El Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil ha detenido al jefe del destacamento de Tráfico de Buitrago de Lozoya en Madrid por la desaparición de un camión de tabaco, según adelantan fuentes de la investigación a Vozpópuli. En las diligencias hay más agentes del Cuerpo que están siendo investigados por su relación con este incidente. Se les acusa de contrabando y falsedad documental.
Las fuentes consultadas aseguran que este teniente podría estar implicado en la desaparición de un camión de tabaco accidentado. Al parecer este vehículo llevaba en su interior artículos por un importe cercano a los dos millones de euros, según las primeras estimaciones que se hicieron por parte de los encargados de pagar el transporte.
El papel del teniente de Buitrago
Las pesquisas apuntan que se informó como novedades de que el camión ardió completamente y supuestamente no fue así ya que se llevaron el tabaco de su interior en Buitrago. El tabaco estaba timbrado y así fue como descubrieron las presuntas negociaciones ilegales que se llevaron a cabo.
Otro de los implicados en la trama delictiva era el camiones que conducía el camión que fue detenido en Palma de Mallorca. Este hombre ya se encuentra de vuelta a la Península custodiado por los agentes que se encargan de la investigación. Este individuo tiene el apodo del 'mallorquín', según las fuentes de la investigación.
Todo ello bajo el amparo del jefe de tráfico de Buitrago de Lozoya (Madrid). Este teniente tenía a su cargo a cerca de medio centenar de agentes de la Guardia Civil de Tráfico. Las investigaciones están siendo practicadas por los miembros de Asuntos Internos.
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Disolución de este cuerpo. Parece lo más aconsejable
Tamuda
La Guardia Civil no se priva de nada. Vaya pájaros.
Romano
Desde Roldán, la Guardia Civil tiene ovejas negras a manta. Cada dos por tres salen guardias delincuentes en Ocaña, en Algeciras, en... Es lo que tiene el socialismo. Todo lo que toca lo pudre.
usuariocritico
La noticia a todas luces está redactada con muy poco rigor y es muy imprecisa. La mitad de las cosas que pone no son ciertas.