Francia se tiñe de luto tras el asesinato de una familia. El pasado lunes de 25 de diciembre, día de Navidad, las autoridades locales notificaron la detención a un hombre como presunto autor del asesinato de su esposa y sus cuatro hijos pequeños en la localidad de Meaux. Tras su detención, el acusado de 33 años de edad se enfrenta a una condena de cadena perpetua, según anunció en una rueda de prensa el fiscal Jean-Baptiste Bladier.
No solo eso, sino que el hombre será imputado con los cargos de homicidio voluntario de menores de quince años y el de homicidio voluntario del cónyuge, la cual podría variar en función de la alteración parcial del discernimiento (máximo de 30 años) o completa. El hombre, tras ser arrestado por la Policía, confirmó a los agentes saber por qué estaba bajo custodia policial y ser plenamente conscientes de que había atacado a toda su familia, incluyendo menores de edad.
Por el momento, todavía no ha testificado, aunque hizo referencia a su "malestar personal" y "depresión", de los que la fiscalía tiene constancia desde 2017.
El fiscal de Francia describió el apartamento donde vivían como el de "una familia ordinaria"
Entre las víctimas, la mujer de 35 años y las niñas, una de 10 y la otra de 7 años, recibieron "muchas cuchilladas" y presentaban marcas de defensa mientras que los niños, de 4 años y 9 meses, habrían sido asfixiados, expuso el fiscal. Las autopsias, que se llevarán a cabo en el Instituto Forense de París este miércoles, permitirán esclarecer las causas.
El considerado autor de los hechos, titulado como bombero, se casó hace dos meses con la que era su pareja desde hacía 14 años y a quien conocía desde la enseñanza secundaria.
El fiscal describió el apartamento donde vivían como el de "una familia ordinaria", aunque fue testigo de episodios de violencia de género en 2019 cuando el hombre apuñaló a la mujer.
El suceso, que se produjo tras una interrupción del tratamiento médico prescrito al hombre, condujo a un examen médico en el que se determinó el "estado mental deficiente" del agresor, con lo que el caso quedó archivado. En aquel entonces su pareja no le denunció y rechazó la ayuda de una asociación de víctimas.
En la noche del domingo al lunes, los vecinos oyeron gritos, aunque no les dieron mayor importancia porque eran "habituales" en la vivienda, tal y como declararon a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, en la noche del lunes, familiares y vecinos contactaron con la policía, que encontró los cadáveres en el interior del la vivienda. El hombre fue detenido en la mañana de este martes en la casa de su padre, en Sevran, también en la región parisina.