El ex president de la Generalitat que pedía ser tratado como la infanta tiene ya un rasgo en común con la hermana del rey: tampoco recuerda nada. Según reflejan las actas del interrogatorio judicial a las que ha tenido acceso Vozpópuli, Pujol dijo ignorar en qué país se había custodiado la herencia que recibió de su padre, el banco en que se depositó y la cantidad que heredó así como la cuantía que cedió a sus hijos ni cómo se hizo el reparto de esa herencia, entre otras claves. En el interrogatorio al que la Justicia sometió al ex president, Jordi Pujol dijo que no sabía de la herencia "porque no había querido saber".
PAÍS DE ORIGEN DE LA HERENCIA
Según la declaración del ex president, Jordi Pujol, deconoce el país en que se depositó el dinero de la herencia que recibió de su padre pese a que sí supo que los 140 millones de pesetas que recibía no habían sido ingresados en pesetas sino en dólares. "Mi padre propuso dejarlo fuera de España", es todo lo que concreta. El ex president sólo asegura que "no tiene ni ha tenido cuentas en el extranjero". Según detalla Pujol en su declaración ante el juez, el ex president "ignora en qué país estaba depositado ese dinero ya que se desentendió totalmente".
La amnesia en torno al país de procedencia del dinero es especialmente significativa porque cualquier orden de transferencia debió ser autorizada por Jordi Pujol pese a su insistencia en desvincularse del dinero.
BANCO EN QUE SE INGRESA EL LEGADO
Pujol asegura desconocer también la entidad bancaria en la que estaba su dinero. El ex president lamenta ante la juez "no poder dar ninguna información respecto a las cuentas ya que, desde un primer momento, no quiso saber nada relativo a ellas".
Pese a que su padre falleció en 1980, Pujol justifica no haber dispuesto de esa herencia asegurando que "aunque alguno de los hijos ya era mayor de edad, no quiso que se hicieran cargo de ese legado debido a la situación política de España en 1980 y por ello prefirió esperar a que todos sus hijos fueran mayores de edad". Por ese motivo, apunta el ex president, se esperó hasta el año 1990 ó 1991 para que sus hijos "asumieran dicho legado".
CUANTÍA DEL DINERO DE QUE DISPONE
Pujol afirma a la jueza que la voluntad de su padre era que "el legado no fuera para obtener beneficios sino que era como una 'hucha', no para especular sino para asegurar a su esposa e hijos su futuro". Esa hucha engordó de 140 a más de 500 millones de s. Sin embargo, Pujol asegura que desconocía en todo momento qué dinero tenía y que lo único que podía asegurar era que "ese dinero no procede de blanqueo de capitales ni relativo a la corrupción o comisiones ilegales ni del erario público, sino que era proveniente de las ganacias que su padre obtenía en los años 50 y 60 por la compraventa de dólares".
Ese mismo aparente desdén por el dinero es el que muestra su hija Marta Pujol que, al ser preguntada por las cuantías que recibió, asegura que "con su padre no hablaban del legado y que no había hablado ni con su padre ni con sus hermanos de cómo rescatar el legado porque en casa no hablan de dinero".
EL DINERO LEGADO Y SU REPARTO
Pujol muestra tal desconocimiento sobre el dinero que en un momento del interrogatorio asegura que "no quería saber nada del legado" y que, por ese motivo, en 1990 "ignoraba a cuánto ascendía ni cómo se lo repartieron sus hijos". Ante la sorpresa del juez que sostiene que el reparto no ha sido igual para todos los hijos del ex president, Pujol aseguró que "si bien mis hijos se repartieron el importe de ese legado, después cada uno de ellos decidió utilizarlo como quiso, y por ello las cantidades no son coincidentes entre ellos, respecto a las regularizaciones ante Hacienda".
Jordi Pujol i Soley sí descargó algo de responsabilidad sobre su hijo Jordi Pujol Ferrusola al asegurar que la gestión de los fondos había quedado en manos de un amigo de su padre, el gestor de Banca Catalana Delfí Mateu, fallecido hace 22 años. Tras su muerte, el ex president aseguró que su primo Joaquim Pujol Figa gestionó esa fortuna durante unos meses pero que su incorporación a la actividad política le llevó a renunciar a esa administración que asumió su hijo mayor Jordi. El ex president afirmra que jamás pidió explicaciones a su hijo de cómo gestionaba esos fondos.
Los olvidos del ex president y la falta de cooperación por parte de las autoridades de Andorra, Suiza o Liechtenstein dejan ahora mismo la causa en una situación frágil ya que ni la instructora ni el Ministerio Fiscal han conseguido sustanciar pruebas contra el clan Pujol.