España

Blanco no dejará el escaño hasta que no se abra juicio oral por presunto tráfico de influencias y prevaricación

El exministro de Fomento recuerda que "aún no ha terminado la fase de instrucción y están pendientes de resolver numerosos recursos que hemos presentado". Dice que ha reflexionado sobre la presunción de inocencia, y que escribirá sus reflexiones "en un libro".

José Blanco ha respondido esta mañana al arranque de la tramitación de su suplicatorio en el Congreso con unas declaraciones exculpatorias –“No se ha podido probar que Dorribo me entregó 200.000 euros en una gasolinera” – y también con el anuncio de que solo dejará el escaño en el caso de que el juez abra juicio oral por presunto tráfico de influencias y prevaricación.

El ex ‘número dos’ del PSOE se juega dos acusaciones en el llamado ‘caso Campeón’. La primera es de cohecho por haber realizado gestiones ante el Ministerio de Sanidad, entonces pilotado por Leire Pajín, para facilitar la introducción de productos unidosis en la red sanitaria y la reventa de medicamentos a Africa.. La segunda es de tráfico de influencias y prevaricación por haber mediado en la construcción de una nave propiedad de un empresario amigo suyo en el ayuntamiento barcelonés de Sant Boi. La primera acusación ha sido eliminada de las diligencias por falta de pruebas: “No se ha podido probar que Dorribo me entregó 200.000 euros en una gasolinera”, ha dicho hoy el diputado. La segunda está investigándose y es la que ha llevado a la fiscalía a solicitar al juez instructor del caso que tramite la petición al Congreso para el correspondiente suplicatorio.

Blanco se mantiene en su escaño para garantizar su condición de aforado y que la investigación quede en el Supremo y no regrese al juzgado de Lugo

Blanco ha respondido al paso dado por la fiscalía con una estrategia de manual: se mantiene en su escaño para garantizar su condición de aforado y garantizarse que la investigación judicial quede en el Supremo y no regrese al juzgado de Lugo. Por otra parte, condiciona una reconsideración de esta actitud solo a la posibilidad de que el juez le abra juicio oral, una decisión que tardará meses en llegar ya que la instrucción aun no ha acabado y hay numerosos recursos todavía pendientes de valorar. “Si acabada la instrucción el juez abriera juicio oral, presentaría mi dimisión y la renuncia como diputado”, ha dicho Blanco.

El ex vicesecretario general del PSOE en la etapa de Zapatero ha hablado esta mañana con Alfredo Pérez Rubalcaba y con el líder de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, para comunicarles lo que ha pensado hacer después de la iniciativa adoptada por la fiscalía. Blanco está encantado con que el Congreso conceda el suplicatorio ya que ello le sirve para mantener la instrucción judicial en el Supremo, algo que cree le beneficia más que si volviera a la Audiencia de Lugo, la instancia original que inició la investigación del ‘caso Campeón.

El ex titular de Fomento ha reconocido hoy en el Congreso que realizó gestiones desde el Ministerio para agilizar el expediente relacionado con la construcción de una nave en Sant Boi porque el proyecto de su amigo José Antonio Orozco, vicepresidente de Azkar, permitía crear 400 puestos de trabajo.

Blanco ha reconocido que hizo gestiones para agilizar un expediente relacionado con un proyecto de su amigo José Antonio Orozco porque "creaba 400 puestos de trabajo"

En el PSOE gallego está muy instalada la idea de que el empresario Carlos de la Peña ha actuado siempre como ‘cerebro’ financiero del ex ministro, como una especie de testaferro, al que José Blanco rescató para la empresa pública Adif, administradora de las infraestructuras ferroviarias, cuando el empresario causó baja en Tragsa, el grupo dependiente de la Sepi que desempeña trabajos de obra pública para las tres administraciones. De la Peña no cesó en Adif hasta meses después de entrar la ministra Ana Pastor en Fomento.

Durante el tiempo en que permaneció en estos menesteres, De la Peña mantuvo en activo más de una docena de sociedades dedicadas a la promoción inmobiliaria, inversiones, hostelería y consultoría, de las que tampoco se desligó cuando entre 2003 y 2004 fue alcalde de Baiona.

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