El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, ha vuelto después de cuatro meses de silencio con un artículo que ha sido interpretado como un ataque al bloque de centro-derecha. En el partido morado, no obstante, señalan que el verdadero destinatario del mensaje eran los partidos nacionalistas catalanes y vascos para que se alineen al bloque del Ejecutivo en la delicada negociación presupuestaria que se abre este mes. Según las fuentes consultadas, el objetivo de Iglesias era "disciplinar" a las fuerzas nacionalistas dándole "miedo" para que "se sitúen en defensa de la coalición".
Iglesias arrancará a partir de este septiembre como tertuliano en dos programas radiofónicos. Además, se ha estrenado como columnista en el diario Ctxt en el que ha publicado la semana pasada una tribuna en la que ha advertido de que un gobierno del Partido Popular y Vox es una realidad. En ese texto ha expuesto su tesis favorable a la alianza entre Unidas Podemos y el PSOE, con el apoyo necesario de los nacionalistas.
Tras dejar sus cargos en Podemos, el exvicepresidente se ha dedicado a preparar un nuevo proyecto mediático, sobre el que está hablando con el magnate catalán Jaume Roures y para que ya ha buscado inversores de la mano de Juan Carlos Monedero, tal y como ha desvelado este diario. En su nuevo rol de tertuliano y comentarista, Iglesias ha explicado su punto de vista sobre la situación política y ha acusado al PP y a Vox de querer ilegalizar tanto a Podemos como a los partidos independentistas.
ERC y PNV, en la diana
Sin embargo, el mensaje estaba dirigido a sus actuales aliados, señalan fuentes de Unidas Podemos. Concretamente, a ERC, PNV y Bildu, que en esos días han amenazado con tener posiciones muy críticas con el Ejecutivo por la subida del precio de la luz y la política de la vivienda. Unidas Podemos ha fijado en la luz y el alquiler sus ejes políticos para el nuevo curso. Los morados no quiere ceder y amenazan al PSOE con presentar propuestas legislativas si no cede a sus peticiones (por ejemplo, crear una empresa pública de energía). Pero también trabajan para que ERC, Bildu y el PNV no cambien su postura de cara a la coalición de Gobierno.
En Unidas Podemos consideran que los nacionalistas no pueden salir de la ecuación del Gobierno por el simple hecho de que "no pueden volver a la situación de hace tres años". "ERC lo único que no quiere son nuevas elecciones generales", afirman con seguridad. Esto significa que creen que sus amenazas no van en serio, pero quieren llevar la voz cantante en la negociación presupuestaria con el PSOE y sobre todo evitar que la situación descarrile tal y como ocurrió en 2019. Entonces, Pedro Sánchez tuvo que convocar un adelanto electoral.
De ahí que el primero artículo de Iglesias en su papel de autodenominado "periodista crítico" no tuviera como objetivo a la derecha, sino a los nacionalistas. La columna recibió duras críticas en las redes sociales por estar acompañada con una foto de una pistola en su ilustración. E incluso en la izquierda dirigentes vinculados al espacio de Unidas Podemos han cuestionado la ausencia de una reflexión sobre la economía, las cuestiones éticas o sindicales.
Defensa de los intereses de Irene Montero
En el trasfondo del artículo se hallan, por otro lado, las dudas sobre los movimientos de Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo oculta su verdadera estrategia de cara a las próximas elecciones. El entorno de Irene Montero, como adelantó Vozpópuli, se ha mostrado muy incómodo con el silencio de la ministra, y ha empezado a perder la confianza en ella (la relación entre Montero y Díaz es mejorable desde hace tiempo).
Ahora, además, la ministra habla directamente de un plan para "levantar un proyecto de país", tal y como publicó El País. Sectores de Podemos están convencidos que Díaz está dialogando con Ada Colau, parte de la izquierda valenciana y hasta con Más País, para crear una plataforma al margen de Unidas Podemos, y obligar a Montero y Bellara a una fusión con su proyecto por la vía de los hechos. El líder del PCE, Enrique Santiago, que mantiene firme su alianza con Irene Montero, ya ha empezado a "vigilar de cerca" a Díaz, según aseguran fuentes de Izquierda Unida.
Es por ello que Iglesias ha intentado a subir la apuesta. Habla en su columna de una "España confederal" en la que se escuchen las peticiones de los nacionalistas. Los morados recuerdan que este enfoque no es nuevo. "Es lo que dijo en 2020, con lo del bloque histórico para el gobierno de progreso", comentan. Aunque algunos critican que el primer artículo de Iglesias insista en la misma línea de la campaña electoral de Madrid de mayo, que fue desastrosa para Podemos. Cuestionan que cuatro meses después Iglesias no haya evolucionado en este ámbito.
Con respecto a la situación de Irene Montero, en Unidas Podemos recalcan que Iglesias sigue alineado en su defensa. Esto significa que, si bien ha dado un paso al lado de la dirección del partido, como comentarista y tertuliano seguirá respaldando los intereses de la formación morada. Y en la situación política actual eso coincide con blindar la coalición de Gobierno, frenando las exigencias de los nacionalistas a través del "miedo" para que Sánchez no tenga la tentación de convertir el nuevo ejercicio en otro año electoral.
