Numerosos militantes y cargos intermedios dirigen en estas horas todo tipo de quejas hacia sus dirigentes contra la actuación de los Mossos en las revueltas callejeras que se suceden en Cataluña. La pasividad de la policía autonómica indigna a un amplio sector de las bases del PP, donde se contempla con estupefacción los ataques y agresiones que está sufriendo la Guardia Civil.
"Actúan como una policía bajo estricta dirección de los políticos separatistas, se cruzan de brazos ante las revueltas, como si no fuera con ellos, parecen encantados ante el golpe de Estado", son algunos de los comentarios que se escuchan en distintas sedes del PP de toda España. La irritación es mayúscula. Ni una sola detención llevó a cabo la policía autonómica durante las largas horas de agitación callejera. Tuvo que ser la Guardia Civil quien entrara en los distintos departamentos de la Generalitat para proceder a las detenciones de altos cargos de la Administración ordenadas por el juzgado número 13 de Barcelona.
"Esto es insoportable, humillan a la Guardia Civil y los Mossos no hacen nada", se escucha entre los militantes del PP. El jefe de los Mossos, el major Josep Lluís Trapero, envió una nota a sus efectivos para que fueran "especialmente restrictivos y cuidadosos con el uso de la fuerza" en las concentraciones. El ministro del Interior, no se plantea sustituir a los Mossos por otros cuerpos de Seguridad del Estado. Tan sólo ha elogiado la actitud mostrada por Policía Nacional y Guardia Civil durante los violentos episodios del miércoles, en los que vehículos de la Benemérita fueron pintados y destrozados por los activistas.