empleados y comprobaron que el presunto autor, de 48 años y nacionalidad española, era muy problemático y había protagonizado incidentes con otros compañeros, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.
En la declaración de uno de los trabajadores, que atendió a la víctima, los investigadores determinaron que, acto seguido de que la víctima bebiera agua de un botella que estaba individualizada con su nombre, empezó a encontrase mal, pudiendo comprobar este testigo, que de la botella de agua emanaba un fuerte olor químico, similar al del disolvente.
Así pues, la botella fue trasladada al laboratorio de Policía Científica de la Comisaría de Elche, donde se llevó a cabo un análisis de su contenido. Una vez realizado, el minucioso estudio reveló que la botella contenía agua adulterada con un alto nivel de disolvente y amoníaco, siendo estos productos muy nocivos y tóxicos para la ingesta humana.
El agresor, en libertad
Analizando todas las secuencias del suceso, los agentes, descartaron la ingesta del líquido por accidente y también rechazaron una posible acción suicida, concluyendo que, otro compañero de trabajo le había suministrado voluntariamente en la botella los líquidos químicos, al parecer por desavenencias entre ellos por problemas laborales, con la presunta intención de atentar contra su vida. Un día después del envenenamiento el presunto agresor fue detenido acusado de homicidio en grado de tentativa.
El arrestado, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Elche y la víctima, tras ser tratado médicamente, evolucionó favorablemente de las lesiones sufridas, siendo dado de alta del Centro Hospitalario a los pocos días. El agresor ya se encuentra en libertad, según estas mismas fuentes.